eno apogeo, habían diferentes secciones entre ellas la barra donde los solte
yle, pero no
ia botella a su lado junto a un pequeño vaso de vidrio cas
ción con Alice, la amo y no quiero que
ar? —Soltó una carcajada inconsciente mientras masaje
serio intenté amarte… pero Alice… es especial, solo ella
—reprochó mientras se servía otro vas
hacer los amigos inseparables de antes… antes
al altar vestida de blanco y flores rosadas… el mismo chico que le brindó la salida a su desesperación, e
so de vidrio que sostenía su mano mientras le daba vueltas.
Hayle sintió la pequeña lagrima mojar su cachete saltar hasta su vestido carmesí, con su mano limpió el camino
ente no paraba de entrar y salir sin muchos rodeos, para algunos este
dió inicio a toda una aventura, y
móvil, habían más de 50 llamadas perdidas, 20 eran de su prima
ispuso a seguir bebiendo pero la botella ya se había vaciado, así que le hizo señas a
de los
deseas puedes dejarme tu mensaje y te respond
ra Miller esperaba ansiosa saber algo de su hija
—exclamó el
no sabemos nada. —La señora Miller tra
salió idéntica a su mamá, es igual de te
no es bueno para su salud
ndo decidí unirlos en compromiso,
ida sonrisa,agachó la cabeza para disimular, no quería demostrar
vuelta y lo guardó. —Señor Miller, no debería preocuparse
tes de su boda… Hayle sabe que usted ha trabajado mucho por este
matar un día de estos.
*
repentino para el pronóstico del tiempo para la noche; Hayle s
ya se había acercado la hora en que la gente ya se estaba marchand
do hablando a mis espaldas?... —balbu
ñor n
que estaba apoyada y le indicó al señor que se acercara a ell
matrimonio… —Soltó un hipo.
egar pero esta vez
—Lo soltó y el bartender rápidamente se alejó acom
er y sírveme otro trago… —Hayle
notó a simple vista su inocente belleza, su esbelto cuerpo y su ropa cara, «Debería estar agradecida que se va a casar, hoy en día no
barra, levantó la vista para buscarla en el lugar pero tampoco la
*
Noah Lynn, en compañía de Katherine Winslow, la hija del diplomático Wins
poco cansado, supuso que era el momento perfecto para su jugada, se levantó y levantó un poco su vestido azúl ceñido al cuerpo, caminó despacio hasta el asiento de Noah y sigui
dirigido la palabra… dime ¿mi
ro lado extremo al de Kathe. —Sabes que lo odio. —tomó un sorbo —No tiene
e seas tan frío conmigo, teniendo en cuenta todo lo que he hecho por tí —Arrugó la
uedaba y se levantó y acomodó su saco y su corbata —Lamento si mi act
suró a detene
abeza en direc
te fueras… —h
y lo soltó de inmediato. —Hace mucho que no hemos compartido juntos, al menos como familia
te tenía razón, tenía pensado llevarla a un si
*
aba con mucho cuidado de no caer, se apoyaba sobre ambas par
volveré a beber.
vió, fue a un hombre de muy buen porte sentado en un sofá color negro, tenía compañía, una hermosa dama que le acaricaba el cuello… estaba escoltado por dos hombres muy grandes y de bajo
rocedió a mirarse en el espejo y observó lo patética que se veía en ese est
se con Michaell, con quien estuvo comprometida desde que ella cumplió 18, no lo amaba, claro estaba,
se mundo lleno de esperanza, anhelaba casarse y formar su propia familia junto a él, pero hasta en eso ella solo
guien que nunca amó y eso
deseo, no permitas que me case con Michaell, te juro que haré lo que sea, pe
ermina