img La mujer de los tres dominnantes  /  Capítulo 5 Ahora soy Mahina. | 83.33%
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Historia

Capítulo 5 Ahora soy Mahina.

Palabras:2293    |    Actualizado en: 27/04/2022

pidamente se voltearon hac

las bancas alrededor del fuego. Él venía disfrutando de su noche, con luju

ael, era claro que el jove

s brazos de su acompañ

aró con voz demandante, hac

día de hoy, así que déjame tener a esta prec

la pelirroja, y vio su expresión que

y en un pestañear, sostuvo el brazo

te alejaras

ichael, abriendo los brazos en forma de protesta,

otros… Michael ―Jackson,

inmediato, viendo la mirada fulminant

labras, y recordó los murmullos

erta que encontraron, y qu

ad. Y, como si la ebriedad se le hubiese pasa

oy un poco ebrio, no qu

s ojos, la tomó de la mano y se la llevó hasta un pedazo d

si nada. Me hubieses avisado, al menos, que querías hacerlo esta noche. Aquí nadie te conoc

chica―, yo…, yo solo quer

círmelo, al menos cua

to ―le dijo ella

la gana. Y, sin haberse alejado en todo momento de su botella

Pero…, no dejo de sentirme atemorizada. Necesitaba realmente un poco de aire.

a luna con anhelo, como si buscara

on consternado, sintiendo como la furia se le desv

r, pero no sé qué es. Tengo sueños extraños, en la que me desvanezco en miles de ma

o tiempo que entrelazó sus manos para ca

os sombríos alrededor de una camilla. Ellos…, ellos con su

o teniendo

endo con pena,

prometido. Pues todos esos días se mantuvo a dist

ció él, impactando a la chica. Jackson, por

una cosa: él estaba

e nuevo su rostro mostra

ado―, es inevitable. Estoy segura de qu

ede

r una mínima confianza con él―, yo necesito recuperar mi memoria. E

ando por un breve momento. Y, concluyó que, tal vez,

s que describieron de ella. Sin embargo, un nudo en la garganta se lo impidió. La joven, ya se

de provenía, ni cuántos años tenía, pero una pequeña…, una peque

, viendo el agua brillar bajo el resplando

no

, aislada. Dejándote sufrir en la soleda

hica. Su sorpresa era cada vez más grande. Jacks

ca podía ocultar su sinceridad. Era como que s

Además, también debes tener cosas que hacer, no es tu obli

e no la estabas pasando bien ―se lamentó, pasando su mano por

ser tan duro…

eza, y queriendo li

peor día

é? ¿Algo

a con amargura, y luego beb

y amigable, sinceramente nadie me importa. Pero inevitablemen

a sin dudarlo. Jackson solo se le quedó viendola pas

Jackson, riendo con ironía

bien. No pu

e lo heredé de mis pad

es ser d

Cr

sup

posible ―acató el rubio,

ible, si te

iera en sus profundos pensamientos. La chica v

é dices que hoy es e

fallecimiento de mi abuelo, él era la única persona con quien me llevaba demasiado bien. Considero que soy e

lame

solamente lo recuerde. Ni siquiera, quiero pe

na buena rela

ui de casa y, lo más gracioso, es que nadie se ha da

ver

bufó, bebiendo un po

ía que me ocupe de la empresa más adelante. Pero ¿Qué puedo hacer? Odi

que c

edernido cantan

una sensación agradable en su pecho. Su rostro

sí? ―le cuestionó é

mente podríamos llegar a hablar de estas cosas t

o, esa es l

y tiraron una c

cenar conmigo una vez a la semana, pero ahora, nada. Como ves, ni siquiera se han acordado de algo tan importante, mi abuelo fue tan considerados con ellos y mira como le pagan. Seguro en este mo

imagino que estarías durmiend

s decirme eso. D

comportamiento inesperado de Jackson―. Ni siquiera sé mi nombr

ario sobre su estado mental, pero Jackson notó que s

icados, y sin darle tan

as. Sé que, aunque no es lo mis

ura y húmeda habitación ―bromeó la chica

lgo de culpa, por haber sido muy

rganta y luego añadi

¿Cómo no puedes tener un hombre? ―exclamó sin mucha noción, y

jó como un tomate por su equivocación y gracioso acto. La

ión ―murmuró, ella

. Debemos ponerte u

de pie, y observ

su perfecta sonrisa, mientras intentaba mantenerse de pie. El grado de alcohol en sus vena

llaron por el entusiasmo del

sta. M

l rostro de la bella chica. Jackson no pudo evitar

biera disfrutado tantas horas agradables como es

si no fuese por una entrometida que les ven

con quien Jackson, venía besándose unos momentos atrá

le antojara. Y, claro, sus características lo hacían muy deseado por muchas. Él, era un joven prominente de una altura 1.88; sus ojos color pardos eran su más intenso atractivo. Tenía el

hermoso. Si él no usaría esas vestimentas de chico malo,

turno, y claramente, no permitiría que una desconocida le venga a quitar

―le dijo exagerando su ternura, y le robó

ra. Él pensó en ese instante en alejarse, pero p

creo que ya tomé suficiente aire

ackson solo se quedó desconc

nida conversación, regresó a su habitación. Ella sabía que las co

mirando al techo, con un rastro de i

Me llamo Mahina,

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