sí mismo de pie al lado de la cama,

nte mayor, su cuerpo más maduro, con ropa añeja, ciertamente sus ojos e

lo, el amor de su vida, de su alma, de su s

ba a su amado que instantáneamente s

amoroso, tan anhelado, como si nunca quisier

brazos y piernas, siendo atrapado perfectamente entre esos brazos fuertes musculosos, tan bien formado como los recordaba, Mathew se mantuvo inclin

dos almas que por fin se reencontraban, como su padre sonreía tan hermosamente mientras Thiago reía en sus brazos, su

io directo a los ojos, el cual le correspondió al momento de ver que se había detenido los giros. Entre

e esta vez, las lágrimas de Thiago eran transparentes, eso le dio cierto alivio al castaño. Luego de

amor?—preguntó cuándo se separaron

. Matheo se levantó al notar que iba en su dirección, tenía tantos sentimientos encontrados que no dudó en abrazarlo cuand

to que su padre— Te he echado tanto de menos... —apre

este tiempo he velado por tu bienestar, porque nadie borre de tu rostro esa hermosa sonrisa que tamb

ue los besos en la frente significan: "Eres

abrazarle de nuevo con fuerza,

do rubio, le tomó de las manos para darle unas pequeñas caricias y un beso a cada una,

s...—sonó sinceramente triste, y Matheo de igual manera iba a per

igo, así que, sin rencores. No puedo molestarme con la persona que le da la fe

brazo, tardó segundos en corresponderle pero lo hizo

amor que asintió de acuerdo—Espero de todo corazón que seas muy fel

castaño— Espera ¿cómo lo s

or le miró interrogante—Después te explico, amor,

ó un momento para mirar a su hijo y:—Hasta luego, Mathie. Espero poder volver a verte, pero en mucho, mucho tiempo des

ñique— I promise. —los dos adultos levantar

os y cuenta hasta tres, después de eso, desperta

para irn

su rostro suavemente, a sus labios específicamente. Plantó un ti

nvertía poco a poco en miles de mariposas amarillas,

l rubio, cerró los oj

la ventana, como la gran luna amarilla estaba rodeada de estrellas. Se levantó para ir al balcón y

ntigua foto era de su padre joven al lado del rubio, felizmente abrazados bajo un árbol, era sin color pero podía asegurar que era en

cadena entre sus dedos, a los segundos se encontraba colocán

on a su espalda. Él ca