Barring

taban en la música esta mañana. Jason se encontraba en algún lugar de la habitación,

más con lo de Marianne

co más antes de decidi

su voz y su perfume. Ojalá pudiese soñar con al

a teniendo problemas para sacar algo propio. Algo fácil que tocab

se de B

sabiendo que Jason contestaría. Seguí tocan

s —La enérgica y estruendosa voz se detuvo a mitad d

scretamente. T

uarto de Jason. Soy Emmanuell. Estoy en la habitac

mi mano frente a mí. Le escuché dar u

so, podía sentirlo. Pero al menos no est

dido salir mucho.—Contesté sinceramente. Me a

venía a ver si todavía

oy de humor.—Dijo Ja

algo de ejercicio ¿Hay algún gimnasio bu

es donde voy. Es gratis.—Dijo, sonando un poco

—Fui hacia mi armario y comencé a buscar a t

Pero yo pe

para correr ¿ve

go no podrías correr.—Dijo con la confusió

orrer en una pista o algo a

dría decir solo por su voz que era un hombre grande

portaría que te siga? Han pasado unas bue

venir con nosotros?—Preguntó de nuevo. No escuché su

asillo. Me cambié rápidamente. Doblé la ropa y la coloqué en el mo

ta si vamo

ada.—Co

aba bien. El día era caluroso, pero no caminamos demasiado. Intenté aprenderme el camino, per

una vez que entramos. Me llevó con cuidado hasta una

e hace que vaya más rápido y

o sepas.—Me dijo Emmanuell. Tenía la sensación de que estaba co

zó a bombear y me sentí muy vivo. La sangre se precipit

tás especializando?—Pr

o?—Me reí, presionando los mandos. Más

zarlo. Tienes que hablar de ello durante años.—So

ús

del teclado.—Rió levemente.—A propósito,

s tu especialidad?—Pulsé el botón una vez más, ajustan

iolo

mis brazos, mis piernas comenzaron a arder por el calor p

e. Juego a baloncesto

e más sentido

ición, lo volvió a cambiar, otra vez. Maldita

piros. Era una chica desafiante.—No, voy esta noche ¿Qué quieres hace

ose

icenciatura de empresariales.—Su voz era feliz

mitad. Me hacía sentir celoso. Quería tener algo así. Pero ¿Cómo podía si ni