Quieres ir a París? ¿Barcelona? ¿Venecia? ¿O un recorrido po
e le han enseñado a enfrentar sus problemas y sus miedos, aunque, la verdad es que ell
es que por
situación, pero te aseguro que pued
al de la familia, Héctor siempre impone la seguridad de todos, con escoltas, GPS y una vigilancia constante. – Sé que eres joven y solo deseas divertirte, tu madre y yo, siempre pensamos en tu seguridad y ciertamente, aunque has sido muy irresponsable al escaparte, no te has me
la comida, no hay problema” se imaginó ella misma cocinando, aunque nunca cocino en casa
nviar un grupo
de todo esto, de todo lo que es mi vida ahora. No es que no lo apr
s dejas que alguien vaya a verte ocasionalmente para ver cómo estás, ¿Bien?. – Suelta su p
, no espera que le fuera tan fácil conven
todo, ¿Dónde
o un sitio tranquilo, donde no me conozcan, no sé… Algún l
raba a la nada, o simplemente recorda
con convicción. – No quiero que nadie lo sepa, no
itio, ni siquiera tu madre, pero tendrás que comunicarte con tu ma
sin embargo, sig
. Pero
que hablar c
ún mientras habla con ella, parece ensimismado desde que le dijo
viarás? ¿Qué lugar e
bido a nuestra posición, desde muy jóvenes tenemos muchas responsabilidades. Por un tiempo, eso me sofocó… En algún momento de mi juventud, decidí irme, dejar todo atrás, olvidarlo, ¡Tal como tú ahora! Aunque no por un tiempo, sino para siempre… No quería este ti
o un hombre intachable y ella nunca lo imaginó de otra manera. Héctor se queda
o, cerca de una costa… Un sitio tranquilo, no muy lejos de aquí, no podía permitirme salir del país con el poco dinero que tenía. – Miro a Mia significativamente, ella entendió de inmediato, lo mismo que ella buscaba “un sitio tranquilo” – Me fui con un grupo de amigos, pasamos meses festejando, desenfrenados, enloquecidos… - Esto era lo más increíble que Mia había escuchado en su vida acerca de su padre,
¿Me enviarás
así como a mí,
ueña casa, ¿Por qué no la vendiste? T
unque es una pequeña casita común, encontraras que es un lugar hermoso y plácido, un pueblito humilde, la gente es amable y no a
abe? ¡Ella lleva un registr
a, de la que no estoy orgulloso y nadie lo sabe, si te lo cuento, e
abraza a su pad
para verla a la cara – Y sé que no te agradará. –
lo sabes, e
rte en ese estado, necesitas urgentemente otros aires para
e su padre, para nada la sorprende, tampoco le molesta enfrentarlos, solo que teme, no de
murmullos y risas escondidas, todos exponen sus posibles reacciones, muchos opinan que reaccionarían con gritos, insultos, amenazas, golpes, incluso hablaban de buscar armas, cuchillos; cuando fue el turno de Mia, de la forma más insolente y pedante nada
nadie físicamente, sin embargo, sus palabras y acciones calculadas, podían destruir a cualquiera; en cualquier situación, por más frustrante o molesta que fuera, se podía ver a Mia concentrada y fría. Cuando terminaron de dar sus
Y pensar que en ese momento yo consi
iña, enfrentar tus problemas. Eres una Herrera.
i…
maba la barbilla de Mia para mover su rostro hacia él, de frente, ha estado esper
os, “¿Qué es lo peor que puede pasar?”. Ya había sido agresiva y había expuesto todos los insultos que conocía, ah
Mia le da un corto abrazo corto