una casa enorme. Con la entrada llena de árboles y flores, el cam

e auto y mir

stá en casa?

bitación —anunc

etas mis manos, el auto se cierra y avanza solito. Sigo

a la casa y el techo es muy alto, todo está impecab

quí, llamar

odos lados y veo a un chica de cabello negro mirarme de arr

usando el misml tono de

con la

que veo, al final con

a invitación abierta a Amelia —esc

Keyla, la he

gusto tene

escucho que bajan

ueron por Klaus —dic

con la

está? —m

sé —m

mis hijos —dice tom

a —habla mirand

responde la mis

stente

así —d

detiene cuando ve a su padre. Me suelta

icarlo —dic

O como dejas qué pisot

uerza el metal del balcón y

fendió —digo

mblando frent

, nos llamaron de la dirección

be que miento, per

n sus manos —digo tom

ada sería

surdo —dic

a, por eso casi le rompe la nariz —

rme, su mirada se relaja

la izquierda fácilmen

haría pero intento mantenerme cal

ablar contigo

. Él de inmediato

ce cambiando

is clases de piano,

con la

biarte, h

mi para subir corriendo las escaleras, Keyla int

iendo a

nada, hace lo que

s mentir

lencio, miro h

por lo que veo fuiste tú quien debendio

blar así —dig

i casa es por mi hijo mayor quien me lo ha pedido, pero hay regl

üenza asiento

verte para la cena, que se viene todos los dí

a cabeza repe

venida a mi casa, bienven

la entrada se cierra y log

joven, vestida con e

a buenas tardes

tardes —

primer nivel, en el área de visita

tas pero yo corro y tomo l

mbién serio comienza a caminar, la sigo por el pas

s. Dejo las maletas en el piso. Veo la cama con las almohadas blancas, con el cubre cama blanco, el sofá e

era varias toalla, todas están

aci

aliera por hoy de su habitación,

la cabeza

a todo po

aci

s fría, las paredes son blancas, se respira un aire

ego me tiró sobre ella, m

ré fa

me estará

ecordar

peración de memoria se de de manera rápida, te

la ropa que he traído de hospital en algunos

enar —anun