Me dolió en ese momento y hasta el día de hoy caí en una larga y solitaria depresión. Sin embargo eso ayudó a que descubriera cuál es mi vocación y te diré que soy programador. Luego te contaré porque es relevante está parte de mi historia.
Han pasado casi cuatro años de casa, pedía a domicilio y trabajaba en remoto, porque a causa de esa ruptura tuve un millar de miedos al exterior.
Nunca recibí un apoyo o algo parecido, si bien es cierto los hombres no tenemos mucho ese tipo de ayudas emocionales y ya entenderás porque me tomó cuatro años superar una relación de solo seis meses.
Esa depresión, esa ruptura y el que se haya marchado me generó una mala obsesión por saber con quién, cuando, porque y dónde estaba. Así que buscando en la cosa que todo lo ve, todo lo sabe y todos lo puede (internet) supe que podía rastrear a una persona y seguirla. Eso me abrió la mente y empece a programar, a buscar cosas más y más, así que lo tomé como carrera profesional.
Aún así tenía miedo de salir o de socializar, ella cuando acabó conmigo me dejó muchas costumbre que te lo aseguro NADIE podrá igualar.
¿Entonces quién no es para mí es mi ex? No.
Pero quiero que sepas cómo pasó todo y el trasfondo de las cosas. Es el mes de noviembre y sinceramente cuanta menos personas hayan en casa para mí es de lo mejor, nadie habla, nadie molesta y todos somos felices.
Llegó diciembre un mes tan decepcionante para mi porque sentí que todo el año no había logrado nada relevante, incluso al día de hoy siento que todo lo que hago es inútil y pienso que aún siento depresión por aquella ruptura.
Celebrando navidad llegó el tío Marcial, un militar de fuerzas especiales y operaciones de emergencia, lo más genial que un policía quisiera lograr, medallas y premios. Cómo un superhéroe o un espía nacional. La verdad mientras estaba en primaria admiraba a esa persona aunque no éramos tan cercanos porque como lo mencioné, él era militar y en operaciones especiales.
Llegó con su esposa y su hija. Una dulce chica de 14 años, piel morena como el caramelo, brillante, no muy alta, delgada, ojitos chiquitos y una mirada tan gentil, era tan impresionante su manera de ser y su hermoso cuerpo que parece una adolescente de 17.