és de que esta se fuera y, veinte minutos más tarde, d
impotencia, pero entendía que su amiga no podía esperar más. Suspiró al d
a ti! Mañana mismo te confesaré lo que siento y te pediré que seas mi novia. Cómo deseo verte
*
i de helado y un conejo de peluche gris,
s de su corazón, la respiración errática y los temblores de sus ma
gia le visitó al recordar todas las veces que se detuvieron a conversar allí después de la escuela. No recordaba la razón de él no
n dirección a la entrada de la vivienda, pero un letrero en la
adera. Entonces las palabras de Daniela empezaron a tomar sentido. Corrió en dirección a la p
lamado ni a los toques de la puerta, fue cuando el tem
de seguro ellos habían salido y por eso nadie l
esta le diera una explicación, pero después de dos hora
casa vecina. Ella se detuvo y este corrió en su dirección y, co
e vivían en esa c
o y el peluche en las manos
aparte de que ellos eran muy reservados; mas sí escuché que el vecino encontró un trabajo en el interior del país y ayer entregaron la casa y se fuero
pero está muy ent
se mudaron ayer y ni siqu
asi
aran el corazón. Entonces recordó la prisa y la
ió lejos de allí con el corazón acelerado, ignorando los llamados de la señora. Es que no lo podía cre
estaba llorando, tampoco las miradas cur
vocaba. Después de un largo rato, se sorprendió al ver el mar frente a él y fue c
s límites de aquel malecón. Su ropa estaba mojada del sudor y el pecho le subía y bajaba, gra
ompleto de mí. Solo se trataba de ser sincero y aceptar que ya no sentía lo mismo por Erika. ¿Por qué me dejé llevar por los celos y te
s, después de sacar su frustración con gotas de dolor, mi
nunca cociné para ti y, a
hoy no hay tiem
si te amé l
stoy
ablarte ah
n mis dientes (Se ro
tantes? (Las co
hoy no hay tiem
si te amé l
stoy
ablarte ah
n mis dientes (Se ro
tantes? (Las co
nunca escucharás
un lamento (Sumer
, son todas para
(Una por una, aq
osarán entre
Me faltas tú) No
pronunciarE
en los r
ías que corrí
ue puedo habla
a Pa