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Estaba perdidamente enamorada de mi novio, el hombre más guapo y sexy que haya podido ver, al menos lo era para mí. Nuestra relación era perfecta. Bueno, eso era lo que yo pensaba. Tiempo después descubrí que estaba embarazada y decidí contarle lo que para mí era una maravillosa noticia con una cena romántica; el resultado... todo un desastre. No solo me terminó, sino que también me ofreció una fuerte suma de dinero para deshacerme de "el problemita" como él lo llamó, y aunque en un principio me ofendí, terminé aceptando. Al día siguiente me llevó a una clínica dónde su amigo Andrés, sería él quién me haría el procedimiento, pues Marcos quería asegurarse que realmente se hiciera y no le diera una sorpresita después. Al salir de ese horrible lugar, le pedí el dinero y al día siguiente con la ayuda de mi mejor amiga Eva, me fui a un pueblo muy lejos de él y su Horrible familia. ¿Qué hice con el dinero?
🌷YULISSA 🌷
Corro lo más rápido que puedo para llegar a tiempo a mi trabajo y no tener problemas con el señor Sánchez otra vez, el tipo es un pesado y siempre está gritando, si se entera que de nuevo voy llegar tarde; me despedirá, ya me lo advirtió.
-Yuli, corre, corre que Shrek aún no se ha dado cuenta -Mi amiga Eva aletea sus manos mientras habla rápido.
Paso rápido al vestidor, dejo mis cosas, me coloco mi delantal sobre la camiseta de la cafetería y me integro justo a tiempo cuando el señor Sánchez llega a supervisar, nos da el sermón diario de como tratar a los hijitos de las familias más importantes de la ciudad y bla, bla, bla.
Inicio con mis labores muy juiciosa, hasta que veo esos preciosos ojos observarme sonriente, me lo quedo viendo unos segundos y le sonrío. No me cansaría nunca de verlos, sus ojos azules como el cielo, como el agua de mar en ciertos lugares, me encantan, su piel blanca y su pelo negro lo hacen lucir perfecto para mí. Me guiña un ojo al notar mi distracción, sonríe y se levanta para marcharse. Sé bien a dónde y lo que me pidió con ese gesto.
"Ven a nuestro lugar escondido"
Lugar aquí en la universidad dónde nos vemos un ratito cada vez que podemos, que es casi todos los días.
-Eva, cúbreme un momento ¿si? -Le suplico con mis ojos mientras uno mis manos.
-Te vas a ver con el idiota de Marcos para que te haga tu mantenimiento ¿Verdad? -Mis mejillas se enrojecen, aunque tenga razón.
-Ya regreso, entretén a Shrek. No me tardo.
Me escabullo para que nadie me vea y voy a su encuentro. No es que nos escondamos, solo queremos evitar rumores y... Ay no sé.
Llego al pequeño cuartito, abro la puerta despacio y entonces lo veo de espaldas esperando por mí.
-Hola amor -Voltea a verme en cuanto escucha mi voz y yo le sonrío.
Me lanzo a sus brazos colgándome de su cuello, enredando mis piernas en su cadera y apoderarme de su boca, estoy deseosa de sus ricos besos.
»No sabes cuánto te extrañé amor mío, me abandonaste, malvado -Ríe.
-Yuli amor, solo fueron dos días, no exageres. Además; por eso te hice venir aquí, para compensarlo.
-¿En serio? Muero por saber cómo lo harás mi amor.
-Te enseñaré amor -Sonrío y le doy un beso el cual corresponde con deseo.
Camina conmigo hasta chocar con la pared, bajo mis piernas para poder desvestirnos y una vez lo estamos volvemos a la misma posición.
🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷
Al salir de mi trabajo mi hermoso novio me esta esperando afuera para llevarme a cenar, últimamente vivo con hambre.
-Amor, ¿En serio te vas a comer todo eso? -pregunta con asombro y yo asiento.
-Está muy rico -respondo con la boca llena.
-Te vas a indigestar, come más despacio Yuli.
Al parecer sus palabras fueron mágicas porque no más decir eso mi estómago empezó a protestar y las ganas intensas de vomitar me invaden. Me levanto rápido y corro en busca de un baño, apenas lo diviso entro colocándome de rodillas en el piso para expulsar todo lo que había comido.
Las manos de Marcos me ayudan a levantarme, me pasa un pedazo de papel para que me limpie.
-Gracias amor, pero este es el baño de mujeres. No puedes estar aquí.
-Me importa una mierda, tú estabas mal. Te dije que no comieras tanto, pero no haces caso, Yulissa -Me regaña.
-Lo siento, es que tenía mucha hambre y pues...
-Ya, déjalo así, vamos y te llevo a tu casa.
-Ok -respondo de mala gana.
Salimos del restaurante y antes de llegar a mi casa, le pido que se detenga en la farmacia y comprar algo para el estómago.
-Buenas tardes, necesito algo para el malestar estomacal por favor, tengo náuseas y vómito todo apenas como algo.
-Buenas tardes señorita, un momento. -dice y se va a buscar las medicinas, las escoge y las pasa-. Metoclopramida para el vómito y las náuseas, vitaminas, beba mucha agua y... -Coloca una caja en el mostrador-, hágasela antes de ingerir las medicinas. -Quita la mano de la caja dejando ver una prueba de embarazo.
-No, yo me cuido y es imposible que... -Me detengo al recordar que mi periodo no ha bajado aún-. Tomo las cosas, pago y salgo sin esperar el cambio, ni siquiera sabía cuanto era.
Subo al auto de Marcos nerviosa.
-Tardaste mucho Yulissa, sabes que odio esperar. -se queja.
-Si, disculpa.
-Te dejo en casa y nos vemos mañana.
-¿No te quedarás conmigo amor? -pregunto desilusionada, creí que se quedaría después de estar separados dos días.
Estoy exagerando, lo sé.
-No puedo, hoy es la cena familiar, te lo dije.
-Entiendo -Miento, en el fondo si me importaba que no me invitara a esa cena.
Sé bien que sus padres no están de acuerdo con que Marcos y yo estemos juntos, su mamá me lo dejó muy claro aquella vez que nos vio besarnos afuera de la universidad, pero en el fondo quería que me diera un lugar en su familia y en su vida.
Me despido de él y entro a mi casa directo al baño para hacerme la prueba, tengo ansiedad, estoy nerviosa y a la vez siento esa emoción que te hace sentir plena.
Espero los minutos sugeridos, miro el test y...
Dos rayitas.
Inconscientemente llevo mi mano a mi vientre, me miro al espejo y entonces puedo ver la sonrisa en mi rostro y las lágrimas que han salido sin darme cuenta, no son de preocupación ni temor; son de felicidad.
Estoy embarazada
Siempre he querido tener hijos, no lo esperaba ahora pero... igual lo quiero.
Mamá, papá. Gracias por este regalo tan maravilloso.
Prometo amarlo y protegerlo de todo y de todos.
Lo amaré incondicionalmente y lo cuidaré igual como ustedes lo hicieron conmigo.
Lo juro.
Ahora solo queda decírselo a Marcos.
Pienso mientras me lanzo sobre mi cama.
¿Cómo lo tomara Marcos?
Me preocupo un poco, él me había dicho que no quería hijos aún, que primero quiere terminar su carrera de administración, estar bien preparado y plantado, pero tengo la esperanza de que apenas lo sepa cambie de opinión y lo quiera tanto como yo.
¡Dios!
No puedo con la emoción.
Acabo de enterarme que hay un pequeño ser creciendo dentro de mi y ya siento que lo amo.
¿Es exagerado de mi parte?
Claro que no, viniste a mí por alguna razón mi vida
Ya te amo.
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