Amor Indevido

Nuevamente discutiendo con su padre, estuvo tomando otra vez, ya había perdido la cuenta de cuántas veces, le prometió dejar de tomar.

Te prometo que está es la última vez Lizbeth - dijo él dandole un abrazo a su hija.

Ella ha tenido una vida difícil desde que sus padres se separaron, tuvo que olvidar su infancia y madurar a tan corta edad.

A sus 7 años, lavaba, planchaba, cocinaba y atendía a su padre y hermano menor. Desde que su madre se fue, su padre comenzó a beber más.

Tanto... Que lo despidieron de su trabajo, su madre los visitaba con frecuencia, hasta que desidio llevárselos a vivir con ella a otro lugar, lejos de su padre, solo Lizbeth se fue con ella, ya que su hermano menor quiso quedarse con su padre.

3 largos años pasaron y ella regreso a vivir con su padre, Lizbeth se había convertido en una señorita muy hermosa y con sus 13 años ya cumplidos, empezó a estudiar la secundaria.

Su padre trabajaba en el campo y apuradamente les alcanzaba el dinero.

Tuvo que trabajar en la tienda de su prima para ayudar a su padre con los gastos de la casa.

Todo iba bien... Hasta que él apareció...

Un guapo jovén, musculoso, con una sonrisa encantadora, su nombre era Alejandro, tenía 28 años y tenía una mirada encantadora.

Alejandro entro a la tienda y dijo: Norma, dame una Cerveza.

Lizbeth ven a darle una cerveza al muchacho - dijo Norma

Lizbeth le dio la cerveza y al verlo a la cara quedó completamente enamorada de él.

¿Y quién es está hermosa muchacha? - pregunto Alejandro con una enorme sonrisa.

Es mi prima, se llama Lizbeth - dijo Norma sonriéndole.

Encantada de conocerte - dijo Lizbeth sonriéndole.

El gusto es mío - le dijo Alejandro mientras le daba un beso a la mano de Lizbeth.

Que guapa prima tienes, ¿Le das chance de que platique un rato conmigo? - dijo Alejandro sin quitarle los ojos de encima a Lizbeth.

Claro, solo no vallas a salir afuera, ya que mi tío los podría ver y se puede enojar - le advirtió Norma.

Ellos estuvieron una hora platicando y Alejandro buscaba un pretexto para poder robarle un beso, pero no encontro ningúno, asi que se despidió y se fue.

Ten cuidado con él, es muy mujeriego - le dijo Norma a Lizbeth.

Lo tendré prima - fue su respuesta.

Pasaron los días y los problemas empeoraban, Lizbeth había cambiado mucho, empezó a lastimarse físicamente y a tomar.

Su padre la castigaba cada vez que ella tomaba y su hermano cuando su padre no estaba, la agredía físicamente.

Hasta que una noche...

Salía ella de trabajar, cuando vio que Alejandro la estaba esperando.

¡Alejandro! ¿Que estás haciendo aquí tan tarde? - le pregunto Lizbeth algo sorprendida.

Es que no te puedo sacar de mi cabeza, me traes loco, se que hay una gran diferencia de edad, pero eso a mí no me importa - dijo Alejandro mirándola a los ojos.

Wow, me siento alagada, pero apenas nos conocemos, no sé mucho sobre ti, además... Si mi padre se entera, me va a castigar - dijo Lizbeth

Ven! Sube,te llevaré a un lugar - dijo Alejandro mientras arrancaba su motocicleta.

Lizbeth se subió sin pensarlo 2 veces.

Alejandro la llevo a un callejón que estaba cerca de la casa de Lizbeth.

Me gustas, me gustas mucho, quiero que me creas, quiero que confíes en mi - Alejandro le decía mientras se acercaba más a Lizbeth.

Alejandro, mejor me iré a mi casa, mi padre se puede enojar si llego tarde - le dijo Lizbeth mientras trataba de alejarse un poco de él.

Alejandro se acercó a Lizbeth, le agarro las manos y la acercó más a él hasta abrazarla.

Ella lo miro y estaba nerviosa, ella sabía que estaba mal, pero esa sonrisa, esa estúpida sonrisa hacia que quiera que la besara.

Y la beso, la beso de una manera suave y delicada.

Se dejo llevar y Alejandro empezó a poner sus manos en donde nadie más había tocado.

Hasta que ella pudo apartarce y le dijo : Alejandro, esto está mal y no puede volver a pasar, ya es tarde y me tengo que ir.

Ella se alejó rápidamente de ese lugar y Alejandro solo se quedó sentado en su motocicleta, asegurandose de que su nueva conquista llegará a su casa.

¿Porque llegaste tarde?Estuve a punto de ir a buscarte - le dijo su padre

Ella solo sonrió y le dijo : tranquilo viejito, tarde xq estábamos haciendo cuentas y anotando los productos que hacía falta en la tienda.

Cenaron, ella tomó una ducha y se acostó a dormir, pero no podía.

Pensaba en ese beso... En su primer beso, sentía como mariposas en su estómago.

Pensaba en como dejo que tocará partes que no debía tocar, en como la hizo sentir.