uido de las palas del rotor de los helicópteros de los medios de comunicación se desvanecieron. Pres

largo de sus hombros proporcionaba un reconfortante

do en privado le había hecho evidentes años atrás que la despreciaba. No tenia sentid

onvenia y al diablo con las consecuencias. Era uno de los hombres mas ricos del país. Si el conjunto social

te se acer

obligó a pronunciar estas palabra

sbender. Ahora… ―tenia que aprovechar esta oportunidad para salir

―empezó a

or Fasbender. ―inyecto una

lo ms rápido posible hacia el salón de recepción en el extremo opuesto del cementerio, el sacerdote lo había acorralado. El homb

ciente cuando sus pasos fueron d

ac

tante y una fina línea arrugo sus

la expresión de Elías y se sintió destrozada por ello. Su opinión sobre ella no debería import

entre las suyas. ―Tie

La gente nos vera y eso s

gracias a Duncan. ¡Maldito! Dejar una nota suicida a

reprimido. ―Lamento que estuv

negaba con la cabeza ―No es culpa tuya.

pezaste a derrotarlo

us mentiras para revelar el control que tenia sobre ti, o para limpiar mi propio no

as haberte dado cuenta. Fue in

o ru

hubo ninguna prueba de sus activ

disgusto ―Había sospechas suficient

r que no fue designado.

Era arrogante, malicioso y so

de Duncan. Lucho por reprimir las lagrimas que se acumulaban y picab

imperdonable ―dijo Lu

arrojarse a sus brazos y sollozar con el corazón. Había pasado tanto tiempo desde que algui

armo de valor para seguir hablando ― Ya se terminó.

s se apretó con

ar nuestra reputa

lo que quiere creer y para ellos siempre

retaba los puño

imposible mientras el viviera; tuvo que enviar una copia de su nota

ente de frustración

r tu reputación y evitar que

ó la cabeza

onseguido. Bastante gente esta convencida de que s

ldito

uño derecho en su

sa de forma anónima sobre las circ

o hagas ―dijo co

a con Duncan había sido un infierno, pero de alguna manera iba a dejarlo atrás. Co

í, incluso en su muerte. Si se revela

or el esfuerzo de

o hare nada que te haga daño, y tengo demasiado éxito en los tribunales para

hel. Se le erizo el fino vello de la nuca y todos sus i

hacia aquí ¿Qué esta haci

spondió ella c

o solar, dificultándole la respiración. Cualquier posibilidad de

aquí ―desconcertó Lucas. ―Se que Du

una mina terrestre. Las ondas de choqu

anoia. Cuanto más tiempo habían estado casados, más secretos oscuros habían sido descubiert

e estas

ue Duncan estaba involucrado en la manipulación del jurado. Creo que la gota que derramo el vaso fue cuando Duncan compro boletos para una importante recaudación de fondos de caridad que estab

zó ligeramente sobre sus pies y su estó

abra salió ahogada

ceño ― ¿No sabi

enía

u matrimonio. Probablemente alrededor

acababa de quedar muy clara. Todo se trataba de venganza. Las comisuras de su

a para lastimar a Elías. Obviamente no se había dado cuenta de que

lla ―No es