a situación de tal índole. Para Donato no cabio duda que los rumores en torno al comportamiento de su madre con el

madre? —cuestiono con un tono de voz

desvergonzada

mujer ha hecho

abes? — cuestio

Los dedos de Julia aun continuaban marcados en el lado derecho de su m

a que había aventado en el rostro de la criada —¡Esta des

de tu propio hijo mujer — espeto q

—porfió sin dar

a su hijo decepcionada, se giró sobre sus pie

a— dijo Tess tan pro

eponiéndose en su camino. —Creo que no es necesario

su mejilla. Tess abrió los ojos con desconcierto, templo con el contacto de sus dedos. —Tranquila, no le h

ordeno sin decir más, dándole la esp

—“No es digno de confiar” —musito, secándose la sudoración de las manos en su vestido. No obstante, el miedo se

rseguida, de modo que camino rápido y no se detuvo hasta llegar a la esquina de un ca

ncio, desde lo más profundo de su c

—dijo el Teniente sorpre

a mano al pecho, no podía creer que ese

que pidió prestado en el café. Tess lo observo absorta —Su mejilla —le indico llevando

iamente la almohadilla en la cara. Aunque no deseaba darle el

oducente que su famil

os discutiendo esto si no fuera por el

pas señorita, créame, n

pie tomando los bordes de su vestido y emprendiendo la marcha. Donato se sonrió de su mal temperamento, no estaba acostumbrado a qu

caminando, no tenía intenciones de detenerse a escucharl

ssa —se dijo así

or el brazo. Tessa se dio la vuelta desencajad

ta Teniente, l

dor —le indico con un corto movimiento de cabeza. Tess echo un vistazo, las personas que transitaban en la calle se les habían quedado mirando. —¿A q

lo que

rla y hablar con ust

ulto Tess desconf

solo

é desea saber? —inquirió a reg

usted ¿Cuál es su

ía lo p

nda —le

gracia las perso

r en detalles, mucho menos explicarle que su madre

agrado Teniente. —

sistencia comenzó a irritarla y sin darse cuenta

Garrat

su agradado solo por ser Garrate

ía hacérsela a los

reguntando a u

rogantes, impertinentes, altaneros y soberbios. No hacen más

anos con jabón el día que me conoció. — Tessa se tamb

camino—Concédame un mes y le demostrare que no soy esa clase

e pueda impedir

vor de anoche. Está en deuda conmigo y no