onella

uma entera. Por primera vez en mi vida me arriesgo a se

n carajo quien

ios con desespero y sus manos recorrieron todas mis curvas. Que tonta

que el pitido del elevador se activará al abrir sus puertas para que este h

uite con tanta agilidad que me sorprendió cuand

bos nos embelesamos con el brillo de los ojos del otro. Sin controlar

s he

sus ojos y

eres. Tu sonris

a algo halagador, se sentía bien... Mu

. Noah me besa con calma, cómo si nos estuviéramos cocinando a

luntario de placer. Sus dedos se movían en círculo por mi clítoris con tanta delicadeza que de mi boca comenzaro

quiero escuchar cada uno de

s mantuvo cautivas mientras sus dedos seguían jugando con mi centro y mi

poco, pero luego todo era placer, no sé cómo hacía pero lograba pen

miendo como una puta en celo. Mi espalda se encorvab

-le exigía cuando sentía

er que sabe lo que quiere

e un grito me desgarraba la garganta. El placer fue más intenso cuando arranco la parte de arriba

o, mis músculos comenzaban a contraerse y sentí como algo dentro de mi se liberó, como si de una explosión se tra

ma orgasmo. Y hoy... Ho

ernas se sentía débil, pero no necesité mucha coordinación con Noah quitándome el

endiendo con sumo cuidado hasta llegar una vez

a tu vagina

ernas abiertas, como rana en laboratorios, mientras que él contempla mi totico cómo si fuera una obra de arte.

usta, porque n

ONELLA GUZMÁN ACABA DE DE

Noah sonríe como s

sabes lo que qu

acerca a mi vulva y solo puedo enloq

hombre va ac

er. ¡No pu

. ¡En verdad

puede ser considerado un pecado? ¿Y por qué dicen que duele la primera vez? Nada de lo qu

o me estás haciendo?

elve a chuparlo con tanta delicadeza que siento que mi cuerpo

enza! Yo n

dena y sin dud

estaba provocando en mí; sus dedo entraba y salían de mi apretada vagina y con la otra mano estimulaba mi ano, al mismo tiempo que lamía con suavidad de m

i cuerpo muchísimo mejor que yo, porque en el momento que estaba experimentando una nueva s

sa, dame ese orga

vida!. Mis gemidos me dejaron atónita, nunca pude contener algún ruido, solo grité como si alguien más controlara mi cuerpo. Una vez que sentí que caía en

o y dejó un beso húmedo en mi cuello-. Lo que voy hacerte nunca lo podrás olvidar. Te recompensaré por darme algo tan preciado como tu virginidad, Antonella. -beso mis labios y acariciaba mi cuerpo haciendo que me relajara un

inmediato me tensé, pero él me beso para relajarme,

una de

sacar para entrar suavemente. En ningún momento dejó de mimarme

e d

ero no quie

n tanta dulzura qu

sabes de primera mano

o, un grito de placer, dolor y satisfacción. Me aferre a su espalda y

! Eres divin

ulce beso que dejó en mis labios hizo que mi remolino de sensaciones se i

es de mirarme. Veme

o el amor con tanta devoción. Cada estocada de él era más placentera que la otra. Lo que en un momento comenzó con dulzu

ron visibles ante él. En un momento, después de recibir un par de orgasmos más, me encontraba sosteniéndome con mi antebrazo y sosteniendo con

lo más intenso que había experimentado en la vida