img EL PODER DE LA PASIÓN (Serie: EMOCIONES INDÓMITAS 1)  /  Capítulo 3 NEGRO COMO LA NOCHE | 3.85%
Instalar App
Historia

Capítulo 3 NEGRO COMO LA NOCHE

Palabras:2384    |    Actualizado en: 05/03/2023

H

Era la voz rasposa y agotada del viejo “Anoki”, la que r

ue sufría con su primer parto yaciendo sobre un nido improvisado que u

adre y, darle la espalda no me parecía algo gentil o a la altura de

todos “y, ciertamente le

silla con ese hombre caminando por delante de uno de los caballos más antiguos del rancho, enseñándome a montar. Cuando mi madre murió apenas era un niño,

o le estaba pasando factura a la mano derecha y mejor amigo de mi padre. Su piel cobriza se plegaba en su frente, comisuras y alrededor de sus ojos. Su cuerpo fibroso y

r fácilmente lo que sentían sin necesidad de preguntar, tal y como lo hizo al enfocar los ojos de ni

yegua hacia mí y viceversa —, pero Niebla está a punto. Me lo ha dicho el

í a m

a paso lento y señalando a la vez la parte posterior de

un par de patas negras se asomaba por la abertura vaginal del anim

en mi hombro izquierdo, golpes de ánimos que mi compa

e ver fue su pequeño hocico, tal cual el de Demon a su edad y, esperaba que lo igualara también en i

madre y me dejé c

los rayos del sol en verano y con el viento golpeándoles el rostro. Niebla parpadeaba y estiraba las patas traseras esforzándose por empujar, lo hizo un pa

beber cada vez que el dolor la obligaba a abrir el hocico,

podría conciliar el sueño si no dejaba a Niebla s

yo tomaré el tuyo. Cuando Niebla puje tú tirarás

sin h

cuadrúpeda acabara y si en mis manos

er que viajaba por el túnel de su progenitora, cuyo cuerpo co

hizo entrar en

caballos formaban parte de mi pasado, de mi presente y rogaba cada día que también lo hicieran de mi futuro. No obstante, el parto de Niebla poseía gran importancia para mí, era el hijo de D

nte lo amaba, me había salvado de las garras de la nostalgi

andonado y no comprendía porqué o a qué s

mpre estaba ahí para que le hiciéramos frente como el equipo que decíamos ser. Cuidé de él cuando Karen M

cho algo lo cambió, se portaba retraído. Aquel niño a quien había protegido del dolor y a quien deseaba ver feliz se volvió tímido, triste

actividades. Por ejemplo: cuando entramos en la adolescencia, nuestro padre decidió incursionar en el mundo de los licores asociándose con un viejo amigo de nuestro país vecino —México—, un experimentado tequilero llamado Bernardo Robles, cuya labor comenzó con el cultivo de agave azul en su estado natal Jali

rnacionales para tomar las riendas del negocio de Tequila, sino irse l

iamén su visión del futu

her, quien no contaba con más de dieciséis en ese entonces, lo supo, no puso ninguna resistenci

la idea de que si eso era lo que quería debía aceptarlo si lo hacía feliz, sin embargo lo extrañaba. Mi hermana

de tenerlo de vuelta emprendió el vuelo. No permaneció más de tres semanas con nosotros, fue como si se sintiera asfixiado en el lugar que lo viera nacer y entonces, a cinco años de eso, a

í

lan de

rgaba de recibir los embarques de tequila y de visitar a los Robles en México, una o dos veces al año. El mundo no se acababa con la ausencia de Shaun,

noki al segundo de

minutos la misma madre retiró con sus dientes. Menos mal que esa yegua era uno de los ejemplares más nobles

remidades superiores formando dos puños en señal de vic

ra de rayas azules no salió ilesa en el proces

iente igual que yo, parecía un espej

o me lo había imaginado y; no podía dejar de atisbarlo. Era

tacto, y mi sonrisa se expandió al captar al orgullo

, planeaba ir a celebrarlo con unas buenas cervezas y el

de una

me estaba co

que tu hermano ya está en la casa —dije

fuera, siempre atento a los manda

este asintió en replica, quitándose el som

Anoki y

a cubetada de agua fría en la esp

más Demon me apoyará con eso. ¿Verdad, amigo? —Preguntó,

a palma de mis manos, manchadas c

guró, señalando en esa dirección. A veces me abrumaba la c

lavarme las manos en un recipiente con agua que el mismo Anoki llevara al establo. Posteriormente, me coloqué la chamarra de pana café y subí el ci

mpia a Niebla —pedí, dispuesto a salir con rumbo a la casa —. La pobre debe de estar h

sin dejar de mimar a Demon —.

ento y antes de cruzar el um

ha

en

im

opl

esión de que al

ancas alazanas

cogimiento de hombros —. T

lento, pausado, como procesand

e intensa, abrasadora, tan abrasadora como los mismos rayos del sol derritiendo la nieve en la cima de la montaña. Sin embargo, no olvides que hay honores y pasiones inconmensurables,

o se f

diablos

entender y sus metáforas me enredaban lo

concentraba en ir

que capté fue la parte de ser el jodidamente honorable dueño d

img

Contenido

Capítulo 1 PREFACIO Capítulo 2 DE MANHATTAN A MONTANA Capítulo 3 NEGRO COMO LA NOCHE Capítulo 4 CHASE MESSER Capítulo 5 ESTHER Capítulo 6 VELADA FELIZ
Capítulo 7 AMAR DUELE
Capítulo 8 ENTRE OSOS PARDOS Y BESOS ROBADOS
Capítulo 9 ENTRE OSOS PARDOS Y BESOS ROBADOS (PARTE DOS)
Capítulo 10 ENTRE OSOS PARDOS Y BESOS ROBADOS (PARTE TRES)
Capítulo 11 DESEO FRUSTRADO
Capítulo 12 LASCIVO
Capítulo 13 EL NOVIO DE AURORA
Capítulo 14 EL NOVIO DE AURORA (PARTE DOS)
Capítulo 15 INTERROGATORIO
Capítulo 16 INTERROGATORIO (PARTE DOS)
Capítulo 17 UN DESEO PARA AUDREY
Capítulo 18 UN DESEO PARA AUDREY (PARTE DOS)
Capítulo 19 DELIRIO
Capítulo 20 LA DAGA DE LOS CELOS
Capítulo 21 LA DAGA DE LOS CELOS (PARTE DOS)
Capítulo 22 COMPLICACIONES
Capítulo 23 COMPLICACIONES (PARTE DOS)
Capítulo 24 TORTURA
Capítulo 25 TORTURA (PARTE DOS)
Capítulo 26 ENFERMO
Capítulo 27 ENFERMO (PARTE DOS)
Capítulo 28 BOMBA DE RELOJERÍA
Capítulo 29 BOMA DE RELOJERÍA (PARTE DOS)
Capítulo 30 ARIA
Capítulo 31 ARIA (PARTE DOS)
Capítulo 32 LOW
Capítulo 33 LOW (PARTE DOS)
Capítulo 34 CAPRICHO
Capítulo 35 PECADORES
Capítulo 36 PECADORES (PARTE DOS)
Capítulo 37 CONSUMADO
Capítulo 38 CONSUMADO (PARTE DOS)
Capítulo 39 DIA DE LOCOS
Capítulo 40 DIA DE LOCOS (PARTE DOS)
Capítulo 41 DISTRACCIÓN
Capítulo 42 DISTRACCIÓN (PARTE DOS)
Capítulo 43 JUEGO
Capítulo 44 INTENTAR. QUE TONTERÍA
Capítulo 45 INTENTAR. QUE TONTERÍA (PARTE DOS)
Capítulo 46 INTENTAR. QUE TONTERÍA (PARTE TRES)
Capítulo 47 AL DIABLO CON SOFÍA
Capítulo 48 AL DIABLO CON SOFÍA (PARTE DOS)
Capítulo 49 AL DIABLO CON SOFÍA (PARTE TRES)
Capítulo 50 TIEMPO A MI FAVOR
Capítulo 51 TIEMPO A MI FAVOR (PARTE DOS)
Capítulo 52 NO ESTAMOS NI CERCA, PELIRROJA
Capítulo 53 NO ESTAMOS NI CERCA, PELIRROJA (PARTE DOS)
Capítulo 54 FORTUNA O MALDICIÓN
Capítulo 55 FORTUNA O MALDICIÓN (PARTE DOS)
Capítulo 56 FORTUNA O MALDICIÓN (PARTE TRES)
Capítulo 57 FORTUNA O MALDICIÓN (PARTE CUATRO)
Capítulo 58 EQUIDISTANTE
Capítulo 59 EQUIDISTANTE (PARTE DOS)
Capítulo 60 ESTIRA Y AFLOJA
Capítulo 61 ESTIRA Y AFLOJA (PARTE DOS)
Capítulo 62 LA MUJER QUE AMO
Capítulo 63 LA MUJER QUE AMO (PARTE DOS)
Capítulo 64 LA MUJER QUE AMO (PARTE TRES)
Capítulo 65 LA MUJER QUE AMO (PARTE CUATRO)
Capítulo 66 LA MUJER QUE AMO (PARTE CINCO)
Capítulo 67 LA MUJER QUE AMO (PARTE SEIS)
Capítulo 68 FINGIR
Capítulo 69 FINGIR (PARTE DOS)
Capítulo 70 SACRIFICIO
Capítulo 71 SACRIFICIO (PARTE DOS)
Capítulo 72 SACRIFICIO (PARTE TRES)
Capítulo 73 NOVIA FUGITIVA
Capítulo 74 NOVIA FUGITIVA (PARTE DOS)
Capítulo 75 CÁLLATE, TE LO RUEGO
Capítulo 76 MI NOVIA
Capítulo 77 EPILOGO
Capítulo 78 EXTRA UNO
img
  /  1
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY