gundos después, Jasper Milt

garre y dio u

dos dijeron

iado peligroso para que entre, jefe. Si el subcomand

o peligro para cualquiera que entre. Quédese aquí

mente silenciado por la mirada cortante en el rostro de Jasper. No le qu

itación 801. Ella levantó la mano para llamar a la puerta, pero Jasper la

ano hacia atrás. No estaba acostu

o su teléfono móvil, dijo: “Antes de entrar, deja tus últim

marido", Stella c

mi cuerpo para el estudio médico. No me importa si es para la anatomía o para las operaciones de tra

cuenta de que tenía una expresión extraña

de mi dinero a mi madre. Siempre que sea

mos." Fue

eocupación y miró hacia la puer

arantizar la seguridad tanto de la madre como del niño. No permitiré que te metas en probl

s. Parecía que sus ojos contenían el universo ilimi

s desconocidos, era una promesa cariñosa. Particularmente en es

onrió levemente. "Pero de to

rás de él y llamó a la puert

jer entre sola.

entrar". Jasper fue implacable en su negociación. Ca

n sabe qué q

razada. Entonces no tenéis ningún re

zón! ¡Adelante!" Una pistola fría y metálic

eocupada. Su rostro

ningún arma en el cuerpo de Jasper. Guardando su arma, el homb

ió al dormitorio. Las cortinas estaban cerradas y las luces no estaban encendidas. Entonces, la habita

nco. Aferrándose con fuerza a su estómago, la cama de la mujer ya estab

ma ecografía", dijo

gló para tartamudear las palabras

marco de fotos encima del ultrasonido.

ederick. Y la mujer embarazada que ya

da estiró las manos y sostuvo a Stella. Volviendo a sus sentidos, S

Debemos hacer una cesárea, y como se nos está acabando el tiempo, solo podemos hacer una anestesia general en lug

a con sus ojos enrojecidos: “¿No me gustaría recibir una c

en el cuerpo? Ciertamente

se asfixiará", dijo

la mujer embarazada. Apretando los dient

nó: “Llevas al niño en los últimos 9 me

raerá problemas. ¡No lo quiero! " La mujer embarazada gritó

otiquín de primeros auxilios y lo

n tus opiniones por la profesión

la importancia de respetar los deseos de los pacientes. Pero ella

le recordó Jasper. Ella trató de sacu

arme del parto asistido. Si algo sale mal, asumiré la responsabilidad. No le te

r se so

ponsabilidad, pero en un momento,

peración. Diré que es mi orden e informa

tella se volvió hacia los criminales: “Por favor,

ermanecer en nuestras manos y usted

en esta situación?" Stella temía que se

a, el criminal dijo: "Una palab

de Stella y dijo: "Si la lastim

os secues

mbarazada eran cada vez más agudos. No tenía sentido quedarse en punto muerto. Jasper abrió

é en guardia ". Jasper estaba