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Historia

Capítulo 5 Odio

Palabras:1693    |    Actualizado en: 16/01/2022

om

hay miles de discu

tupendo y maravilloso. Mis sospechas se confirmaron cuando entré a la ducha, limpia y con olor a pinos y estuve un tiempo eterno bajo ella disfrutando del a

a aparentar ser muy dura, pero en el fondo no había persona con un mejor corazón que ella y cuando le tomaba aprecio a alguien lo defendía con las uñas y dientes si era necesario, su valentía era bastante admirable y aunque yo trate de culparme también el director ni Alex el padre de Aurora me creyeron, además que la insoportable de París tamb

por eso no tendría que preocuparme hasta la otra semana, además sabía qu

*

r una vez en mi vida pude sentarme en el sitio que quería: al lado

ocup

a cada vez

la lectura. Mi concentración llegó hasta el punto de olvidar el

traño y molesto al lado simplemente arruinaría la paz que estaba almacenando a cada minuto que pasaba. Por una vez que tenía un buen día, no iba a desaprovecharlo, además los idiotas amigos d

el estruendo que hizo mi mochila (que estaba en el asiento de al lado) al impactar contra el suelo me provocó un pequeño rebote debido al susto. Miré a la persona que se sentaba al m

ara mirarme con una ceja levantada. Cerré mi libro con fuerza y me crucé de brazos. Era alto, su pelo estaba revuelto, era

asiento libre?—. Bastante guapo, pero demasiado estúp

que era asi de estupidos, pero como en la vida r

asientos que estaban libres. Él se encogió de hombros m

o la vi manchada de algo marrón que preferí no descubrir que era. —Has manchado mi mochila

pelirroja

erme mi día perfecto y se tomaba las molestias de llamarme a mí neurót

io a primera vista también, ¿no? Porqué

ya estaba en m

nte alta como para que el resto de la clase, que estaba totalmente en silencio, me escucharan y rieran por el

ibro y a concentrarme en la lectura intentand

ocando con sus palabras murmuradas que un escalofría recorriera mi espalda. Procesé lo que me había dicho y el desconcierto se plantó en mi cara cuan

su cara a centímetros—, Alex no llega

estaba debatiendo entre tirar su cadáver al lago o quemarlo después de hacerle pagar por no cerrar el pico y contarme el final

pezaba a resaltar no sé qué cosas en unos apuntes que tenía sobre la mesa. Sin emba

e hacía un spoiler y s

ataba de matar con la mirada, aunque por desgracia eso era imposible. Él llevó su mano con indignación

. Él se puso de pie y yo imité la acción, preparada para lanza

sonrisa que tenía hace unos segundos se le había

ba dispuesta a comenzar a insultarlo, pero el profesor se puso de pie con rapide

en una mueca de enojo máximo. Toda la clase le hizo caso, incl

stin como yo nos quedamos mirando fijamente como villanos de películas. El profesor, perd

dome salvaje y neurótica y había hecho que me echaran de la clase. Y se suponía que este era el mejor día de mi vida

ras caminaba del otro lado del pasillo. Yo estaba totalmente

eunir toda

ante. ¡Él era el culpable de todo! Pero no dije nada, seguí ca

esperaba nunca volver a verlo. Es más, no pien

*

así aprenden a respetarse —sentenció el director. Iba a abrir mi boca para empezar a chi

in a la salida. No entendía nada, ¿por qué se empeñab

s durante un mes? Estaba decidido

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