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gún sobreviviente. Lo peor de todo, es que el cuerpo de mis padres no había aparecido, pues el avión se derrumbó en el agua. Estaba más que devastada porque había perdido a la única familia que me quedaba y porque ni siquiera tenía las fuerzas como para tener esperanza de que ellos regresaran alguna vez. Las personas que tra
uviese ahí para apoyarme, sin los besos de mi madre o los abrazos de mi padre. Ahora era
hice más que eso, pues no tenía las fuerzas ni las energías como para poder hacer a
del auto para caminar hasta el lugar de sepelio. Había visto a mucha gente elegante caminar por el cementerio, y según mi nuevo asistente, todas esas personas eran conocidos y amigos de mis padres. A la mayoría d
pronto, señorita White
más gente caminar en la dirección a la que yo también debía ir. El s
lugar del entierro, donde las personas iban tomando asiento en las sillas blancas y adornadas con flores que mis empleados ha
ente, no me salían palabras y no sabía muy bien qué decir. No era por ser una persona poco amable, es que estaba atravesando el peor suceso de toda mi vida y n
de mis padres. Sí, mis padres eran creyentes y el padre Frank los había conocido muy bien desde hace muchos años. Esta
as de la primera fila del lado izquierdo. Mis ojos viajaron de inmediato hacia é
ención a las palabras del padre, mientras que yo dejaba mis ojos en él, pues no podía dejar de admirar su belleza. Se notaba que era uno de los tantos mill
ermaneció en él, quien ahora llevaba los brazos cruzados y una mirada dura, seria. Creo que reconoció que yo era la hija