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Historia

Capítulo 5 5

Palabras:1881    |    Actualizado en: 10/09/2022

e temblaban de forma involuntaria. Con una bolsa de papel en manos, donde llevaba un pedazo de

al extremo calor y el sol, típico de aquel clima tropical. Las caricias frías,

a en que se acercaba a la pequeña heladería de decoración

e se asfixiaba. Después de varios minutos de debatírselo, D

mirada en Franco, quien est

nita», pensó mientras

Ven, siéntate aquí. —Él la llamó a donde él se encontraba y esta accedi

daron solos en el negocio, Franco le levantó el mentón y buscó

ogrando que ella lo mirara a los o

a se s

aci

staba actuando ella, aunque este se imaginaba

mamá. —Le extendió la bol

ue, aunque la había acompañado varias veces

decirle que era un regalo,

erle esto a Franco. De seguro me mal in

r la que la mamá de Daniela le envió un regalo, entonces el temor lo embargó, ¿y si

ato en silencio. De momento sintió que fu

os hablar. —

No fue mi intensión besarte, de verdad, iba a apartarme, pero no calculé bie

ó que dijera lo primero

ico? —Franco estab

percibir el tono brusc

imer nombre que l

con disgusto—. Vaya, me habías dicho que no lo que

confundida con su actitud. ¿Acaso se habí

desde que dijiste que yo le gusto

chico para ti, ni siquiera te resp

ecto, te lo digo porque no quiero qu

escalofrío recorrerla cuan

ana—. Entonces no tenemos más razones par

o por unos segundos, tratando de

mpiendo el incómodo silencio qu

evolvió él co

arte ni hacerte enojar cuando decid

irse, mas Franco la sostuvo por el brazo y

abello—. No me molesta que hayas venido, es que he estado de

ró y asintió

resuró a atender al señor con las mejillas sonrojadas. Cuando estos se

ablando tonterías y haciendo chistes

s al extranjero

leo para que pueda participar sin probl

es tu sueño hecho

es mi sueño. Me gustan los deportes y ejercitarme me hace

la sorprendida—. ¿Cómo

l techo d

o no es profesión para mí, que yo nací para la fama y el reconoc

to? Es decir, ¿le has dicho qu

da miedo enfrentarlo y decepcionarlo.

e puedes hacer ambas cosas —le animó

uál es tu sueño? —p

ersidad. Tal vez me busque un empleo para ayudar en la casa en lo que pien

nte que puedes s

a con esa sonrisa tan se

rera misteriosa

no quiero q

rlaré, lo

jas y la miró por

no se lo d

imuló que cerraba

diar gastronomía

es cocinar? —pre

o m

qué la

do los programas de cocina que pasaban en la tele, me impresionaban todos los plato

según él, era un juguete de niñas. Estaba confundido al principio, preguntándome qué hice mal. Luego jugaba con mis vecinas a es

on ojitos llorosos, debido a lo

verdad te gusta la cocina. Es que no te imagino

temporada. —Franco se levantó de su asiento y tomó una cucharilla que, usó

ponían y lo exaltada que estaba. Daniela abrió la boca y, cuando el objet

—dio su

¿Quieres c

gar con la cabez

uedo comprarlo.

cupes, la c

bes ha

u pantalón y lo puso en la caja regi

ser vendedor y clie

aci

—Le pasó el helado

dio una lamida al cono, pero se

tan cerca, Franco detalló aquella mirada singular con admiración.

nda? Me lo estás poni

grandó los oj

me voy a enamorar de ti.

y por un momento sintió

¿Él iba a besarla? ¿Ac

nó en el lugar, lo que provocó que e

focó su atención al otro lado del mostrador, s

cio hasta los hombros, cuerpo delgado y vestida de forma sensual y llamat

er a la chica allí; por su parte, Daniela observa

ndo ella se percató de su presencia—.

como buscando una explicación, con la esper

reguntó la joven, detallando

a, una amiga. Daniela;

*

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