ítu

encima y corrió a sac

aba una pat

ara ti? ¿No quer

tienes el dije —murmuró él, con el ceño de conej

do alguien muere. ¿Es que no se d

ata delantera—. Imagina que me vieron transformarme en hombre contigo en e

para quedar a su altur

ue no te persigan a ti por ahora, pero que yo esté c

separarnos

ida, Za

Estos pueden creer que yo tengo el dije, pero otros no lo ha

furruñada y cansada de no ver

ece no te

como conejo. No deben verme en forma humana. Mientras nadie más me relacione contigo,

o durará

echó lo

dió la pata que tanto había mirado hacia ella

é es

mí. Seguramente la flecha estaba contaminada con este embrujo. Como primer efecto, no p

año. Sinceramente, no tenía idea de nada. Cada cosa que mencionaba Zack la confundía m

de su caminata—, ¿cuándo vas a contarme en su totalidad q

sus

el humano le dice. Tan solo nos usa de transporte —aclaró—. Yo tampoco estoy tan seguro de qué es con todas las letras. Hay cosa

ué hay gente que lo quiere? ¿De qué le servi

la gente quiere usarlo para hacer cosas horribles. Decía que había alguien que podía forzar al dije a hacer su voluntad, pero ni él sabía quién era. Yo creo que… eso de que «hay alguien» —agitó las patas como si estuviera haciendo comillas con los dedos— es interpretado por los que lo buscan como una leyenda.

ron solo pa

n mi entrenamiento. Todos creían que iba a lograrlo… ¡Pero no! —Su voz sonó alegre esta vez, como si estuviera feliz de haber decepcionado a su familia enter

deando la cabeza con pena. Se miraron a la cara

ntiend

llos sufrían por ti, pero luego me dices que e

k n

ntendí sus razones y las seguí con fervor. Sin embargo, cuando él murió y me tocó seguir sus pasos,

o en la cuenta de lo que en verdad s

telo, pero aunque yo esté aquí, cuidándote, nunca podrás volver a pensar en la vida como la veías antes. Sie

se quedó en silencio, sopesado las

ragando saliva—. Ya sé que lo dije

as orejas—. Pero tienes que s

que nada va a ser igual! —ex

a acabar m

partó la vista, entre asustada y

interesado por ver cómo te duchas, pero al

vez por vergüenza, y alcanzó a darle

o —dijo en

sus

y piernas grabado en mi cerebro, ahora solo me falta completarlo co

, Zoey se paró de un sal

ras así de desubicado…! —

¿qué? —la desafió él,

las razones por las que se enfadaba: claro que le encantaba que él dijera alg

casos segundos en los que tardaba en reaccionar…

e ella. Debía recordar que vení

ó la c

lado poco educado —dijo, acentuando las p

puede afectar mis poderes en todo sentido. Si

ca podr

ejo en medio de una clase y sin poder controlarlo me vuelvo humano. Reviento tu mochila y todos

fantasma de Zackary Collins. Si solo Jessica lo viera, sería fácil contenerla comparado con ex

forzarlo. Para él sería un poco de magia y nada más —señaló su pata—, ya que sospecho que no debe ser u

onces

gó rápi

no sé qué puede salir mal, porque no conozco a fond

l dije no sería má

e haría a ti intentar usar su magia? No está hecho par

o funciona y no puedes

o sab

és aquí si no podemos quitarte el

ompletar la frase—. Pero no lo sabemos. Me niego

muerte ahora, Zac

es

onveniente usar el dije ahora a e

r el dije y punt

lo intentando convencer al otro de que lo mejor era lo que decían. Estrec

transformarte… ¿al final quién es la

ruñó él—. ¡Y es m

ra como si quisiera desprenderse así d

niños… la familia de Zoey. Todos estaban histéricos. Los padres llegaban como desesperados a s

on a la directora y a la misma chica para avisar que iban a llevársela hasta

dije, pero ella estaba con sus padres y con la directora. Habían llegado al cuarto

r transformase y mucho más con no haber podido encontrar una solución al hechiz

aceptar lo que menos deseaba hacer

lizar el acto. En esos días había notado que su magia se había limitado bastante. Zoey tení

s del colegio en la madrugada, hacia la escalera que llev

uzaba de brazos, sentado en su hombro. Ella empujó la puerta

lo que quiera. No estoy de acuerdo. Cuando

lla, intentando tener confianza

se había sentado en él. En ese momento, Zack habría querido morderle la mano para quitarle esa sonrisa emocion

ay que hacer? —ha

mbro y cruzado de pat

do —repitió, enaje

los ojos

ta en la cabeza blanca. Zack se volteó de mal humor y ahí juró que

golpee

que dejes de actua

había enfadado y había sacado

no quieres mis servicios, podría irme tranquilament

s; pero se mordió la lengua para no lanzar más cosas que lo molestaran. Debían hacer

ey llevándose una mano a la fren

y fue allí cuando s

tín. Probablemente esto ni siquiera funcione. Algunas veces he probado usar su ma

ie

nte a ella y le

s, se sujetaron. Zoey lo miró fijamente, a la expectat

tió Zoey frunciendo el ceño.

hi cum fide et f

ceó algo parecido hasta qu

Qu

ue tu

i —dijo Zack con

tte ho

et frangit

a, y Zackary asintió, recordándole el poco tiempo que tenían

erza invisible los empujó, a cada uno, con un poderío sobrenatural,

que caía, fue consciente de que ella moriría al llegar al suel

realizó un clavado épico. Ella no había tocado el suelo, así que se aferró al torso de la chica, se colocó debajo y

o hacia arriba antes de golpear finalmente contra el suelo cubierto de

irando de su cabello para mov

a mascullado

o convencer. Luego tuvieron que esperar toda la noche fuera a que

, estaban muy conscientes de que un aura de peligro rondaba a su

o intento por volver a recuperar el control. En todo el día no había pa

de rayas en ella, estas casi se vuelven tan circulares

emido. ¿Cómo podía e

ir el hechizo en un lugar más seguro, ¡pero debían repetirlo! Si el cuerpo que l

de que sus padres se la llevaran lejos. Se ocultó cuando algunos alumnos pasaron y avanzó más aprisa cuando ellos se alejaron. Parecía una

o que pasaba, se esta

or Zoey, pero lo único que vio a través de la ranura de la puerta de

Z

arto por el otro camino por sus cosas, s

solía dormir. Tan solo tenía que atravesar el pasillo principal y correr por el secundari

itaba como

ue sab

s…? —Adam Smith se alejaba de ella. Pero la chica

¡Zack y tú eran buenos amigos!

a, Marie. Ya te lo dij

como un amigo normal! Murmuras cosas… ¡Sé

privadas, eso era lo cierto. Él no le contaba nada y viceversa. Eran solo… compañeros. Pero nunca buenos amigos. Sabía muy bien q

asillo principal hacia los dormitorios. Ella lo siguió, insistente, y recorda

ancia. La puerta se abrió antes de que pudiera llegar a ella y ante los vivos

a sus padres f

e algo trágico, lo sé, pero no volverá

! —bramó su madre—.

horrible! ¡Y no! ¡No me i

o puedo concebir que peligres de esta forma. ¡Casi te atraviesan la cabeza, por el amo

y entonces vio al conejo t

ue imprudencia propia. ¡La escuela no podría haberlo prevenido! ¿Es

uando hallaste al ch

. Hubiera deseado no hacerlo, de verdad. Pero no pueden arrancarme de este lugar solo porque él fue un idiota y otro loco atacó al autobús. —Su

nada seg

jo su madre con un tono

Zack contra su pecho con nerviosismo—. ¿

sintió de

nieras unos día

nos días por aquí, eh? ¿No sería l

or Scott asintió lentamente y su madre, a pesar

desesperada por hui

su madre, pero ell

studiar! Para eso p

mente a su hija en la cabeza y apuró a su mujer cua

yó al interior del cuarto y

res dura! —e

tabas? —su

conejo le mostró la p

a producto del hechizo y era culpa suya que no hubiera salido bien el antídoto por la n

ago? ¡Dim

ñaló la

mos ir al bosque y

brirla por completo. Estaba tan alto de allí al suelo que llegar sería una misi

apuró el co

tás

en mí! ¡R

que cada vez era más corta. Cerró los ojos y, tan asustada como la

cayó en el pasto sentada. Le dolió, pero no tenía tiempo de pensar

bía pasado por encima de las cercas del colegio. No eran muy altas

só las piernas con una pequeña ayuda de otra esfera transparente del

o iba a recordar el camino de regreso. El bosque estaba húmedo por la cercanía al

tente! —o

s en el suelo y Zack

Aq

! ¡V

no era así; sin embargo, sentía que debían ir más allá. Su mirada se perdió entre

ó con autoridad—. No

os ojos de aquella nada, que por alguna razón

l con seriedad—. Ni te

sobrehumano, ella s

bosque, ¿de acuerdo? Nunca

izás él temía que la atacaran e

Pero Zack no perdió el tiempo: le tendió la pata que estaba sana y comenzó a recitarle las palabras en latín. En cuanto sus d

in poder sacar los ojos de su amor platónico deshaciéndose delante de ella.

da hacia atrás, golpeó contra el tronco de un árbol y cayó boca abajo. Se quedó

s manos masculi

eron los ojos grises y humanos de Zack. Había funcionado.

aba el pecho, como si le hubieran clavado un hierro caliente—. ¿Ves

ntó con

s a desa

son

Extrañamente, el dij