/0/12042/coverbig.jpg?v=35f6972bc0fa6cd83badd0792213a848)
Nora siempre ha sido una persona bondadosa y amable. Cuando su hermana le pidió que le prestara el vientre para ayudarla a tener un hijo, ella no dudó en hacerlo. Pero lo que no sabía era que el material genético que se usó para la inseminación no pertenecía a un donante anónimo, sino a un millonario llamado Jeremiah, quien había sido obligado por su madre a guardar su esperma. Todo parecía haber salido bien hasta que un accidente trágico cambió todo. La hermana de Nora y su esposo murieron, lo que dejó a Nora sola y embarazada. Sin saber qué hacer a continuación, Nora comenzó a luchar con su soledad y el peso de su nueva responsabilidad como madre soltera. Pero el destino tendría otros planes para ella. Desesperada por encontrar un empleo, acepta trabajar en el Hotel Beaumont del hombre, sin saber que es el padre biológico de su hija. El CEO le huye a los niños, así que, a sabiendas de esto, Nora ocultó ser madre, llevando a escondidas a su hija al trabajo. ¿Qué sucederá cuándo el millonario sepa que es padre de la traviesa hija de su empleada? ¿Qué pasará cuando la única manera de reclamar la herencia de su abuelo sea teniendo un hijo biológico? No perderá la oportunidad de aprovecharse con tal de obtener lo que desea.
La lluvia arreciaba con fuerza en la ciudad, mientras Nora caminaba por las calles mojadas en busca de aquella clínica que había sido su último recurso. Su hermana había intentado todo lo posible para quedar embarazada, y junto con su cuñado habían agotado no solo todos sus ahorros sino también sus esperanzas. Nora, que la noche anterior había confesado a su hermana lo que estaba por hacer, aun sentía un nudo en su estómago.
¿Sería capaz de llevar a cabo su plan de manera clandestina? Pero no había opciones, no podía permitir que su hermana cayera en la depresión y la tristeza a la que la habían conducido los innumerables tratamientos de fertilidad fallidos. Lo haría, era por su familia, era por el bienestar de todos.
Estaba dispuesta a ir por ello.
Nora se encaminó al lugar sintiéndose nerviosa, su vida estaba a punto de cambiar pero valdría la pena. Entró en la clínica, el lugar era pequeño pero agradable, las paredes pintadas de blanco estaban adornadas con algunos cuadros y había una recepción con una secretaria que sonrió al verla entrar.
Tomó una bocanada de aire antes de hablar.
-Buenos días -saludó deteniéndose frente al mostrador de vidrio.
-Buenos días ¿En qué podemos ayudarle? -preguntó la secretaria.
-Tengo una cita para una inseminación -respondió Nora lentamente, tratando de controlar los nervios que estaba sintiendo.
-Tome asiento por favor, le indicaré cuando sea su turno -señaló las sillas de metal donde algunas personas esperaban ser atendida.
Nora estaba nerviosa mientras aguardaba su turno en la clínica de fertilidad, concentrada en los pensamientos sobre su tratamiento de inseminación. De repente, su atención se desvió hacia un hombre apuesto y elegante que entró en la sala de espera, llevando un portapapeles y un bolígrafo en la mano. Se quedó mirándolo mientras él se acercaba al mostrador mostrando sus credenciales.
-Tengo prisa, ¿Sería posible que esto tome menos de cinco minutos? -inquirió acomodando su traje negro.
-Hablaré con el doctor para que sea atendido lo más pronto posible, señor. Puede esperar un momento allí sentado-dijo la recepcionista dirigiéndose hacia el consultorio del médico encargado.
Jeremiah se sentó al lado de Nora quién lo miró de reojo, notando que estaba tenso en su puesto, no dejaba de mover su pierna con inquietud mientras esperaba con impaciencia su turno en la clínica de fertilidad, enfocado en el hecho de que estaba allí para congelar su esperma. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de la mujer que estaba sentada justo a su lado hasta que una enfermera la llamó y Nora respondió enseguida, llamando la atención de Jeremiah.
Le pareció una mujer saludable como para estar allí, en una clínica. ¿Estará enferma? Se preguntó él sin saber por qué sentía curiosidad por aquella joven.
Sin embargo, la secretaria interrumpió haciendo que Jeremiah apartara la mirada de Nora.
-El doctor Jones lo está esperando -anunció señalando hacia el pasillo donde estaba el hombre de bata blanca.
Jeremiah se incorporó de la silla y le dedicó una última mirada a Nora antes de encaminarse hacia el pasillo.
-¿Estás listo? -inquirió el doctor y él solo se limitó a asentir, no muy convencido de lo que su madre le había obligado a hacer.
Por otra parte, la enfermera le entregó un formulario con preguntas y Nora lo llenó con rapidez. Pocos minutos después, el médico Smith la condujo a una pequeña sala donde comenzó a explicarle cómo sería el procedimiento.
-Es un procedimiento simple -dijo el médico, sonriendo amablemente -. Primero, le daremos algunas hormonas para estimular sus ovarios. Luego recolectaremos los óvulos maduros y los fertilizaremos con esperma de donante en un laboratorio. Finalmente, implantaremos uno o dos embriones en su útero. Es un proceso rápido y sin dolor, pero el éxito es incierto.
Ella lo miró.
-¿Qué tan incierto? -preguntó Nora, preocupada.
El doctor acomodó sus lentes que se habían bajado al puente de su nariz.
-Bueno, todo depende de cada caso en particular. Algunas pacientes quedan embarazadas en su primer intento, otras pueden tardar un poco más. Pero teniendo en cuenta que nuestras tasas de éxito son bastante altas, siempre y cuando se sigan cuidadosamente las instrucciones que le daremos -explicó el hombre mayor.
Nora asintió con la cabeza, entendiendo lo que el doctor le estaba diciendo. Era una última opción, pero valía la pena intentarlo por su hermana.
-Sheyla, busca uno de los espermas que están almacenadas en el laboratorio -le ordenó a la chica nueva y esta asintió retirándose hacia el lugar.
No obstante, el doctor Jones quien atendía a Jeremiah la detuvo en medio del pasillo.
-Necesito que lleves este frasco al laboratorio, colócalo en un lugar seguro -ordenó y Sheyla asintió.
La enfermera nueva se sentía muy nerviosa en su primer día en la clínica. Sabía que era importante hacer todo bien, pero sus manos temblaban y su mente se sentía confundida. Cuando el doctor le pidió que llevara el frasco de esperma de Jeremiah al laboratorio, ella tomó el frasco y se apresuró a hacer los que le había ordenado el doctor.
Sin embargo, al entrar al laboratorio se vio en un gran aprieto. Todos los frascos que habían allí eran del mismo color, por lo que no tenía idea cuál era precisamente el que el doctor Smith le había pedido. Sheyla comenzó a sacar uno por uno revisando el indicado, pero de pronto uno de los frascos cayó al suelo derramando su contenido.
-Oh por dios -se apresuró a recoger el desastre ocasionado.
Limpió rápidamente el suelo y se aseguró de tirar el frasco roto en un lugar donde nadie lo notara. Guardó todos los demás en su lugar tomando el que había traído allí y pertenecía a Jeremiah, y regresó al consultorio del doctor Smith.
En el camino hacia el consultorio, su mente seguía divagando y pensando en todas las cosas que debía hacer bien para no ser echada de allí, no podía permitir otro error en su primer día. De repente, se dio cuenta de que había llegado al cuarto donde se estaba realizando la inseminación de Nora. Entró con prisa, sin mirar demasiado, y entregó el frasco de esperma al otro doctor sin siquiera pensarlo.
El doctor tomó el frasco y lo revisó rápidamente, diciendo que todo parecía estar en orden. Pero la enfermera nueva no se había dado cuenta de su error, y se alejó sintiendo un gran alivio de tener una tarea menos en su lista.
Después de terminar el proceso de inseminación, el doctor le permitió a Nora ir a casa recordándole venir dentro de dos semanas a buscar los resultados.
Nora se encaminó a la salida y avistó a lo lejos a Jeremiah quién parecía tener prisa, lo siguió con la mirada hasta perderse en la puerta. Por alguna razón había sentido intriga de aquel hombre aunque nunca lo había visto en su vida.
Evan Bourousis se encuentra en una encrucijada inesperada al tener que buscar una esposa para proteger el legado familiar que le dejó su abuelo. Aunque su pasión es su trabajo y no anhela el matrimonio, se ve obligado a cumplir con una regla del testamento familiar tras recibir el negocio de su padre. La búsqueda de la candidata ideal se complica cuando la elegida escapa, lo que lleva a su hermana menor, Hayley, a asumir su identidad. Obligada por las circunstancias y la deuda familiar, Hayley se convierte en la esposa de Evan. Sin embargo, esta farsa pronto se transforma en una trampa emocional mientras ambos lidian con secretos familiares que podrían destruirlos. ¿Podrán superar las mentiras que los rodean antes de que sea demasiado tarde?
En el día de su boda, Laura se encuentra en el centro de un devastador escándalo cuando su prometido la deja plantada en el altar tras recibir una llamada de su exnovio. Humillada y llena de dolor, Laura decide reinventarse y dejar atrás su pasado, embarcándose en un viaje de autodescubrimiento y transformación personal. A medida que intenta sanar, conoce a Daniel, un joven encantador y carismático, en un club de actividades al aire libre. Lo que comienza como una amistad reconfortante rápidamente se convierte en una conexión profunda. Sin embargo, cuando Laura descubre que Daniel proviene de una familia adinerada y tiene un estatus de heredero, sus inseguridades resurgen. Mientras ambos enfrentan las expectativas de la sociedad y las presiones familiares, Laura debe decidir si está dispuesta a abrir su corazón nuevamente.
María Montero, una joven que escapa de los abusos de su padrastro en busca de libertad y un nuevo comienzo. Sin embargo, su huida toma un giro inesperado cuando es atropellada por Andrew de la Torre, un atractivo y adinerado millonario. Despertando en una mansión desconocida, María se encuentra bajo el cuidado de Andrew, quien le explica que el accidente no puede salir a la luz. En un intento de protegerla y salvar su reputación, Andrew le propone un matrimonio de conveniencia. A medida que conviven, la relación entre ellos evoluciona de la frialdad a la complicidad, y María comienza a ver a Andrew como más que un extraño. Sin embargo, su felicidad se ve amenazada por un escándalo mediático y la venganza de un antiguo socio de Andrew que busca destruir su imagen. En medio de esta tormenta, María descubre que está embarazada, lo que la lleva a enfrentarse a sus propios miedos y secretos. A medida que la pareja navega por las dificultades externas e internas, descubren que el amor verdadero puede surgir incluso de las circunstancias más complicadas. Juntos, luchan por su felicidad y su futuro, demostrando que, a pesar de las adversidades, pueden encontrar la luz en la oscuridad.
Ana Clark, una joven de veintiocho años atrapada en una búsqueda laboral infructuosa, enfrenta la desesperación por la salud de su padre. Cuando recibe una sorprendente propuesta de Dominic Ivanov, un millonario enigmático, se le ofrece una solución a cambio de un matrimonio sin amor por un año. A pesar de sus reservas, Ana acepta el trato, sintiendo que no tiene más opciones. A medida que se adentra en esta nueva vida, se enfrenta a la frialdad de Dominic y la incertidumbre de un futuro lleno de sombras, luchando por encontrar su camino en medio de un acuerdo que desafía sus valores y sueños.
Karim solo cree que sus padres desean verlo casado con una mujer fuera de los focos y de reputación intachable, pero la turbia realidad es que le presentan a una joven Virgen, que fue robada, a quien deberá desposar. El hombre de negocios, rico y frío, será la cruel pesadilla de Juliette, quien deberá vivir atada al millonario, en una jaula opresora, y más cuando él le exige que debe darle un hijo.
Claudia, una joven artista con grandes sueños, es raptada y subastada en un evento clandestino. Su comprador, Jonathan de Luca, un magnate con un oscuro pasado, la mantiene en un mundo de lujo y opresión, mostrando una naturaleza posesiva y dominante. Atrapada entre el miedo y una extraña atracción hacia él, Claudia lucha por mantener su identidad mientras intenta escapar de su control. A medida que descubre los demonios que atormentan a Jonathan, se enfrenta a una decisión crucial: someterse a su voluntad o luchar por su libertad.
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
En opinión de todos, William se había casado con Renee bajo la presión. Ahora que su verdadero amor había vuelto embarazada, no podían esperar a que abandonara a Renee. Sorprendentemente, Renee fue sincera sobre la situación: "Para ser franca, soy yo la que pide el divorcio todos los días. Lo deseo incluso más que cualquiera de ustedes". Pero ellos ignoraron su comentario como un mísero intento de salvar las apariencias. Hasta que William hizo una declaración: "El divorcio está fuera de discusión. Cualquiera que difunda falsos rumores se enfrentará a consecuencias legales". Renee estaba confundida. ¿Qué planeaba hacer ahora este loco?
Dorian Borges es un empresario bastante reservado, al punto de que algunas personas creían que no le gustaban las mujeres incluyendo su secretaria de repuesto. Pero estaban muy equivocados, este hombre era un amante del sexo morboso. Follar era su pasión, y aunque nadie lo pillara con una mujer en las noticias, no quería decir que no se llevara a la cama a muchas. Y una de estas era su secretaria de repuesto, luego de que su actual asistente dimitiera, él contrato a una mujer nueva que con solo verla una vez supo que tendría sexo con ella en la oficina. Puesto que su mayor fantasía era follar con una secretaria en su despacho, pero como su antigua asistente tenía 8 meses de embarazo nunca logro hacerlo. Pero ahora era distinto con Catrina Hans, Dorian seducía a su secretaria a cualquier hora, hasta conseguir que ella le abriera las piernas para poder comerle el coño... él no creía en el amor, solo le gustaba tener sexo sin compromiso, pero todos terminan bebiendo una sopa de su propio chocolate. Cada capítulo es muy caliente hasta el punto que te humedecerás... ¡que te diviertas!
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?
-Nuestro amor nos llevará a terminar como Romeo y Julieta. - ¿Juntos? - ¡No! Muertos. -Tú siempre tan romántica. -Y tú, tan estúpido. -Ya hablo doña perfecta. -Aunque te cueste reconocerlo, así que no pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo. Me retiro antes de que se me pegue lo malo, con permiso joven Sanz. -Hasta nunca B-R-U-J-A fea. Espero que choques en tu escoba voladora y te destroces el rostro para no volverte a ver la cara de mustia amargada que tienes. -Qué tus buenos deseos se te multipliquen insecto -grito la chica al salir corriendo de la casa para tratar de llegar lo más pronto a la parada y alcanzar el último autobús que la llevaría de regreso a la Universidad de Barcelona, donde estudiaba. Esto era tan solo una pequeña pelea a la que se tenía que enfrentar cada vez que se encontraban en la residencia de la familia Sanz o donde coincidieran, en donde había sido contratada como niñera del menor de los hijos de la familia. - ¿Podrás algún día dejar tranquila a "Mi Vale"? Sigue por ese camino y me voy a asegurar que papá te quite todas las tarjetas, congelé todas tus cuentas y de pasada te ponga a trabajar para que dejes de estar molestando a mi chica. - ¡Mocoso! Nadie pregunto tu opinión, ¡Cuidado y abres la boca o me desquitaré contigo! Deberías de estar de mi lado y no de un espantapájaros como ese que no es parte de tu familia y a duras penas conoces. -Mira, quien habla, el chico más estúpido que puede existir en toda la ciudad, si no fuera por tu cara bonita, nadie se fijaría en ti. Te aseguro que en esa cabeza no hay ni gota de masa encefálica de la cual puedas presumir como ella. - ¡Basta! Lárgate a tú cuarto o voy a acabar contigo en menos de un segundo. - ¡Huy! Ya se enojó el niño bonito. Te estaré vigilando, no vuelvas a molestar a Vale. Si ella se marcha por tu culpa, me aseguraré de cumplir todo lo que te he dicho y sabes que no bromeo HER-MA-NI-TO. ¿Quién se atrevía a desafiarlo de esa manera? ¡Claro!, otro Sanz, uno que por lo menos conocía el amor y respeto a las personas sin importar su clase social o personalidad. Para este chico todas las personas eran iguales, hasta que demostraran lo contrario.