te dan tres platillos, la entrada, el plato fuerte y el postre. El primer y segundo día son mi entrada por
amino con la mayor flojera del mundo y me como un cereal. Abro las ventanas de la sala y me do
ernos a las dos en el restaurante de siempre.
co. Fue difícil para mí encontrar un departamento acorde a mis necesidades y mi presupuesto, pero al cabo de un año logré encontrar lo que
entre regalándome una sensación de libertad. Con mi cabello rubio suelto y unos lentes RayBan me adentro en el tráfico y me permito no pensar en t
le haga tarde. Pido una mesa para dos y me siento a esperarla. Reviso la carta y voy pid
ta atraviesa la puerta… per
ra abrazarme—. Debí imaginar que
ga después de casi seis meses de no verla. Nuestro hora
Me da mucho
giro en su lugar solo para
short de mezclilla y una blusa de tirante co
para presentarme a las
rubio como el mío de ojos verdes, alto,
lo sabía, me sient
ego —este me regala una so
do el saludo lo más
o de «chicas» con un par de desconocidos. Yo que quería poner
rando el lugar con un ridículo sombrero de paja que
nombre, Diego llama la atención de su acompañante y este g
. Sentí nervios, muchos nervios. Una vez que le pasé el paciente a Greyson por mi bien emoci
oincidimos él estaba sedado o confundido, y yo estaba
olo asiente y susurra u
o mismo. La muy malvada deja que su amigo se siente aun lado mío dejando su raro somb
o casual tratando de saber más de ellos
ponde Diego por mi amiga
A
rveza. En realidad todo es completamente incomodo, así que
a habíamos quedado en vernos para cenar. Cuando le mandé mensaje de que vendría acá contigo y casual
s felicidades! Q
—murmura Mil
sí y no tengo la menor
cidad—. Si lo hubiésemos plane
ovio le hace un cariño en
la vez que hace una seña al mesero—.
e las pasa. Todos comienza a leerlas mientras que
la boca llena, pero tr
ponde el novi
dice ella a la
—pregun
o, ad
ne la mirada y la agacha cuando trato de hacer contacto visual. Supongo que es normal luego de todo por lo que ha
olitos enmelados revisan la carta para que van a pedir, seguro quieren algo diferente para comer d
cado y una corona —pide Diego—. Y para la dama
o. El chico que atiende la mes
en de mariscos fríos,
yo por un breve momento me
es personas —intento con las manos dar la forma
te —señala
ya
carta. Su mirada perdida viaja en el me
librarme de mi indecisión y del bochorno que
ay pr
nrisa pequeña. Un
rada impaciente—. Una orden de mariscos fríos, dos coronas más, una
chicos no. Ambos me ven con cara de sorpresa pero se sobreponen enseguid
momento es t
Maldita Dakota me obliga a socializar
edicas? —la pregunta del m
s por aquí, o
nes en su mayoría, se asustan muy fácil o tratan de presumir cuan
jo de la mesa, dándole a entender que se calle pero no
resume
go—. Yo conozco ese hospital, hace uno
or qué, pero
go? —inquiere la
no saben que yo sé. Yo no suelo cambiar las conversaciones pero creo que es lo mejor.
e como preguntándose porque he ignora
un tienda de refac
él p
ñala al hombre sentado
la espalda a su camarada—, es mi mej
ume de su puesto y esta orgullo de estar en él, pero no así su amigo. Al contrario parece
restarle importancia y que de esta manera no se sienta cohibido. Quizás l
a, que
. Lo que sigue a continuación son un par de trivialidades, en su mayoría dichas por el p
Terminamos comiendo todo e incluso pedimos dos órdenes de tostadas de sierra para probarlas. Diego es un auté
ero no lo dejo y pago la mitad de ella. Al salir del restaurante mi amiga y su nuevo novio se toman de la mano pasando por enfrente de nosot
ilas. Una vez más los novios caminan por delante de mí ignorando que vengo detrás y aprovecho para sacarles una foto, cuando giro a buscar a Milo yace perdido parado por un lado del camin