ted es bastante superior en muchos aspectos y supongo que por eso vino aquí. Hágame un favor y me explica por q

tía Amanda—. ¿Quieres explicaciones? No puedo dártelas,

r dulces ni a hacer felices a los niños, ni a reprocharme en

trario, alguien no saldría vivo de aquí. Ni siquiera te odio,

—dijo mamá

s no solo por lo que hicimos

modidades en el pueblo o la ciudad, se ha convertido en una mujer de mundo que actúa, e incluso, habla distinto a nosotros!

silencio

ndo el dedo, es donde queda la llaga —contestó tí

do a llevarse a mis hijos pa

o. No

caridad, por

ar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y a guardarme sin mancha del mundo—añadió tía Amanda en tono

y mis hijos no

tino tosco, ladrón de los sueños de mujeres, embudo de alcohol, hijo del demoni

l hombre con quien me uní en sagrado matrimonio hace tantos años. Hacía tant

o es que has entendido. Es tu asunto si decides seguir con

enunciando a uno de ellos, a mi derecho y deber de madre. No s

gro borracho que se pasa el día cazando y recolectando para darles de comer. Yo, que desde muy joven me las he jugado duro para estar donde estoy, yo, que ahora soy la encargada de la Hacienda Villa Fría ya que conozco a su nuevo propietario, te of

su magnífica humanidad —agregó mamá—. Lásti

ate tus comentarios sangrientos, mujer infeliz, que yo prefiero ayudar al

o vendrá por ella

odos los malos ratos que nos hizo pasar en nuestra infancia. ¡Gregorio! Súbita

musitó mamá—. Ya pagó

a Amanda—. Y ahora caerá e

bien con

r que aquí. Perdona la

naría a su padre. Seguirá

a pagar tal castigo con apenas 17 años! —vociferó

enfermo. Tiene apenas 14 años y Dimas le sigue los pa

iles! A los 10 años ya había t

que Reina, Alba, Sixto y Olivia, o yo, o

segura de que en algún momento habrán dicho algo sobre largarse de aquí. So