br
undo hay muchas personas que sus nombres comienzan con esas mismas letras. Dejo mi cel
os documentos por terminar. Los párpados me pesan y m
cara con agua fría, nece
acompañarlo saco unas galletas Club Social. Me siento
*
. Inmediatamente, le aviso a mi amiga para que revise su correo y luego me confirme. Según ella el pago l
como un p
loco la alarma para descansar por lo menos una hora
a, algún día to
*
ante el día. Escucho que mi celular suena y me levanto para ver de quién se trata. Al verificar me puedo dar cuenta
y mil veces. El próximo trabajo lo vas a realizar la próxima semana
a ayudarte a vender los productos. Te amo
de los catálogos digitales y luego me voy al baño para darme una ducha con agua fría
ir y llegar antes de la hora. Tengo que pasar por la cafe
sé cómo hace este hombre para mantener limpio el lugar, es él quien se encarga d
gelio! —saludo con t
saludo acompañado de una dulce sonris
mán con mi mano saliendo del e
a parece una tortuga y espero poder llegar a t
no me encuentro con Marcos, quien
ta mientras repara mi rostro—. No creo que se
tar. —me encojo de hombros—. Vamos a la cafetería,
a preocuparlo porque si le digo no va a dudar en querer darme u
rotada. Pasamos directamente hasta la barra en donde hacemo
dia? —le pregunto a Marco
noche llegó un paciente insoportable, es ese tipo
Dr. Brockmann? —coloco mi mano sobre
no—. Venía con un dolor en el pecho y no quería que nadie lo
a carcajada porque sé lo prepotente
ustamos nuestros deliciosos emparedados conversamos sobre los planes que tenemos para el fin de se
ando con Marcos que no me h
uñetazo en el hombro—, ¿Acaso quieres
uardia se encarga de distraerlo. —se encoge de hombros restándole i
ue chao osito. —me acerco para darle un
rde. Cuando las puertas están por cerrarse una mano lo impide y es Joshua quien viene en el mismo plan que nosotras dos “tarde” algo llama
e estos dos
bajan sin dirigirse siquiera una mirada tomando caminos diferent
guardia y le tiendo un emparedado, cosa que ten
el estado deplorable que tengo —. Gracias por el emparedado, luego t
ademán con mis manos restando importancia al t
ano acariciando con dulzura—. Tus pacientes ya te están esperando —se acer
hombre el tiempo vale oro, pero es que é
do mis pertenencias y con la mejo
a las palabras de Le
as. Examinó a cada uno de mis pacientes y de repente e
digo azul a la
mi pap