a

de conciencia me estaba matando, llamé muchas

no. Solo fue un beso me repetía una y otra vez. Que daría

l cuando subió el volumen de la músic

preguntó Isolda por quinta vez des

a que lo veas —dijo Inés y

ló sus anteojos, ella interpre

o escuchando a Selena o que —dijo Inés

as clases por gusto —dije— ¿Por qu

nuevo el coc

ulette—. Sigues estando tan delgada... —yo solo el

mer? —preguntó Inés, una vez que

das miramos a Isolda con mala cara—.

es ir a un Café Li

pero hoy tomémonos el día libre

tuación me había obligado. Lo menos

muy orgullosa de tí Sarah! —dijo e

tal vez era porque llevábamos todavía el horrible uniforme

or el centro comercial... —

* *

caprichosas con la ropa. Luego de probarse cientos de vestidos se decantaron por ropa sport, al igual que yo. Me decidí por una camiseta ros

parecer tenía buen sentido del humor. Yo

cida con lo que elegis

falta algo... —el

cero a tu madre —son

dé un ataque —amba

el dedo índice a la barbi

regunté con

zo y me hizo probarme unos cuantos hasta

e les ocurrió comprarse unas botas de tacón de aguja y al ser tan altos le

Lo de la tarjeta de crédito... Bueno eso sí que lo tomaría mal, ya que el precio de mis compras estaban algo elevados. Y para completar mi atuendo llevaba un bolso, quería que ella lo

aros... —no terminó l

ano a la boca, pero el silencio no duró mu

eléfono y le gritó a la castaña y a la francesa

sientes bien? —me

estas, por primera vez Sarita es rebelde y tu..

osotras se compraba un bol

—. Vamos chèrry, a lucir ese BOLSO DE PIEL DE COCODRILO —dijo

que aproveché la sombra y el aire fresco para descansar. Mi teléfono sonó, era una notificación de mensaje. Pensé qu

esto debe de ser un

nos a la cabeza, estaba tan ensimismada que alguien chocó conmigo y se disculpó, pero ¿por qué no sentía el

a, yo estaba histérica y me quedé paralizada como témpano

? —me pregun

el... —se me fue apagando

se fue? —m

Eso me hacía mucha ilusió

aquí —yo asentí y l

tineta. En serio, me preguntó por gusto y le robó la

e fue distorsionando hasta que no escuché nada, mis pár

erfume dulzón. Di una vista panorámica y aun me encontraba en el

—me pregunta

ue llevarme las manos a la cabeza me ayudaría a pensar,

cabello no tiene

a de mí y... —¡¡AY DIOS MÍO!!! que será de mí. Me lamentaba

r —dijo Inés y me ayudó a sentarme, sacó una

, le quité la tapa y di un largo trago, que terminó

a mi funeral... —dije y de la nada

si te sirve de consuelo, invitaríamos a tu cantant

ft.... —res

obabilidades de que tu madre te mate —dijo Isolda y

Isolda de su Trance-Matemático, ella la miró—.

los policiacos... —Inés la interrumpió llevan

aste un coche..

vea llegar con

pensado en eso

ya veremos que h

á cuent

a y la donaste a un centro d

nte otra —dije poniendo mis brazos en forma de jarra y junt

mos como que nada ha pasado —y hasta ese mo

chico muy parecido al que

ienes? —pregu

o las alcanzo

e tonta como pude creer que un simple desconocido iría tras un ladrón y regresaría con mi

podía creer, era ese chico. Llevaba

h

nos pasos aproximándose a mí—, lleves

de un frenesí, abracé al desconocido tomándolo

ste car

a al separarme y arreglarme la rop

pendiente en la oreja izquierda. Su forma de vestir le daba un aire de chico malo y por alguna razón eso me

vida —dije. Y LO

ó—. Y tu novio de nuevo dejándote sola —di

cosa, olvidando que mi novio

ordé, era el mismo chico de la noche de Halloween. Pero eso no es lo único que pude percibir en sus besables labios tenía un corte

ia de tí se cuidarme solo. E

su número porque me sentí

ó, en silencio y ni siqui

astigó pero me dí cuenta de que mis esfuerzos no sirvían de nada. Para comple

por qué?, pues el muy capullo de mi novio o mejor dicho mi ex escribió hemos sin "h". Por

ían cambiado, sin contar las miradas de todos en la escuela y el cotilleo en los pasillos. En unos días c

o traicionaste primero

ejé llevar porque estaba pasadita de copas.

do las dos sabemos que solo estás

ré en un sanatorio, al menos espe

, buscando paz pero mi mente recordó a ese chico de cabello desordenado. La puerta de mi habit

y pasó uno de sus bracitos por e

triste —dije y revolví su

manita se había dado cuenta, pero era muy joven para que se preocupara por alguien más—. Dime, ¿es por mamá...? —en parte..

hace mucho que... ¡no te hago cosquillas! —me puse de costado y le empecé a hacerle cosquillas, ella no paraba de reí

jo esbozando una sonrisa —

o por favor que no sea Barbie en la "Princesa y la Plebeya" —la

que tengo muchas más—m

asmo por tal de no ver de nue

s deditos unas cuantas pelis, es

e en la Magia de Pega

lindos recuerdos de su infancia,

la vi correr hasta la puerta y su la

uería era navegar en mis redes sociales. Tenía muchos mensajes p