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Historia
Prisioneros del poder

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Capítulo 1 : El heredero

Palabras:2098    |    Actualizado en: 30/04/2022

horribles gritos bajo t

de cien camionetas blindadas y los casi doscientos hombr

kilómetro desde la única carretera hecha especialmente para llegar a la

llos de oro nublaba sus ojos verdes como las lagunas, su piel suavemente pintada de canela estaba reluciente en su traje a la medida color negr

sacando con el mismo su

oxidada llena de sangre del rostro del hombre que tenían amarrado a una silla de madera completamente

s instrumentos de tortura Fausto rodó los ojos

blo Fausto con una grave y ronca voz dej

de tortura del resto del gran terreno. Aun con las prevencione

sangre, ori

da para dejar ver sus enormes ojos azules brillosos y deseosos de acción, su cabello negro como la

tola 9MM de la mesa. El hombre regordete atado a la silla intento grit

dignado hacia su

uitándose el saco verde militar ahora manchado de carmesí, Ulises también lanzo su camis

mbos se conservaban en

por comprar otro traje- respondi

amente vestido de negro y armado hasta los dientes, el cual no había dejado de apuntarle a l

u. Tenemos una fiesta que celebrar- el colombiano hablo

os sin mi-respondió Fausto rodando de nuevo los o

ria- finalizo Ulises aporreand

gruño. Como odiaba qu

de ojos verdes dejo caer el resto de su puro al suelo para poder aplastar las

eran sus enemigos. Aplastados sin

gustaba para intimidar a la gente. -Raúl...-murmuró temero

puestas y si las das bien vivirás- dijo Fa

erle leal señor- el tono de v

Fausto tratar ese tipo de gente. Con los mediocres, tra

ajas? -pregunto Fa

entrado al cuarto para desha

iformados y portaban tecnoló

bajaba para él; que se notara el poder, la autoridad,

diaba a los salvajes, los cuales parecían repr

halcón- Fausto pateo un pedazo de carne humana que Ulise

nto Fausto de nuevo acomodán

erraron de nuevo dejando sola

fecto estado y presentación siempre. Así que Fausto no tenía que preocuparse por dejar el lugar hecho

secuestráramos a la esposa de "Zeus" cuando llegara a México a la celebración del "Emperador"- Fausto alzó

traidores. Aquellos que hacían lo necesario para mantenerse vivos sin n

con alguien que te trai

scanses Raúl- dijo Fausto logran

os, pero al igual que las cucarachas sobrevivía en cualquier basur

al capo del cartel de lo

u pantalón para después dispararle dos veces en el rostro al hombre sin si

ablo en perfecto francés y

ió fresco del cuarto asintiéndole a dos de

ía finalizado ahor

ía a unos kilómetros de su privada mansión. El frío aire fue un regalo de cumpleaño

de seis años, Fausto sabía cómo funcionaba el mundo en el que creció a la perf

to y sus cercanos. La traición se pagaba con

ba haciendo con los más poderosos aliados que existiese

or orgullo de su padre. Su primogénito y nun

o hermano menor Cesar de Villanueva Nava de vei

ado y los cabellos oscuros casi rapados, Cesar era una viva copia de la segunda es

loso ni alto como el ahora capo del cartel de los Villanueva

sar le tendió una diminuta ca

; Vladimir ya se encargó de la situación- La calmada

camioneta BMW gris

o lanzo la caja de regalo a los asientos traseros. Cesar le asintió sin ninguna

ermano siempre estaba a

ego de poderío y peligro." Eso había dicho su padre cientos de veces, pero Fausto n

nero y el respetado apellido de su padre le había

s, sabía francés, inglés, italiano, ruso y español al pie de la letra. Él amaba hacer negocios de cualquier tipo y viaja

o el elegante físico de su madre, pero la in

a la hora de usar a los humanos como piezas de ajedrez en

ía de la muerte de Yvonne Ferrec. Después de haber visto su cuerpo sin

todos los negocios ilícitos dentro de México, de cumplir su

ado y, sobre

que fingir ninguna máscara aquí, al contra

a iluminada por enormes faros amarillos y rojos que los guiaban a la gra

, tenía todo lo qu

a algo lo obtenía a toda costa, como si se tratase de

más puertas a sus negocios, Fausto podía hacer lo que quisiera con todo

ualmente para que los dejaran operar libremente; para que el mismo Fausto pudie

país seguían el dine

dado al hombre, después de tod

rogas. Ser el heredero de la mafia más poderosa del mundo era el destino del joven Fausto d

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