ema inmunológico debido al cancer—explicó el doctor con aparen
ha tenido una noche dura, demasiado, la guardia había sido un mar tormentoso lleno naufragios, diez pacientes en una sala, y ci
ría creerlo, que algo como el cáncer, una enfermedad que desgraciadamente se llevaba a tantos había decidido tocar la puerta de su casa, a la de ella, quien había
tenido dos turnos agotadores los días anteriores y después una guardia de 24 horas que es
recio y darte una noticia así no es de mi agrado, somos cole
ovió incómodo, de pronto Lailah pudo jurar que la silla tenía púas o espinas porque de otra forma no se movería como si fuera simple
darte un n
n su garganta—Todos tienen un margen, somos cole
a temer por un posible ataque de pánico—¿Quieres sinceridad?, ¿realmente?—preguntó con voz contenida, ella dudosa pero dispuesta a saberlo se detuvo y lo miró—Tu madre esta en sus últimos días Lailah, no sabemos, nadie se expli
al acto, miró a Hecto y le dio una pequeña sonrisa, ésta tan rota y cansada que él, solo pudo asentir antes de verla salir por la puerta y dejar fluir el dolor de ver a una colega, enfrentarse al
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tales públicos y hacer obras de caridad con toda la dispocion y buenos deseos que pudo, fue realista y se dijo a sí misma que eso no pagaría las cuentas y mucho menos las sacaría del hoyo en que estaban sumergidas ella y su madre desde q
comprado
ra se
que lentamente moría al no poder ser más atentido, su madre era quien siempre se encargaba
alcanzó una vez dentro, Lailah miró a la persona frente a el
nte acuclillandose a su lado—¿te he despertad
madre era una mujer hermosa, sus cabellos negros con abundantes ondas, y esos ojos mieles vivaces con esa risa estridente y un
stable, sin embargo para el cuarto, comenzó a perder un poco de peso, algo que gradualmente simplemente llegó a ser preocupante y un día simplemente su cabello comenzó a caer haciendo preguntar a Lailah que tan mal estaban las cosas, los m
s le hizo mentirse a si misma, jurarse que aún
ás y la abrazó sin decir nada, Elena, como se llamaba la mujer, le devolvió el gesto como pudo, últimamente le dolía los músculos y se le dificultaba
, ¡como puedes decírmelo como si no fuera nada!—gritó llorando, furiosa y enojada por todo y nada, porque su madre pare
Lailah como si fuera lo único que le quedaba por hacer, Elena intentando retener un poco sus lágrimas, alguien debía ser fuerte—Yo, estoy tan cansada, levantarme todos los días es un maldito martirio, me duele el cuerpo
. —Elen
ro una vez que llega solo nos toca aceptarlo y luchar hasta el día que decida desaparecer o llevarnos, para mala suerte, a mi me toco lo segundo, pero al menos s
conversación que
ía gritar por los dolores, comprendió que a veces dejar ir es mejor, dolía como la mierda, y para ella que era médico y convivía con la muerte, era irónico que temiera tanto de esta, sin embargo su madre no y la recibió como un
sus mejores amigos, Irina y Eliot, junto a los familiares de estos, y algunos compañeros de trabajo, entre estos Hecto
madre, ella volvía a la tumba un poco más serena y con una pizca menos de dolo
un mes de la muerte de su madre la vendió y se fue a vivir a un departamento pequeño pero acogedor, donde
Elena era como una madre para nosotros, pero ne
do apoyada por Eliot. Desvió la mirada a la izquierda donde chocó con una
ue tuve, ahora te toca a ti, que
de nuevo a sus
?—tanto Irina com
allWings, esta noche
eras fueron