img Perversa obsesión  /  Capítulo 8 SIETE | 8.16%
Instalar App
Historia

Capítulo 8 SIETE

Palabras:3506    |    Actualizado en: 01/04/2023

frente que me desestabilizo y caigo. Mierda, ya no sé caminar

al tiempo que unos brazos fuertes

de arriba abajo y me sacude trozos de pasto que están en mi blusa

y siento el calor en mi r

or—. De hecho no sabía que Neli fuer

mente se debe a que el directo

chillona―. No la conocí, pero

cerca de mí que puedo vislumbrar las minúsculas manchas en su iris. Un aleteo feroz nace en mi pecho y

e brincar. Las aletas de su nariz se dilatan, si las miradas mataran, él ya me habría as

stá adelan

para caminar tras su hermano. Lo veo alejarse y no puedo evitar p

mos. Da igual, tampoco se trata de confiar en

a sea Dalia y sus apariciones poco oportunas―. Pensé que

ea una ceja y truena la boca, no sé si se debate entre disgustada o decepcionada. O ambas. Ahora su

o puede ser peligroso porque nos nubla el juicio. Sé que no q

orque necesito evitar que piense mal de mí. A ver Kendra, ubícate, nunca te ha importado mucho lo que piensen de ti. Mis pensamientos se ven interrumpidos por la visión perfecta de Marlene y Juan

e a nuevo con una pizca de naranja. Es agradable. Dalia se adueña del as

o —Dalia com

cortesía hace como una semana —Sebastián cierra la

aún, a Ventura. Me queda en claro que Dalia no abrirá la boca sobre m

igos se

de los Diener ―Sebastián se pone el cinturón―. No entien

be en su teléfono, Dalia tararea una canción, canta bien. Sebastián mane

―rompo el silencio―. Tomo clase con Tristán, hacemos

para responder la pregunta de Pav

areció i

ejo retrovisor, me encuentro con la mira

al volante, triunfante―. Con eso se vuelve más

ieron retorcidamente y no podemos dejarnos. He sido egoísta, primero al ir a la policía, d

con sarcasmo―. Pero ya dije que lo haré.

el tanque. Dalia y yo aprovechamos para comprar golosinas en la tienda mientras Sebastián paga por la gasolina. E

ene un golpe en la cabeza y está inconsciente. Sebastián corre hacia la cajuela mientras Dalia y yo auxiliamos a Pavel. La herida sangra

igo, tal vez f

ces?! No

entamente los ojos. Puedo escuchar a Sebastián gritar y maldecir mi

―pregunta Dali

levantarse, gime de dol

bajarme porque tardaron y no

la mirada. Su boca es una fina línea que

bastián quien no me responde porque

evar! ―nos mira desde atrás

ce nuestro compañero, Dalia le limpia con una servilleta qu

e querí

...

so es muy vag

ea el suelo con su pie,

a mi habitación ―Sebastián está tan rojo que parece un tomate―. Iba a desecharla, pero esperaba el momento i

siado y lo único qu

nías una cám

sombría, se cruza de brazos

sta, quería grabar el e

e parece algo muy fuera de lugar. Y además lo d

no sé qué mierda pasó. Despertamos, olvidé que tenía la

respuesta a nu

y no aparece na

alia quien abraza a Pavel, ya se ve mejor―. Debe

color que tiene―. Es que, no estoy

—digo con seguridad—. Creo que podemos

a arrancar la piel de un momento a otro. Muerde fuertemente

l al hospital ―se sube al automóvil después de

ntro de las instalaciones del campus. No soy de clase social alta, pero tampoco me considero de bajos recursos y aun así, la cuenta por una

se queja Pavel mientras firma por el cobro con tarje

mente por las calles, hoy somos nosotros; mañana podríamos estar muert

amioneta—. Creo que eso es lo primordial ¿nos despertamos antes de que pudier

ntana, Pavel retuerce sus manos nerviosamente y Sebas

nal para tomar la salida al campus

n matar; nos acosan, ¿pero quieren

la residencia. Dalia se preocupa en exceso por Pavel, camina demasiado cerca de él y no par

l se detienen y voltean a ver hacia acá, les hago una seña para que se acerquen y entonces vuelvo mi atención a Sebastián. Me acerco para ver qué está haciendo y pillo al muy mald

teléfono que tiene en las manos—.

logra evadirme. Me subo sobre sus hombros para tratar

ber algo i

HAY

o en el grupo; él se fue contra Sebastián el día de la masacre, tengo esperanzas. Entonces me acuerdo de que al final fue Sebastián quién quedó arriba de él y se me

os del aparato. El video está pausado, Dal

ntifaz cubre la mitad de su rostro, no puedo verla bien, pero hay algo familiar en la forma de su barbilla. La chic

es incómodo, tal vez Sebastián dijo

e arrastra hacia la cama, la mano de Sebastián la toma de la barbilla apretando sus mejil

Dalia, a mi la

gimiendo y alza sus manos hacia él. Un segundo después, la voltea de forma que queda en cuatro y le da una nalgada (vale, creo que no debemos seguir viendo esto). Se e

ior, la respiración del chico se escucha acelerada, pero pesada, como si le costara trabajo. Después ata, con un cinturón, los pies de la chica cuya respiración también se acelera. Y entonces e

chica y le quita el antifaz del rostro, de alguna forma también le desamarra el cabello. El momento en donde se ve a la perfecció

a hacia abajo, se escucha un golpe, luego

n, lo cual jamás podré borrarme de la cabeza, si no a la chica. Durante un segundo pude ver de lleno su rostro e inmediatamente la reconocí. S

sado desagrado aun cuando e

ra, la chica que por poco se acostó con Sebastián está muerta. Y el muy imb

e nota derrotado y al ver su rostro color tomate me doy cuenta de que también está

l dice sarcástico―. Hey,

tbolista, un sonido de desagrado de pa

o quería enseñarles un carajo, pero son unos entrometidos d

rehumano para hablar―. La del vide

cocina la tengo tan vívida en la cabeza,

ca y los ojos entrecerrados, si de por sí los tien

os de par en par, la boca entreabierta y el labio inferior le tiembla. Creo que tiene un tic en la mano derecha p

je, fui al baño y después desperté en el armario. Cuando vi e

No sé, cabrón, nunca me

an cerca como para besarse―. Yo estaba encerrado, no pude haber matado a nadie... Pero tú, ¿cómo

ernillándose de risa. Busco en mi teléfono el nombre de la chica de la cocina, debe haber información sobre ella. La

n de intentar matarse. ¿Por qué les gusta resolver todo co

stro a Sebastián

a, tarda un par de segund

nemos grupos, chateamos y quedamos, p

rbo falo sese

e. La rivalidad entre estos dos es irritante. Se lanz

os en la fiesta de los Diener, pero no pregunté, nunca preguntamos, casi todo se reduce al sexo ―Dalia se muerde las uñas nerviosamente, Pavel se cruza de brazos y tiene expresión de estar oliendo m

y las espos

se cruza de brazos y

encargó

llero pu

así lo

edo mover los brazos de lo tensa que estoy. El cántico de los grillos es lo único que nos acompaña, quiero irme, seguramente todos queremos, pero nadie hace movimiento alguno. Un peso aplastan

ión es de desconcierto, los tres n

raré". Por la forma en que se ven las imágenes, alguien está arrastrando a Sebastián. Se abre una puerta y veo a alguien sentado

..Ur

de que la pantalla se pon

stagram --> asdetrebol08 Facebook: Historia

img

Contenido

Capítulo 1 Prefacio Capítulo 2 UNO Capítulo 3 DOS Capítulo 4 TRES Capítulo 5 CUATRO Capítulo 6 CINCO Capítulo 7 SEIS Capítulo 8 SIETE Capítulo 9 OCHO Capítulo 10 NUEVE
Capítulo 11 DIEZ
Capítulo 12 ONCE
Capítulo 13 DOCE
Capítulo 14 DOCE II
Capítulo 15 TRECE
Capítulo 16 TRECE II
Capítulo 17 CATORCE
Capítulo 18 CATORCE II
Capítulo 19 QUINCE
Capítulo 20 DIECISÉIS
Capítulo 21 DIECISIETE
Capítulo 22 DIECIOCHO
Capítulo 23 DIECINUEVE
Capítulo 24 VEINTE
Capítulo 25 Veintiuno
Capítulo 26 VEINTIDOS
Capítulo 27 VEINTITRÉS
Capítulo 28 VEINTICUATRO
Capítulo 29 VEINTICINCO
Capítulo 30 VEINTISEIS
Capítulo 31 VEINTISIETE
Capítulo 32 VEINTIOCHO
Capítulo 33 VEINTINUEVE
Capítulo 34 TREINTA
Capítulo 35 TREINTA Y UNO
Capítulo 36 TREINTA Y DOS
Capítulo 37 TREINTA Y TRES
Capítulo 38 TREINTA Y CUATRO
Capítulo 39 TREINTA Y CINCO
Capítulo 40 TREINTA Y SEIS
Capítulo 41 TREINTA Y SIETE
Capítulo 42 TREINTA Y OCHO
Capítulo 43 TREINTA Y NUEVE
Capítulo 44 CUARENTA
Capítulo 45 CUARENTA Y UNO
Capítulo 46 CUARENTA Y DOS
Capítulo 47 CUARENTA Y TRES
Capítulo 48 CUARENTA Y CUATRO
Capítulo 49 CUARENTA Y CINCO
Capítulo 50 CUARENTA Y SEIS
Capítulo 51 CUARENTA Y SIETE
Capítulo 52 CUARENTA Y OCHO
Capítulo 53 CUARENTA Y NUEVE
Capítulo 54 CINCUENTA
Capítulo 55 CINCUENTA Y UNO
Capítulo 56 CINCUENTA Y DOS
Capítulo 57 CINCUENTA Y TRES
Capítulo 58 CINCUENTA Y CUATRO
Capítulo 59 CINCUENTA Y CINCO
Capítulo 60 CINCUENTA Y SEIS
Capítulo 61 CINCUENTA Y SIETE
Capítulo 62 CINCUENTA Y OCHO
Capítulo 63 CINCUENTA Y NUEVE
Capítulo 64 SESENTA
Capítulo 65 SESENTA Y UNO
Capítulo 66 SESENTA Y DOS
Capítulo 67 SESENTA Y TRES
Capítulo 68 SESENTA Y CUATRO
Capítulo 69 SESENTA Y CINCO
Capítulo 70 SESENTA Y SEIS
Capítulo 71 SESENTA Y SIETE
Capítulo 72 SESENTA Y CINCO
Capítulo 73 SESENTA Y SEIS
Capítulo 74 SESENTA Y SIETE
Capítulo 75 SESENTA Y OCHO
Capítulo 76 SESENTA Y NUEVE
Capítulo 77 SETENTA
Capítulo 78 SETENTA Y UNO
Capítulo 79 SETENTA Y DOS
Capítulo 80 SETENTA Y TRES
Capítulo 81 SETENTA Y CUATRO
Capítulo 82 SETENTA Y CINCO
Capítulo 83 SETENTA Y SEIS
Capítulo 84 SETENTA Y SIETE
Capítulo 85 SETENTA Y OCHO
Capítulo 86 SETENTA Y NUEVE
Capítulo 87 OCHENTA
Capítulo 88 OCHENTA Y UNO
Capítulo 89 OCHENTA Y DOS
Capítulo 90 OCHENTA Y TRES
Capítulo 91 OCHENTA Y CUATRO
Capítulo 92 OCHENTA Y CINCO
Capítulo 93 OCHENTA Y SEIS
Capítulo 94 OCHENTA Y SIETE
Capítulo 95 OCHENTA Y OCHO
Capítulo 96 OCHENTA Y NUEVE
Capítulo 97 NOVENTA
Capítulo 98 EPÍLOGO
img
  /  1
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY