e era b

as estrellas brillando bajo blanquecinas nubes y la b

ía estar

nte aquel indomable castillo de estructuras melancólicas que a la lejanía daba una bell

candelabros de oro que permanecían tan brillosos sobre los techos, telares cubriendo los ventanales, ad

ndo entre l

as del exterior, mis dedos rozaron los adornos sintiendo la frialdad

egundos de ellos traí

ocaba el piano con plenitud como si supiera que tecla escondía la melo

la soledad tocando las teclas del piano con lentitud y ahogándose en melodías entristecidas. Pocas veces caminaba entre l

ía aquel ho

riquezas era opac

quel llamado, Patricia se adentraba con una

dir —. Gracias por permitirme permanecer

bservo co

odría dejarte morir

o monedas o algo que pueda recompensar su

osas triviales, pero un "Gracias" val

eñora

qué te ocurr

rgonzoso —murmure avergonz

cio observando como su sonrisa se apagaba para entriste

palabra —respondí en

s mejillas mientras sollozaba desahogando cada lágrima que retenía en lo más profundo de mi ser te

poder y riquezas, no cuestiono si d

isión no valía nada fre

r mostrándome fuerte como la

de repente? —comentó

en

prometid

é hare apenas llegue

a bajo tu dec

di

no con amargura y molestia

unta sigue ron

sa de asentir en silencio y dejar que las decisiones fueran escritas por mi p

bee callando

tumbar. Vi sus manos rozar las mías que yacían colocadas sobre las cobijas,

las un cosquilleo suave y lento bajaba entre mi pálida piel que desahogaba cada lágrim

ija de a

uien envidiable en reino.

erza ella cuestiono: ¿

orbes tristes. Ella elevo sus manos sosteniendo mi rostro tímido, car

inquieta con el

uel príncipe sonreía satisfecho de mi temor mientras caminaba con elegancia intimida

qué m

a fue un brev

ones no te

mas caían —murmuro la mu

y aquellos segundos desee tener a mi madre, acurrucarme entre sus c

a desaparecer

—entre soll

caba con sus palabras tal vez hallar la calma en mi interior —.

, señora

aquellos que brillaron cristalizándose como si sintiera mi dolo

tu hogar, debes reponerte —Patri

descontento con mi presencia —de pronto ella ca

s. Ella miraba el paisaje exterior donde la luna magnifica brillaba, mis ojos se sintieron plenos ante

pagadas y suspiros que

irá incomodidad, solo cálmate, Amai

gradecerle si es que logr

ó en sus labios una pequeña sonrisa mostrando sus sonroj

o misma entregare tu mensaje, por ahora

e secando con ra

usurro alejándose, per

ama este rei

ervo, parecía melancólica y entr

cer por aquella puerta, sus cabellos fueron lo últi

on de resonar cuando yacía a la lejanía y solo escuché el palpit

lor desaparecía con aquellas lágrimas secas sobre mis mejil

ano se mostraba melancólico

mirando el vacío de aquella alcoba antes de sumirme en l