sé cómo reaccionar, mi corazón está a mil. Siento calor, siento que me duelen la

rca y me pregunt

algunos papeles de la oficina, comería algo de vez en cuando, domiría, un-di-a-nor-mal. ¡Pero no!, resul

IENSO CASAR!. Si creen que voy a pagar su maldita deuda, conmigo no cuenten. Yo no

ocial. ¿que dirán mis amigos?, tengo 20 años. No pue

del shock. Enfurecida comento: —¡Esto es una locu

E YA! —gr

nunca quise que mis hijos fueran tratados como mercancías, pero cada día que pasa veo en lo

¿te estás escuchand

os llegado, como Inglaterra, dónde los Optimus manejan muy bien el mercado. Que nuestro reconocimiento sea global en todos los sentidos, pero ahora es por ustedes mismos. ¿Que no se dan cuenta?, tu Mía, eres malcriada y solamente piensas

ice: —¡Papá!, ¿por

20 años y lo más inteligente que has hecho e

ajajaja, eso no

uier cosa puede pasar. A qué hija de magnate has ofendido. Mi relacionista público está harto, ya no sabe ni que inventar para cada nueva aventura amorosa que tienes.Crees que no me doy cuenta de que siempre atra

cho alfa del mundo de los negocios daría lo que fuera por tener tu inteligencia, pero tan sola, mi pobre hija, cada día más sola, amargada, con pocos amigos. Mi

o a elegir con quién casarnos

lo tomes así. Todos usted

uien sabe que viejo asqueroso y feo

ionaria, si se enamoran, Si tienen un futuro juntos. Si al cabo de un año de casados no se sienten conformes, podrán divorciarse, no habrá objeción, ese es el trato. ¡Ah!, y para que sepan, se casarían con los nietos del señor Francis

aaa! —Se queja

sofisticada, bella y de un carácter un poco fuerte. ¡Justo lo que necesitas!. Su nombre es S

par, dice fuerte y desconcertado

e dice: —Espero me perdones, pero lo hago por tu bien. No quiero que mi hija sea una solitaria d

es? —Le

sorprendido.

berto el mayor, quien ya está casado y tiene una familia consolidada, y Ethan, quien hace años salió del país, nunc

vamente, lo que acabas de decir es cierto, por eso Ethan regresara pronto, (abro mis o

ermanos por lo menos saben con quién se van a ca

e que tú. Es un haz en los negocios, le dicen el lobo blanco, por qu

—Remilgo —¿Y

ice papá con m

noces?, que es

ía el hombre que se llevaría mi mayor tesoro, y debo decir qu

lo tenía todo

a!, preparate