s de la empresa, algo bastante conveniente para no perder tiempo en el pesado transito de la caótica ciudad de Nueva York a las seis

ienta en una de la butacas mientr

mientras miro la cart

, me da igual— R

eza o

gresar a trabajar—

a que después yo llame al mesero y le pida l

enes novio?— Me atrevo a preguntar, aunque no debería, ya que la

que ella se ha dado cuenta porque se sonríe —Espero que

ene? ¿Cómo se llama?— Inquiero mientras el mesero deja las cervezas

con una sonrisa que jamás le había visto has

to tímidamente y ahora soy yo q

la veía en sus cumpleaños, pero hace un año fallec

e mal, lo

jo el cielo y las estrellas hasta que consiguió lo que quería de mi y luego cuando me enteré que estaba embarazada tuve que buscarlo por todas partes hasta que lo encontré. Yo n

a tu niña tú sola… eso hab

gino mi mundo sin ella— Me dice y la manera que s

oy cuenta de mis palabras apenas salen de mi boca

o estamos aquí para hablar de mi hija, pero bueno e

ro entonces dime ¿por eso no quieres que use las aplicaciones de citas? ¿tie

ejarían embarazar por ti para obtener dinero. Eres uno de los hombres más ricos de Nueva York, eres i

echa?— Le pregunto y se m

ir eso— Murmura nerviosa y noto c

sa nada, es una pregunta

e me gusta, no si deslizaría a la derecha al ver su

ue no todas las mujeres harían eso que tú d

as con mujeres de la aplicación

lgo así?— Inquiero y

perimento— Habla d

nes razón

y pr

osas siempre sean i

aumento de sueldo?

e me elijen también, y a la hora de la cita me proponen tener sexo en la

uieres si

rió —Te voy a contar un secret

toda

oy intentando buscar una cita, asique si no la encuentro, mi cita serás tú

do es es

hay mucho tiempo… ¿aceptas?

que ver lo que pasa en l

arla, algo que ella acepta de inmediato, y si mi preg