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e de lo que viene, cuando salgo como esperaba, hay un vestido sobre la cama. Me q
a pequeña correa con cristales que se ajusta debajo del busto, mis
eglarme. Me maquilla en silencio, me recoge el cabell
go, es algo que le gusta hacer y yo la dejo. Aunque por te
ra cosa que resignarse, además que tampoco puede opinar porque la ultima
án aguados, la abrazo y ella me corresponde. Quiero derrumbarme tambié
me adelanta antes d
seas fuerte, y te quiero hacer una promesa— me mira fijamente mientra
abeza y me tom
, sabes como se pone tu padre, y ahora tend
una promesa tú. Que apenas me logré ir, y tenga la opor
saber que mi Natha estará conmigo cu
adre muestran orgullo, los de mis “Futuros suegros”
de personas, me ha enseñado a estudiar el lenguaje corpor
iezas, con la camisa de botones abierta, y un físico que les gustaría a otra chica, pero q
y me toma la mano para depositar un beso en mi
lo digo po
su mano con la mía y me jala si
namoran de lo que ellos consideran una belleza externa, se ven por encima que son muy superficiales. Ella lleva un vestido roj
cimiento. No me atrevo a hablar, porque si lo
e se me dará una habitación custodiada, que tendré tres hombres a
sola, y que si no quiere ir conmigo, responde que tiene mu
a menor de los Scott, se posa en la piel de mi muslo. Apretándola
aprieta más, haciendo que de un Resp
erna, intenta provocarme, pero como no quiero sus sucias manos encima de mi, creo q
ena en comparación a Chicago— sé que esto pegará directamente a los Scott como un poco ofensivo. Es la ciudad
otable, la mujer de los Scott borra la sonrisa y el padre de la familia
d —y tranquila, que no importa la universidad, te graduaras rápido, así tenga que mover algunos contactos, pero te qued
omo estatua? Pues no, no haré eso. Primero mue
que me hace saber que no vaya mas allá de los limites.
stra alianza. Estoy segura de la cólera que agarrará mi padre cuando sepa que me escapé, a