img Amor son solo cuatro letras  /  Capítulo 7 3. MAYA | 12.07%
Instalar App
Historia

Capítulo 7 3. MAYA

Palabras:2095    |    Actualizado en: 27/01/2022

te dan tres platillos, la entrada, el plato fuerte y el postre. El primer y segundo día son mi entrada por

amino con la mayor flojera del mundo y me como un cereal. Abro las ventanas de la sala y me do

ernos a las dos en el restaurante de siempre.

co. Fue difícil para mí encontrar un departamento acorde a mis necesidades y mi presupuesto, pero al cabo de un año logré encontrar lo que

entre regalándome una sensación de libertad. Con mi cabello rubio suelto y unos lentes RayBan me adentro en el tráfico y me permito no pensar en t

le haga tarde. Pido una mesa para dos y me siento a esperarla. Reviso la carta y voy pid

ta atraviesa la puerta… per

ra abrazarme—. Debí imaginar que

ga después de casi seis meses de no verla. Nuestro hora

Me da mucho

giro en su lugar solo para

short de mezclilla y una blusa de tirante co

para presentarme a las

rubio como el mío de ojos verdes, alto,

lo sabía, me sient

ego —este me regala una so

do el saludo lo más

o de «chicas» con un par de desconocidos. Yo que quería poner

rando el lugar con un ridículo sombrero de paja que

nombre, Diego llama la atención de su acompañante y este g

. Sentí nervios, muchos nervios. Una vez que le pasé el paciente a Greyson por mi bien emoci

oincidimos él estaba sedado o confundido, y yo estaba

olo asiente y susurra u

o mismo. La muy malvada deja que su amigo se siente aun lado mío dejando su raro somb

o casual tratando de saber más de ellos

ponde Diego por mi amiga

A

rveza. En realidad todo es completamente incomodo, así que

a habíamos quedado en vernos para cenar. Cuando le mandé mensaje de que vendría acá contigo y casual

s felicidades! Q

—murmura Mil

sí y no tengo la menor

cidad—. Si lo hubiésemos plane

ovio le hace un cariño en

la vez que hace una seña al mesero—.

e las pasa. Todos comienza a leerlas mientras que

la boca llena, pero tr

ponde el novi

dice ella a la

—pregun

o, ad

ne la mirada y la agacha cuando trato de hacer contacto visual. Supongo que es normal luego de todo por lo que ha

olitos enmelados revisan la carta para que van a pedir, seguro quieren algo diferente para comer d

cado y una corona —pide Diego—. Y para la dama

o. El chico que atiende la mes

en de mariscos fríos,

yo por un breve momento me

es personas —intento con las manos dar la forma

te —señala

ya

carta. Su mirada perdida viaja en el me

librarme de mi indecisión y del bochorno que

ay pr

nrisa pequeña. Un

rada impaciente—. Una orden de mariscos fríos, dos coronas más, una

chicos no. Ambos me ven con cara de sorpresa pero se sobreponen enseguid

momento es t

Maldita Dakota me obliga a socializar

edicas? —la pregunta del m

s por aquí, o

nes en su mayoría, se asustan muy fácil o tratan de presumir cuan

jo de la mesa, dándole a entender que se calle pero no

resume

go—. Yo conozco ese hospital, hace uno

or qué, pero

go? —inquiere la

no saben que yo sé. Yo no suelo cambiar las conversaciones pero creo que es lo mejor.

e como preguntándose porque he ignora

un tienda de refac

él p

ñala al hombre sentado

la espalda a su camarada—, es mi mej

ume de su puesto y esta orgullo de estar en él, pero no así su amigo. Al contrario parece

restarle importancia y que de esta manera no se sienta cohibido. Quizás l

a, que

. Lo que sigue a continuación son un par de trivialidades, en su mayoría dichas por el p

Terminamos comiendo todo e incluso pedimos dos órdenes de tostadas de sierra para probarlas. Diego es un auté

ero no lo dejo y pago la mitad de ella. Al salir del restaurante mi amiga y su nuevo novio se toman de la mano pasando por enfrente de nosot

ilas. Una vez más los novios caminan por delante de mí ignorando que vengo detrás y aprovecho para sacarles una foto, cuando giro a buscar a Milo yace perdido parado por un lado del camin

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY