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Historia

Capítulo 5 Cena conmigo

Palabras:2460    |    Actualizado en: 13/12/2022

ítu

con

e acostumbrarme a esta nueva rutina de estar en el mismo lugar con un hombre que

que el trabajo no se le acumulara. Tampoco me dejaba trabajo extra a mí, como lo hacía mi antigua jef

lo dirá sin contemplaciones ni empatía. No le importa si te molesta o no… y lo peor, es que lo dice de una manera tan…

as personas. Es como si realmente fuera capaz de leer la mente de los demás, o al menos así lo intuía. Por suerte, había obtenido una víctima favorita para eso, Johana Cannel; consiguió sacarle tanta informac

nta que es alguien que odia los protocolos y no solo eso, sino que goza saltándose las reglas, cosa que en

có en la visión del marketing de Shibari Lengerie, especialmente en la reestructuración de todo el paquete promocional que teníamos. Al ser una empresa que se debía, en gran medida, a la publicidad, era idóneo que esta pudiera es

mos de la época de lCretáceo, metien

delos y nos enfocáramos a trabajar con mujeres «reales», que se adecuaran a los cánones de belleza de todas. Aplaudió la iniciativa de su padre en dedicarse a emplear modelos nóvel

o que buscar ayuda psicológica después de esta primera trabajando con él. Era un show verlo aplicar sus trucos men

ntos años, con una panza incipiente y un rostro congestionado oculto detrás de una espesa barba moteada de blanco y negro. Siempre pensé q

xcelente visión para ello, aunque no lo pareciera. Había conseguido hacerse con vallas publicitarias importantes de todo el país, quitándole lu

ran elevadísimos, a pesar de que todos sabíamos que eran principiantes. El principal requisito es que tenía que ser una representación en la Tierra de la misma Afrodita, con un cuerpo

umores de pasillo que sugerían que era un «mano suelta», un acosador que siempre decía piropos a

ck dentro de las reuniones, era Cannel, quien ya se veía completamente perdida b

ho más atractivo, especialmente cuando se hacía el payaso y contaba algún chiste

staba, c

ra de material. Los proveedores habían avisado dos meses antes que sus costos aumentarían, pero la ex Reina Regente no

ki Minaj cantando Bang-Bang. No era mi estilo de música fav

té un par de veces para buscar las facturas del mes anterior para anexarle un comparativo a Patrick en la carpeta, justo en el momento que

over you, eh eh, Just wait a minute, let me take

e Patrick apoyado en el umbral de la puerta que daba a la es

se escaparon de mis manos y los auriculare

ninja de lo sigiloso que era. No era la primera vez que me

reguntó entre risas, camina

odillándome para recoger lo

us disculpas — se burló. Rodé los ojos y me

ue veas la comparativa — dije, metiendo la últim

scritorio. Yo me quedé ahí parada, sin s

a punto de soltarle un «no es tu problema» sin darme

n — respondo

gusta más esa curvatura socarr

e J, Ariana Grande y

ipo de música — dice, dejando

directamente. «Y lo hace», le respondo en mi cabeza, pero ni

es que dejé por ahí y por allá. También me ocupo de guardar los auriculares en su pequeño estuche y de quitar el reproductor de música

al. Con ese último envión de ánimos, abro el correo electrónico y estoy a punto de escribirle

de lo que acabo de oír. Por un momento me vuelvo muda y las

a autómata, regañándome me

o de responderle, pero me interrumpe. — ¿No a

ómo sabe que tengo un gato de masco

son difíciles de eliminar, especialmente cuando tienes una angora consentida que se pasea y hecha en cualquier lugar de la casa. Lo observo fijame

cada vez más acostumbrada a sus arrebatos de adivino. — Y c

as diciendo señor, apenas tengo treinta años — dice, ahora miránd

tonce

jugar conmi

mi rutina cuando él está en la oficina y me encanta. Es con la única persona de la compa

o,

atr

tono cansado, arrastrando la «a»

es, cena c

Q

QU

él ni porque me pague, es mi jefe, ¿se imaginan la que se armaría si se enteran que salí a cenar con mi jefe? Si hay algo que me gusta de mi per

mente, pero sin m

cena c

hm,

gusta llevarm

o,

grábatelo. No me gus

perturba tanto como se me hace irresistible, al punto que presiento que me va a besar… o

eno co

r conmigo? Veo un atisbo de sonrisa y noto como un pequeño hoyuelo se forma

puedo evitar sentirme deseada y eso provoca cosas en mí. Trago grueso y noto como el calor se apodera de mi cuerpo. Estoy sonrojada, lo

n par de paso hacia atrás antes de girarse completamente. Primero va

muñequitos cabezones que suele haber en los camiones. — Perfecto, me recomendaron un buen res

ran ante mis ojos, quitando de mi visió

ando las puertas metál

rme a mí misma. Deseo gritarle, pero ya no tend

dispongo a recoger mis cosas para marcharme, cuando e

ónde vives, si no estás lista a las siete y med

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