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digo: 2011

DERECHOS R

queras más importantes y le daban trabajo a la mitad de los ciudadanos del lugar por lo que eran conocidos muy respetados por todos

us años de soltería y habían sido padrinos en sus respectivas bodas, incluso se dice que Fernando le presentó a Claudia en una fiesta donde el cupido fue inmediato y los llevó al matrimonio. De

el cuerpo de su madre, senos grandes, cuerpo curvado y una mirada profunda y provocativa que le quitaría el aliento a muchos, en cambio Fernando había salido como su

udad y que con eso habían abierto un super mercado donde él desde joven trabajaba. Los tres siempre andaban juntos, solían ir a la playa los veranos para refrescarse del intenso calor que hacía, explorar un poco las

ancia se hizo grande pero que marco el inicio de una relación que tiempo después daría respuesta a todo. Aún así, Paula lo recordaba como si fuera ayer, cuando en

o que el juego era de lo más normal y que todos debían jugarlo. Evidentemente los dos pre-adolescentes no estaban muy seguros que ese beso

o curiosidad, al contrario, un miedo aterrador le entró por el cuerpo, cuando su

s risitas cómplices de los otros invitados que cuidaban

poca luz que se reflejaba en la ventana y que apenas les permitía verse, esta vez la poca luz

parte de atrás de la nuca, sumamente nervioso de estar

nutos para hablar.― Dijo e

y así se percataron que estaban má

o los nervios habían invadido el lugar, en verdad nunca había estad

pero que en ese momento dio un giro diferente, lo que antes consideraba algo normal ahora lo veía sexy generando en la habitación

res cosas―comentó ella en un hilo

lguna razón que él desconocía o más bien que acaba de describir, Paula era hermosa y el no haberle

ón sin poder salir, con los nervios a tope. Ella sólo veía a la obscuridad como en busca de una salida y él de repen

a Paula― dijo Fernando en voz baja ini

de plática deba surgir entre nosotros, Fern

que no sea cierto Paula. Ade

nte y supo que lo que su amigo le había dich

la voz de Iván al fondo provocando que amb

tó Fernando recibiendo un “no” como nega

ativa para salir de ahí pero a la vez ansiosa por experimentar eso con su m

an especulando de lo que estaban haciendo adentro ―¡

ello y comenzó a acariciarlo con la punta de sus dedos sintiendo su suavidad. El calor entre ellos se sentía pesado, la tensión sexual había crecido y en ese momento ambos pasaron de ser niños a adolescentes sin

sus labios en una forma tan sedu

a en Fernando, ya no era la típica mirada pícara que siempre traía, la que le daba después de hacer una travesura, en ella, ahora, encontraba el deseo

ositiva, él tomó su rostro de nuevo con ambas manos y le dio oro beso, uno más intenso y largo que detonó ese deseo desconocido entre los dos. Sus labios se sincronizaban a la perfec

a sentir sensaciones inexplicables que jamás había sentido. Ella, acomodando las manos sobre su torso, lo acarició dando pequeños círculos que le

escuchaban afuera

s ojos mientras ella podía sentir como el calor se apoderaba de su cuerpo y de su rostro, si hubiese habido lio en ese momento, Fernando hubiera visto

ernando cuando la puert

nes volearon a verlos con un rostro lleno de

ronto, el que consideraba su compañero de juegos ahora se había convertido en algo más, en un

lar con ella y continuar con lo que era evidente, ambos se gustaban. Con lo único que no contaban es que semanas después ese deseo que había nacido en