N

que lo amo y lo infinitamente tatuado que lo tengo dentro de mi alma. Puedo parecer la más masoquista de

duro que me aterrizó en la realidad que ahora vivo, de nada vale haber llorado

ín, porque además

baño. —Intento mirarlo fijo, pero

todo

—Su voz es un po

pondo cas

doy cuenta que resopló con fasti

n, lo sigo amando.

as de inventarte excusas?. —Ahora me mira casi con

stidia que siemp

mo regreso poco a poco, justo al día en el que todo emp

SHB

, porque quiero verlo antes de irme, quiero que me invi

í a Martín que iba a esperar a que volviera, a

obal, que en ese entonces era el monitor de una materia qu

vida, María, ella es la persona que me ha cuidado siempre, ha estado pendiente de mi toda la vida y me

Me acaricia la mejilla, como c

tú?. —La abrazo, p

ocupada, lo

—Le explicó co

molesto. —Eso ya lo sabía, pero no tie

e gusta romper las promesas, pero no puedo seguir varada aquí en el hospital sólo

ta de salida, escucho mi nombre salir de su

vio?. —El grito que escucho es d

de todo su personal!!!. —Veo su cara de decepci

que del lugar y nos encam

rtamento de lujo, con muchas habitaciones, por supuesto que sólo está ocupada una, la mía pues las de

d yo no cocino absolutamente nada, lo he intentado pero no me gusta. Me alimento de comida pedida en domicilio y de la comida que mi padre obliga a María que preparare para mi, la m

él, así que no dude en aceptar cuando él puso semejante condición tan sencilla. Sabía que me estaba siguiendo y rastreando, así que los primeros meses, así que decidí hacer tantas fiestas y pasar las noches con diferentes hombres, con tal de que quitara de

oda la ciudad?. —La voz recriminat

me en paz, no soy una princesa frágil, soy más bien u

de cámaras, no es necesa

r adulta, tiene

iós

ós p

sado con Katerina y Cristóbal en su viaje, el propósito de él no se había cumplido y me temía que llegara hecho una f

e encanta la moda y me encanta vestirme bien. As

no me odien vivo cerca, pero no camino, no me gusta y tampoco conduzc

o, pues en la app me informan q

cimiento, la verdad es que no me gusta para nada este tipo de reconoc

la este nerviosa, es una chica demasiado seria y profesional. Tiene mi edad y tenemos gustos similares, con una única diferenc

ho se metió a la oficina. —Su vista

ué hablas Matilde?

o salir con un ramo de rosas y en mi ca