img EL SACERDOTE Y LA VIRGEN  /  Capítulo 3 La tentacion | 6.98%
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Historia

Capítulo 3 La tentacion

Palabras:1254    |    Actualizado en: 31/05/2022

a la clase de mañana. Qui

la joven, sirv

miró con des

as a la iglesia, hija

año para preparar la f

n se co

ía su madre que fuera a

estado haciendo pensar c

í? No fue

ente no podr

rás", determ

parar, tengo que corre

e a alguien más, ¿sí?

Pero estoy seguro

ra ello, ¿verdad? e

Aparentemente no había m

madre. Le bastó entonces

ningún interés, po

Lo haré —asintió e

, María Rita estaba ne

de sus ensoñaciones. Ella, sin

si sonaba mal a

pero en ese momento s

ue sola a la iglesia e hiz

as rezando y ella se ac

diéndole que la liberara d

en su mente, llevándola p

e a sup

oz, procedente de una p

o. fue tan hermoso Lleva

tan alto que lo hacía p

isa de vestir y jea

celerado? ¡Contrólate,

e viniera aquí...

una s

a a ayudar con l

Carlos se giró, esperan

. Ella quería decirle

onas. Estar a solas con

na idea, de ni

habitación privada, con

da en la pared para rec

e relig

ganizar las ferias

a necesitar ayuda. Jun

s que vamos a formar una pandi

idad para eso – explic

do en uno d

n mechón de cabello detrá

o sabía que el vecino de al

tuvo ninguna reac

l… era e

claró con decisión.

ambién son mis alumnos.

Antonio, ya

ace

un maestro capacitado. ¿

co años. Sola en u

ntó, ponién

rlos su

es estar solo. Fu

ntarme al mundo yo mis

gacha y ella lo mir

ada iglesia a la que

ia”, dijo M

a sonrisa sutil

me siento como en casa

dor del lugar. -

ace

levantó, miró su

ue tiempo sufciente p

sobre la mesa, para abanic

strecha y no había muc

a calor y también la descon

ano al corazón y trató

mente no podía quedars

lla siempre había sido un

amino de Dios, ¿y po

ró los ojos, lo que

ara en sus labios sobre l

tirlos tocar los suyos. Y e

o sa

te de espaldas, alcanz

las mejillas rojas. Deb

rda

cias. Ella tomó la co

bi

padre Luís Carlos r

or en el vientre, ese

r otra razón y no que estuv

rgo, no era tonto, sabía qu

allí, aunque lo negara.

a fase de súplica a Dios

que desaparecer

sorbo de su café y trat

blando de la escuela, pero e

osados ​y carnosos... Hast

on las yemas de los dedos, imagi

Tomó otro sorbo de

recía que cuanto más oraba, peo

so no era bueno. En tod

mantenerse frme, sin pens

de ser fuer

o esperaba encontrar

o que era una mujer h

ue una mujer así tenía en

po lo que era ser un hombre, o

esión. Dedicarse a los

ó, colocando la taza

fascinante, porque te

o a mis hijos -

rie

. Sus palmas estaban s

, tratando de calmarse.

irle que se fuera, escapar

orque quería estar cerca

ba verla sonreír, una

eacciones en su cuer

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