completamente agotada por
su novio, en el cual le explicaba que había tenido ciertos problem
señora Leonilde, además de eso, que tendría que caminar un par de horas p
dré hablar adecuadamente con Andrew
ión, le preocupaba que su hija se hubiese embriagado tanto qu
—¿Bebiste? — indagó olfateando cerca de ella, intentando saber si el olor provenía de la boca
n sueño— lloriqueaba como aquella pequeña niña que permanecía en la memoria de su madre. —Por lo menos, esta noche no fue tan de
— preguntó su madre intentando dar con la
a presencia no solo era bastante notoria en sus fotografías,
es habían inspirado a su hija a seguir su sueño y aunque, no necesariamente Brooke quisiera ser model
ija —¿No vas a bañarte el resto de tu vida o a lavar la mano que ella
eas para nada comunes, era como si un pay
ó modelándolo para su madre. —Margaret lo tocó, además ¡Lo halagó mamá! — se dejó caer por
orando cada uno de los accidentes que su hija había tenido tiempo atrás: las veces en las que se atoró en el sanitario o cuando olvidó que no h