img El Secuestro de Lucía  /  Capítulo 4 UN PADRE PROTECTOR | 9.30%
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Historia

Capítulo 4 UN PADRE PROTECTOR

Palabras:1572    |    Actualizado en: 31/10/2022

- debo confesar que me

con voz austera y

algo?- me

samente lo qu

oma asiento- aceptó el ofr

ien- tensó l

bi

ía, no es fácil adaptar

adolescencia, una etapa bastante dura, sin

es. Conmigo es to

tono de obviedad- la verdad es que yo

ucía, comprende que tú destruiste el hogar que yo

go todo lo posible por ganarme su afecto, al menos s

- ella no puede respetarte Rafael, al menos no en las condiciones que

e ella y mis hijos. La trato bi

le pregunto emp

é te r

. . ¿Por qué Lucí

ue sufre d

rme tranquilamente toda la noche, se levanta descansada

encoje de hombros- la verd

sabes?- le miro con

cusarme de a

que le roba el sueño a

ue ocurre Neithan, no sé porqué Lucía no puede dormir, pero te as

unto fijándome en cada movimiento de si cu

nada bueno, de serlo estarías h

seriamente- no quiero averiguar que algo macabro sucede bajo tu techo y que le impide a mi

a Lucía!- me dice fur

icho y

igo, eso es lo que has insinuado

mo un vil ladrón, te metiste en mi casa, en mi cama, con mi mujer, y sólo Dios sabe lo que me costó no hacerlo- todo mi cuerpo está en tensión- pero no toleraré ni un solo maltrato hacia mi hija, no permitiré que ni

estoy determi

ía.

e pregunta Becca, co

oy ni he llamado a Allison, seguramente se

con ustedes, yo podría pedirle permiso a tu madre, Lucía- sient

le digo apenada, sintiendo

ompañará- mueve las cejas cómicame

o la opinión de mi madre, no tiene moral para reclamarme n

grita Bec

rte la mía- dice mirándome directamente a los ojos y logrando que me ruboric

cha. Hemos decidido ver una película de romance y la verdad es que no puedo concentrarme de

giro y lo observo, a pesar de la oscuridad sus ojos brillan y la h

. . -

os y me acaricia una mejilla, siento como un hormigueo nace justo allí donde me toca y se extiende por todo mi cuerpo. Su pulgar recorre el contorno de mi labio inferior, y t

Gabbe y yo, vivimos muy distanciados. Dejamos a Becca en su casa, quien promete llamarme, entonces le doy la dirección de mi casa al taxista, mientra

e desdeb lejos- me giro para verlo a los ojos- tan hermosa, tan

Gabbe, yo no me imagine

mo. Llevo todo el día diciéndote lo que siento, pero no qu

í- le dig

gunta y mi corazón

ca que hemos llegado. Él baja del auto conmigo y me acompaña hasta la ent

n día

sonrío- el m

sta?, ¿pensarás en ser

mi padre?- le pregunto nerviosa- él. . . su op

sonríe- podemos hablar con él

unca antes había tenido y no puedo creerme que me esté pasando esto. Cortamos el abrazo y me quedo allí mirándolo, esper

suave, y muy agradable, no sé hacerlo pero le imito, permitiendo que mis labios se muevan contra los de él, siento que mi cuerpo se

imaginé- me susurra-

enta que pierdo el decoro- me gustas mucho, muchísimo-

si. . . - me suplica- te prometo que ha

nga. Gabriel, es un buen muchacho. Él vuelve a b

mos mañan

luego lo veo subirse al taxi y alej

vio! Sonr

o se enoje. Suspiro y

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