guardara hacía que me comportara de esa manera con él. Se quedó observándome un ins
que todo quedó cl
e cierta manera, nuestros padres se lo han creído. Hacemos muchas fiestas en nuestro yate, yo me encierro en la habitación, y é
o todo como si fuera un cuento de hadas, ellas solas toman sus decisiones como si yo no existiera y no fuera mi boda. Las dejo porque no me interesa en realidad. Mis abuel
escogió mi suegra, junto con la tiara, y el ramo de flores naturales, a pesar de que le dije que era alérgica a ellas, por lo que tengo mi nariz roja de tanto estornudar, mi mad
con lágrimas en los ojos. Mi abuelo no quiere que me
par conmigo! —Me susurra al oído. Lo abrazo
s años estaré libre, y me
te sacrificio para eso h
r papá, así después no podrán
o Bela, que se l
A
lema que te dé ese bueno para nada de Luis, m
meto Abu, t
tar, donde me espera Luis, con una expresión de emoción hipócrita, pero que todo el mundo
, estar sola en esta gran ciudad. Los primeros dos días, los paso en el hotel, el tercero me arriesgo y camino hasta una plaza, a dos
s para la familia. Se veía muy fastidiado. Al final, me dejó con el chofer y
e mano arriba retrucando las puertas, haciendo que
algo? —L
rías hacerm
amente di
lase turista! Quiero
uviera pidiendo aquello. Pero al ver que no brom
mero de
y cinco, e
parte del avión y de paso no estaba obligada a permanecer a su lado diez horas. Pude observar, una despampanante
e yo, que me saludó sonriente y que yo solo incliné mi cabeza levemente contestando el saludo y dándole a entender que no me interesaba co
Luis. Me mandó un mensaje, diciendo que lo justificara con sus padres, si por ca
a coger un taxi. Pero justo, cuando me tocaba, desaparecieron to
que necesitaba alguna orie
díg
ark. Si le hace cam
o se preocupe. E
o al lado del otro, y no te comí! Conozco a
a, no te
del señor Sardino. Ellos tienen negocios con mis pad
Estaba realmente cansada y quería llegar a mi casa para darme un buen baño y dormir. Él percibió mi lucha y bajó raudo, tomó l
stes, acepta
se le caía en la frente. Lo hacía ver aún más hermoso. Su cuerpo, se veía que lo cuidaba muy bien. Y sonreía constantemente, mientras hablaba de sus viajes. Llegamos, ante
as gr
espalda, y me introduje en mi casa. Pude sentir que él estuvo mirándome, hasta que la puerta s