/0/11195/coverbig.jpg?v=8573d97c345a2f9b0888ca0cd6afefa1)
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
En una habitación de hotel con poca luz...
Rena Gordon estaba besando apasionadamente al apuesto extraño.
Esa misma noche, su exnovio, Harold Moore, había anunciado su compromiso con otra mujer. Rena había quedado tan devastada con esa noticia que se emborrachó en un bar y, debido a la influencia del alcohol y el encanto de ese hombre misterioso, terminó en un hotel con él.
Como Harold se iba a casar con una chica rica, a pesar de los cuatro años de relación con Rena, esta última pensaba que tenía derecho a permitirse una aventura.
Justo cuando el hombre le estaba quitando la ropa, ella se apoyó en su hombro, se dejó llevar por el momento y murmuró: "Harold".
El hombre se detuvo abruptamente y la pasión del ambiente se disipó al instante.
Rápidamente, él encendió las luces.
El destello brillante hizo que Rena tuviera que entrecerrar los ojos, pero cuando finalmente logró adaptarse a la luz, vio claramente el rostro de su acompañante.
Era Waylen Fowler, el abogado más solicitado de todo el país. Él era muy famoso en el círculo jurídico y representaba a la élite, con innumerables activos.
Sin embargo, lo más importante era que Waylen era el futuro cuñado de Harold, quien acababa de traicionarla.
Al verlo, a Rena se le pasó la borrachera de inmediato, cerró los ojos y respiró profundo. ¡Ella casi se había acostado con el hermano de la mujer que le había quitado a su amor!
Waylen también se alejó de ella, se apoyó contra la pared y encendió un cigarrillo. Después de fumar por un rato, él la miró de pies a cabeza y le dijo con tono burlesco: "Muy interesante, señorita Gordon".
El hombre sacudió la cabeza con su cigarrillo en la boca y agregó con una sonrisa: "¿En quién estabas pensando mientras me besabas? ¿Solo querías tener sexo conmigo para poner celoso a Harold?".
Obviamente, Waylen también la había reconocido.
Así que Rena no podía fingir que no lo conocía, después de todo, él era famoso. Ella simplemente no lo había reconocido antes debido al alcohol, pero como sabía que no podía darse el lujo de ofender a un pez gordo como este hombre, solo bajó la cabeza y se disculpó con humildad: "Lo siento, señor Fowler. Bebí demasiado".
Afortunadamente, él no le hizo pasar un mal rato y, después de terminar de fumar, se enderezó, le arrojó el abrigo y le dijo: "Póntelo. Te llevaré de regreso".
Rena le agradeció en voz baja.
En el Bentley de Waylen, ninguno de los dos habló a lo largo de todo el camino. Pero ella lo miraba de vez en cuando. El hombre tenía un rostro anguloso y una mandíbula perfectamente cincelada. Aunque ella no sabía la marca de su camisa, esta era evidentemente cara.
Rena supuso que había cientos de mujeres haciendo fila para acercarse a él.
Luego de un silencioso trayecto, Waylen detuvo su auto. Él volvió ligeramente la cabeza para mirar las piernas largas y delgadas de la mujer por un momento, hasta que finalmente le entregó su tarjeta de presentación.
Rena sabía lo que eso significaba y le sorprendió que él igualmente quisiera acostarse con ella después de descubrir quién era.
Aunque Waylen era encantador y probablemente muy bueno en la cama, Rena dudó, pues era una mala idea enredarse con un pez gordo como él, así que le dijo: "Señor Fowler, es mejor que no sigamos en contacto".
Waylen simplemente se encogió de hombros con indiferencia.
Rena era realmente hermosa, pero él no iba a forzarla si la mujer no quería, así que volvió a guardar su tarjeta de presentación en el bolsillo y le dijo: "Ser conservadora te sienta bien".
Rena se sintió un poco avergonzada, pero antes de que alcanzara a responderle, Waylen se bajó del auto y le abrió la puerta como todo un caballero. Incluso, la mujer se preguntó si todo había sido un sueño y, en realidad, no había pasado nada entre ellos en ese hotel.
Tan pronto ella se bajó, el vehículo se alejó lentamente.
Una brisa fresca sopló y Rena sintió escalofríos en la espalda. Recién en ese momento, la mujer se dio cuenta de que había olvidado devolverle el abrigo.
Justo cuando ella estaba dudando si debía alcanzarlo o no, su celular comenzó a sonar.
Era Eloise, su madrastra. Al contestar, la mujer le dijo de inmediato muy nerviosa: "¡Rena, vuelve a casa ahora mismo! ¡Pasó algo malo!".
La joven trató de preguntarle qué había pasado, pero Eloise estaba tan nerviosa que no fue capaz de explicarle nada y solo le suplicó que volviera lo antes posible.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Su marido traicionó a ella y todo el mundo la consideraba como una asesina. Abrumada por el odio, Maria se divorció de su marido, James, y se fue de la ciudad. Sin embargo, seis años después, regresó con el rival más destacado de su exmarido. Como un fénix que se reencarna de las cenizas, juró hacer que todos pagaran por lo que le habían hecho. Ella aceptó trabajar con él solo para vengarse, pero no se dio cuenta de que ya se había convertido en su presa. En un juego entre el amor y el deseo, ninguno de los dos sabía quién ganaría al final.
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
Fue un gran día para Camilla. Estaba ansiosa por casarse con su guapo esposo. Desafortunadamente, él nunca apareció durante toda la ceremonia. Se convirtió en el hazmerreír de todos los invitados. En un ataque de rabia, salió con un extraño en su noche de bodas. Se suponía que iba a ser una aventura de una noche. Pero para su sorpresa, el hombre se negó a superarla. La persiguió incesantemente como si le hubiera robado el corazón esa noche. Camilla no sabía qué hacer. ¿Debería darle una oportunidad? ¿O simplemente mantenerse alejada de los hombres?
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".