ÍTU

uatro ciénagas. Al mando de los soldados se encontraba el coronel Eusebio Santibáñez, y fue el mismo coronel quien detuvo al forajido Ovidio Arteaga, acusado de cuantiosos

bres; Eusebio hablaba con su fiel amigo Rómulo Chávez, otro militar también de alto rango. Ambos se

ara ausentarme unos días

o están. No creo que te

tante. Debo atender

her

oy lo único que tiene. Si estalla la revoluci

s tu plan

al extranjero. Tengo una

, varios de los rebeldes comandados por Edelmiro Rodarte; preparaban l

ros, fue callado de un sólo tiro en la frente, y a pocos pudo poner sobre aviso. En medio de todos esos disparos y de un descuido, Eusebio que se encontraba resguardando a los presos en varias celdas improvisadas, fue herido de m

n esfuerzo y con respiraciones entrec

¡Si esto es sólo un rozóncito! ¡Veras que tú mis

la encargo

ero

luntad de tu amigo

ella. Pero ella no me conoce y ni y

combinación de una caja fuerte que está en la casa, en el despacho. Allí hay cincuen

ables, no te fatigues. En cuanto venga

y con rabia sacó su pistola, y cuando estaba por salir de la tienda

ntras veía como habían muerto esos militares; un par de hombres de los alzados junto a Edelmiro, llegaron al lugar abr

nosotros y por nuestra causa — sente

mente; fue a hurgar en las pertenencias del coronel Eusebio. A los pocos minutos huyó del luga

casa de los Santibáñez, Ovid

ijo la joven acercándo

dió el hombre sorprendido

a mucho de usted. ¿Dónde se encuentra mi hermano? ¿Por qué no

nces la bella joven comprendió el motivo de esa visita, por l

después de todo, la tomó en s

licó que debían huir del país para proteger su int

scaro planeó robarse el dinero y los centenarios por la noche, justo cuando las mujeres estuvieran durmiendo. Fue al dar las dos de la mañana cuando Ovidio llegó sigiloso al despacho. Pero se llevó

en huir. Si no iba a obtener el dinero, tampoco

lástica aprovechó el momento para ha

ven Rómulo. Así que dejese de embustes

é se refiere

niña se encontraba en el colegio — dijo la anciana arrojándole una fotogr

o los mataron a los dos... Pienso irme hoy mismo de la ciudad... Le ofrezco la oportunidad de librarse de tene

a mi niña a un desconocido que sól

una chiquilla?... Si usted me da parte del dinero con que la señorita cuenta, yo p

la mujer comenzando a toser—... Escúcheme muy bien. Yo le dar

Com

jar sola a mi niña. La única seguridad que tengo de que

ero

será más difícil botar por ahí a Laorel... Así que ya lo sa

tá b

matrimonio haciéndole creer que se trataba de un poder notarial. Después de eso Ovidio firmó con su nombre real, c

mañana, Ovidio tuvo que cavar un lugar en el jardín de la casa. Después del entierro d

para poder venir por usted y cumplir la promesa que le hice a su hermano, pe

to por salir, pero la j

deje po

omo le expliqué, no

é con usted! ¡Ten

aja fuerte estaba vacía, pensó

os dinero y yo no cuen

uerte por consejo de mi nana. Ella t

spó su garga

Ese dinero es

see. Pero no me deje sola... Escolástica ya me

hizo por un momento imaginar su vida al lado de ella. Su delicada fraga