uede estar haciéndome esto... — dice ella sin po

nta Leonardo mientras se guar

que estaba sintiendo, 4 años de noviazgo y 8 años de matrimonio tirados a la basura, y lo que más le dolía era que cuando hacían el amor,

00 de la noche para que cenemos juntos, eso sí, no saldremos del hotel hasta que no hayas recibido un cambio de look para que podamos salir a las ca

sobre la pared. Ambos se quedan en silencio, mirándose el uno al otro; él mirándola con deseo, ella mirándola con resentimiento porque se ha puesto a pen

antidad de dinero a cambio de que ella consiguiera hac

ucir por su secretaria, hasta que lo consiguió, y ahora, bueno, cada que pueden hacen el

ate, no re

era visto que él tuviera en situaciones así. Por un par de segundos, se quedaron mirando a los ojos, esta vez, Antonella le miró con otra mirada que él pudo comprende

cer algo para confir

ricio con su pulgar, ella abrió la boca, él sonrío, y luego, siguió bajando su mano hasta uno de sus

pregunta Leonardo con curiosidad comenzó

muy incómodos — dice ella entre suaves gem

. — dice él, y esta vez, ha comenzado

ardo la miraba, miraba como ella quería gemir a gritos, y él sentía que su pequeño bulto del pantalón iba a explotar si non hacía algo ya. Sin embargo, prefirió seguir excitándos

parara, y entonces, Leonardo siguió bajando su mano por su abdomen, y llegó hasta el borde de su pantalón, Antonella miraba con atención, ella sabía que

e de que no había nadie allí, y al confirmar que estaban solos, se agachó de rodillas frente a ella, le ayudó a bajar un poco su pantaló

ritos que lo hiciera, pues hace mucho que no

como si fuera una o

su piel se erizara, no podía creerlo, la

comenzó a acariciarla, ¡Diablos! Estaba d

nerla amarrada era demasiado excitante para los dos, él siguió tocando hasta que su dedo quedó completamente húmedo, y entonces, decidió comenzar a penetrarl

se apareció para avisarles