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Historia

Capítulo 4 Capitulo Tres

Palabras:1785    |    Actualizado en: 08/02/2022

ido verde agua y salí antes que mi madre para encontrarme con Octavio. Mi ansiedad se estaba haciendo ver, mi corazón latía descabellado y mi cuerpo tenía una sensación

lle se encontraba vacía así que pude observar a la enfermera salir de s

scabas?

pero a algu

mucho más mayor que el Duque, mi intranquilidad empeoró. - Supongo que él te contará, los dejo solos. -

os ocultamos secret

s manos en mi regazo y agache la mirad

mi mentón para observar sus ojos directa

fijamente esperando su reacción, que era una de completa sorpresa y alegría. - voy a ir a la guerra. - su semblante

a y me miró. - Yo también debo ir a la guerra dentro de dos semanas. - Levantó una de

ba. Mi corazón comenzó a lati

r a dirigir a los batallones, conozco la zona y me ne

rarme un futuro y que no me suceda nada en

lla y depositó un beso en ella. - Pero debo admitir algo,

h. -

pero, te tardaste bastante. - mis mejillas cobran más colorete

- vuelve a dejar un beso en mi frente.

vanta y guiña el ojo. - Yo quiero ser el primero en todo. - le golpeo el hombro y me tendió su mano para

quina, ella era hermosa, su pelo rizado era perfecto, cada bucle se encontraba hermosamente peinado y que decir ¡Esos rizos eran dorados también, que más! Era realmente preciosa, su vestido era de color vino con su piel blanca resaltaba entre la multitud. Deje de verlos, ya que parecía una maníaca y terminé de adentrarme al salón, mi madre me llamó desde la

la mesa de bocadillos y me acerqué para alimentarme con un sanguche y coger una copa de ese líquido dorado y burbujeante que tanto me gusta. ¡Cómo voy a extrañar este líquido en las fronteras! Soy empujada por l

a casarse conmigo debía ver otras opciones que aceptan mis condiciones, era complicado ya que lo único que quieren los hombres es que te encuentres en la casa para que cuando vuelvan de trabajar estes sentada en un sillón esperando con los brazos abiertos y porque no, las pie

año. - Ell

heras no tendré que utilizar este, sino los más holgados. ¡Me gusta más la idea de irme! Terminé y salí de nuevo hacia donde se encontraban todos y vi a la Duquesa acompañada de mi madre, que cotillas, me reí y me acerqué a ellas, al llegar se silenciaron instantáneamente. Denice me agarró el rostro y me observó, me soltó mientras suspiraba y alzó la vista haciéndome sentir pequeña

tendré que esperar otros seis año

tres, era bastante, ya debíamos ir por el segundo embarazo para esta sociedad. Colocó su mano en mi espalda baja, le seguí su ritmo y puse mi brazo en su hombro, su otra mano seguía entrelazada a la mía. Comenzó la música, nuestros pasos eran lentos, per

al sentir su aliento en mi cuello. - tus labios llaman mucho la atención y todo

n la imagen que tenía en frente de mí. Su sonrisa no podía ser más encantadora y sabía perfectamente que cuando tuviera la oportunidad iba a reclamarle esta es

decepcionados. La Duquesa me observaba de cerca y con su mirada me recordaba quien mandaba, mi madre tenía una sonrisa de oreja a oreja, ella había cumplido su prometido con mi padre. - Con el debido permiso de tu padre en su lecho de muerte y con la bendición de nuestras madres, ¿Quieres casarte conmig

se levantó y con su mano acerco mi rostro para depositar un beso en mis

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