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Historia

Capítulo 7 Nada ha cambiado

Palabras:1947    |    Actualizado en: 26/03/2022

a en SAFE

digo: 2011

DERECHOS R

entras él la recorría con su mirada de pies a cabeza c

un amigo visitar a u

o no supo que decir ni como reaccionar, era raro tener a Fernando ahí, hablándole, cumpli

e mí? ― Habló ella al ver

ños para que no salten de los acantilados h

sólo ustedes lo hacían.― R

bras para continuar ya que de pronto una timidez se había apoderado de ella.

odamos hablar

o y fijando sus papales en los recibos q

cho que conversar, ¿qué no

―pero tengo que trabajar así

uitó los recibos de la mano― ya estaba por

ida ceja negra en señal de victo

mó a Salma del brazo y la llevó más adentro

toy dando permiso para q

.― Murmuró ella en un tono

u amigo,¿qué no lo ve

er

e fue hace años atrás, ahora es otro y te está buscando

s diciendo que le hiciera caso a tu hermano

es guapo y que fueras con él, lo que al final se dé no es mi

do en una cola de cabello, jugó con él por uno momento y se lo acomodó sobre los hombros―

stro un poco colocando sus dedos por debajo del mentón para alzar su rostro― disfruta Paula, deja de pensar tanto cada acción que haces, cada co

alió de la trastienda. Fernando se encontraba viendo los productos y hundiendo las manos en las semillas que estaban

mentó Paula mientras salía d

sobre llevar todo lo que sentían, ahora pasaba lo mismo. Fernando sentía una ternura indescriptible por su amiga y una enorme curiosidad, mientras Paula trataba de dis

e algo Paula que me e

vo a punto de convertirse en so

n “Hola F

― Repitió ella

invitó y Paula volteó a los lados para aseg

ayer no dormí bien y hoy me levanté muy temprano,

d es que me hará bien caminar después de

lá?, si que fue ráp

lor, uno que no recordaba tan intenso, y la plática e

― Respon

iciera mas ameno el camino. Paula y Fernando veían el paisaje, como el hermoso sol que se reflejaba en el mar se encontraba rojo del calor que hacía y se iba escondiendo poco a poco atrás del cerro que se en

apilara en el peso que ya traía. Era exhaustivo vivir en una constante paranoia, de no poder disfrutar de un simple reencuentro como éste, pero era normal que la gente hablara, ellos eran los hijos d

ra. Al sentir su fuerte mano se puso nerviosa pero lo disimuló bien. Él Hablo

uí es una ciudad pero principalmente es un puerto, la vida es más lenta.― Resp

haberte reconocido, la verdad es que llevaba muchas horas de vuelo y luego se me ocurrió manejar hasta acá y la lluvia

argo y rubio que tenía provocando en Fernando una fijación en ese tic que

orque sabía que este reencuentro iba a empeorar su situación,

madre, me quedaré el

bien.― R

dije ¿por qué no?, así me entero de lo

o de mucho?― Inquir

es― voltea a ver a su alrededor― parece que aquí el tiempo no pasó, las mismas fachadas, las m

lsa y continuó caminando, le ponía un poco nerviosa

o por aquí Fernando, no tien

da como siempre, ¿qué fue de tu vida?, ¿aún su

asó a su lado y con un tono despectivo pronunció "Ya s

o? ― Pregunt

oco más rápido provocando que Fernando acelerara el paso―¿a tí como te fue?, ¿qué es

o un trabajo allá que me espera, un proye

en!, fel

no sé si lo vaya a hacer bien, si a la gente le vaya a

ribió que seguía teniendo esa risa contagiosa y esa faci

lvió la mirada hacia la de él, se acomodó el cabello y estiró la mano ―p

― Preguntó él arqueando una de las cej

cia sus adentros mientras la intensa mir

upado y yo tengo trabajo por hacer que a veces

te nada planeado que hacer, así qué puedo verte

u mano le dio un beso en la mejilla para despedirse de e

uerdo?― le murmuró. Paula sonrió tímida mientras sentía como

puerta y dejarlo afuera con una sonrisa y con una sensación rara en el estómago. Lo que él no sabía es que su amiga

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