Tras cortar la relación de siete años con su novia, Franco, un importante empresario, al que le llueven las mujeres, pretedía hacer uso y abuso de su libertinaje, pero no tuvo en cuenta que el amor iba a golpear rápidamente a su puerta. Quedó prendado por la belleza y el cuerpo de Macarena, una jovencita estudiante de arquitectura, no obstante, pretendió huir de esa atracción, es que ella era una joven muy descaraday a él le gustaba estar al mando de cualquier situación, sin embargo, el descaro de la joven mujer, no era másque una pantalla, que le permitía ocultar sus inseguridades.
Fui hasta la casa de mis padres para ayudar a mi hermanito, en realidad mi hermanito ya tiene 21 años, tengo que dejar de llamarlo así, ya que ni siquier es adolescente, es un hombre joven, y está lejos de ser un niño, lo que sucede es que le llevo más de 10 años, 12 exactamente, y me cuesta verlo de otra manera, ahora comprendo cuando mi madre me llama ¨mi nene¨.
En fin, iba a ayudarlo con una presentación para la facultad, ya que estudiaba arquitectura, siguiendo mis pasos.
Mi hermano y sus compañeros de facultad no pasaron por mi estudio, porque eran un grupo de cinco personas, la presentación era grupal.
Había tres chicas, mi hermano y otro chico más.
Para mí, aunque hace un rato recapacite sobre su edad, seguía siendo un crío, casi un niño, nuevamente pienso en mi madre cuando piensa que yo mismo soy una criatura ¡Y tengo 33 años!
Soy arquitecto y aprovechando algunas materias en común, también me recibí de ingeniero civil.
Ser ingeniero me permitía hacer construcciones más importantes.
Ellos, es decir, mi hermano y sus amigos, estaban acomodados en tres sillones, con música de fondo, para mi gusto sonaba demasiado alta, ellos mismos hablaban a los gritos para poder escucharse y así no se estudiaba.
No pude evitar fijarme como dos de sus amigas se codeaban, mirándome descaradamente, una de ellas parecía que me quería comer, literal, sin disimulo y lo que hace unos instantes era un halago, ahora ya era incómodo, aunque la chica era bellísima.
Mi hermano me presentó como su salvación para aprobar esa materia de la facultad, ya que era una de las materias más difíciles y tenía un montón de materias correlativas, es decir, si aprobaban esa materia, podían seguir cursando seis materias más.
Fui a la cocina para servirme un vaso de agua y cuando giré, ella, la chica que parecía que me quería comer, estaba ahí, mirándome de una manera provocadora.
Para mis 33 años, ella era una nena, bueno...con un cuerpo de mujer ¡¡Y qué cuerpo!!
Vestía unos jeans, de cintura alta, marcando su hermoso, perfecto y sexi trasero, seguro que usaba eso para lucir sus pomposas cachas, una remera atada anudada en la cintura, negra, con una inscripción de una banda de rock retro, ajustada, marcando sus suaves curvas.
¡Dios, qué mujer!
Nena, me dije, es una nena, tendría 21 o 22 años, pensarán cuando me fijé todo eso, es que cuando nos presentaron, en un momento ella se paró, luego giró, creo que lo hizo para que la mire, y sí, yo la miré.
No soy de los que se le van los ojos detrás de las mujeres, al menos esa es mi fama, correcto, frío, indiferente, ¡Ja!
La miré y ella, luego, cuando estábamos en la cocina, con una sexi sonrisa, me pidió que le pase de la heladera una gaseosa, me rozó los dedos cuando le di la botella, lo hizo a propósito, y con su contacto, yo sentí una sensación que hacía mucho que no sentía, algo inexplicable y ella, muy campampante, me guiñó un ojo, no lo podía creer, yo soy un hombre, con experiencia y ella, ella...es una nena, no me gustaban las jovencitas, siempre le tuve miedo a las escandalos, al llanto femenino, a que se aparezcan en mi empresa arruinando algún proyecto, con gritos y reclamos, era mi peor pesadilla, las jovencitas me asfixian, yo amo mi libertad.
Estuve en pareja siete años, pero con mi novia no convivimos, cuando mi ex comenzó a instalarse en mi casa, entré en pánico, no pude con eso, no la quería cortar, estaba cómodo con ella, pero no para tenerla dia y noche en mi casa, los fines de semana sí y tal vez algún día entre semana, pero no más.
Cada día que ella buscaba una excusa para quedarse, yo buscaba otra para que se vuelva a su casa, teniendo en cuenta que era una relación de siete años, el próximo paso era la convivencia, o el casamiento, es la lógica, una familia, hijos, pero no estoy preparado para eso, la relación se fue enfriando y mś tarde se volvió toxica, a cada rato estabamos distanciados 15 o 20 días...ahora, cada tanto me llama y nos vemos, terminamos teniendo sexo, ella queriendo quedarse en casa, haciendo reproches, es una mujer de mi edad, se supone que comprende, que no hace escandalos, que sabe como son las cosas.
Por Macarena
Estábamos en la casa de Dante, nos reunimos para hacer un trabajo práctico en equipo.
Una presentación para la facultad, de una materia filtro, muchos no la lograban aprobar aún cursando varias veces esa materia, éramos cinco compañeros, Dante, Nico, Sol, Vicky y yo.
Se notaba que Dante era de una clase social mucho mejor que la mía, no es que fuera multimillonario, ni que tuviera un montón de sirvientes, eso no creo, pero sí había una señora que limpiaba su casa y estaba todo el dia allí, creo que a la noche se iba, eso lo sé, porque muchas veces nos reunimos para estudiar en su casa, estábamos cómodos y solos, sus padres tenían un comercio de decoración e iluminación.
Era un local enorme y vendían artículos lujosos, allí sí tenían algunos empleados.
Mi situación socioeconómica era distinta, era más parecida a la de Vicky, mi madre era auxiliar en un colegio, se encargaba de la limpieza en una escuela, de abrir la puerta para que entren los niños, etc, mi papá nos dejó cuando yo tenía 6 años y mi hermana 4, creo estábamos en jardín de infantes.
La historia de Vicky era similar, por lo que teníamos más cosas en común y tal vez por eso éramos muy amigas desde la escuela secundaria y decidimos estudiar lo mismo, sé que arquitectura es una carrera difícil, que lleva tiempo y dinero, pero era mi sueño, aunque a esta altura no sé si lo voy a poder cumplir.
Para costear mis estudios, trabajaba de niñera, no era mucho dinero el que lograba, aunque no le creaba gastos a mi mamá, pero eso no alcanzaba, también hacía alguna changuita o lo que saliera.
Yo siempre me sentí menos, era un complejo muy grande el que tenía por ser pobre y ese complejo lo escondía, tal vez por eso parecía descarada, mi descaro era una pantalla, como una actuación para esconder como realmente me sentía.
Sol estaba en nuestro grupo porque estaba enamoradisima de Dante, él es divino, de esos chicos que te los quedás mirando embobada, medía 1,85, tal vez un poco más, de cabello rubio oscuro, lacio y un poco largo, se llegaba a hacer una colita, en algún lado de su casa, vi una foto de su hermano, cuando era más joven, con el cabello igual, aunque su cabello era un poco más claro, los ojos de Dante eran claros, entre verdes y celestes, un color indefinido, una cara perfecta y un cuerpazo de modelo, era simpático con nosotras, a veces parecía tímido con las chicas.
En la facultad, con los profesores siempre se destacaba y nos seguía sorprendiendo en cada clase por su cultura, sabía todo.
A mí me gustaban los chicos un poco más grandes, aunque no tenía muchísima experiencia, ya que en cada momento que tenía libre trataba de tener algún trabajito extra y no salía mucho.
Sabía que Dante tenía un hermano que era arquitecto y que eran muy parecidos físicamente, aunque su hermano era mayor.
En su casa había un montón de fotos de Dante con su hermano y de cada uno solo.
Cuando levanto la vista, veo al hermano de Dante, no lo conocía personalmente.
Vicky me da un codazo, claro, era un Dios.
Alto como Dante, con un cuerpo de modelo, rubio, cabello corto, ojos azules, profundos.
Una carita divina, con barba de dos o tres días, tenia un traje negro, con una camisa verde clarita y corbata verde muy oscura y tenía un maletín en su mano.
-Hola chicos, soy Franco.
Se presenta.
-Hermanito.
Le dice a Dante, bromeando un poco y chocando palma contra palma.
Le respondimos el saludo, yo no podía dejar de mirarlo, estaba embobada, ese hombre era muy formal y tal vez un poco viejo, pero me movilizó todo por dentro y cuando me miró, sentí que me quemaba, me paré como para agarrar unos apuntes, pero en realidad solo quería llamar su atención, tuve una necesidad absoluta de que me mire, sé que soy hermosa, mido casi 1,70, tengo una cola que todos los chicos me halagan y busto de tamaño normal, pero al ser tan delgada, sobresalía, me miró, obvio, aunque trató de disimularlo, parecía más tímido que el propio Dante, aunque no creo que un hombre con esa belleza, ese porte y esa edad, sea tímido.
-Tomo algo y arrancamos, porque en 3 horas tengo una reunión.
Dijo y se dirigió a la cocina.
Nos puso horario, debe ser para que no perdamos tiempo.
-Tengo sed.
Dijo Nico.
-Yo te traigo.
Me ofrecí en forma inmediata, es que quería ver al hermano de Dante.
Fui hasta la cocina, Franco estaba sirviéndose un vaso de agua.
-¿Me pasás una gaseosa, por favor?
Cuando me da la botella, le rocé los dedos a propósito y sentí un pequeño sobresalto en él, que quiso disimular, yo sentí lo mismo, le sonreí y le guiñe un ojo, vi como su semblante se puso serio, como reprochando mi avance, dejándome fuera de lugar, pero ignoré su gesto, me di vuelta para llevar la gaseosa a los chicos y sentí que su mirada quemaba mi espalda. ¡Cómo me hubiera gustado tener un espejo para poder ver su cara!
Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero… mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Me enamoré profundamente de Agustín, sin embargo él ponía una distancia enorme entre nosotros, su excusa era que soy menor de edad y que me lleva 12 años, pero yo no bajé los brazos, lo iba a conquistar a cualquier precio. Sabía que me deseaba, eso lo veía en sus ojos, por lo que decidí acorralarlo cada vez que tuve la oportunidad. Cuando cumplí 18 años, todo cambió, tuve su amor incondicional, sin embargo nunca pensé que tendría que ser yo, la que con mucho dolor, lo abandonaría. * En Argentina se llama pendeja/jo a Mujer/hombre muy joven o adolescente, puede ser despectiva o cariñosamente. *La historia de Any comienza en Mi primer amor, Ivana y Willy.
Alexander Whitmore se ve forzado a casarse con Lauren Green para asegurar su herencia en la empresa familiar. Aunque al principio se desprecian mutuamente, la atracción entre ellos se convierte en un conflicto emocional cuando Alexander empieza a enamorarse de Lauren. Sin embargo, un embarazo inesperado lleva a Lauren a huir y buscar el divorcio. Años después, regresa como exesposa con un hijo, y Alexander, lleno de arrepentimiento, le suplica una segunda oportunidad.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Hace siete años, Emerald Hutton dejó a su familia y sus amigos para ir a la escuela secundaria en Nueva York con el corazón roto, solo para escapar de una persona: el mejor amigo de su hermano, a quien amaba desde el día en que la salvó de los matones cuando tenía siete años. Herida por el chico de sus sueños y traicionada por sus seres queridos, Emerald enterró los pedazos de su corazón roto en el rincón más profundo de sus recuerdos. Siete años después, tuvo que regresar a su ciudad natal después de terminar sus estudios universitarios. Su corazón se convirtió en una fría piedra, vacío de amor y cayendo en el olvido que una vez latió por un hombre. Traumatizado por su pasado, Achilles Valencian se había convertido en el hombre al que todos temían. Los golpes de la vida habían llenado su corazón de una oscuridad sin fondo. Y la única luz que lo había mantenido cuerdo era una chica con pecas y ojos turquesa que había adorado desde siempre, la hermana pequeña de su mejor amigo. Después de tantos años, cuando finalmente había llegado el momento de capturar a su presa en su territorio, Achilles Valencian comenzará su juego. Un juego para reclamar lo que es suyo. ¿Podrá Emerald distinguir la diferencia entre el amor y el deseo, y evitar la peligrosa ola que una vez la arrasó para mantener su corazón a salvo? ¿O caerá en la trampa? Nadie jamás pudo escapar de las manos del hombre y él siempre obtiene lo que quiere. Y ese juego se llama: 'La Trampa de Ace'.
Hace mucho tiempo, dos reinos convivían en paz. El reino de Salem y el reino de Mombana ... Todo marchó bien hasta el día en que falleció el rey de Mombana y un nuevo monarca asumió el mando, el Príncipe Cone, quien siempre tenía sed de más poder y más y más. Después de su coronación, atacó a Salem. El ataque fue tan inesperado que Salem nunca se preparó para él. Fueron tomados con la guardia baja. El rey y la reina fueron asesinados, el príncipe fue llevado a la esclavitud. La gente de Salem que sobrevivió a la guerra fue esclavizada, sus tierras les fueron arrebatadas. Sus mujeres fueron convertidas en esclavas sexuales. Lo perdieron todo. El mal aconteció en la tierra de Salem en forma de Prince Cone, y el príncipe de Salem, Lucien, en su esclavitud se llenó de tanta rabia y juró venganza. *** *** Diez años después, Lucien, de treinta años, y su gente asaltaron un golpe y escaparon de la esclavitud. Se escondieron y se recuperaron. Entrenaron día y noche bajo el liderazgo del intrépido y frío Lucien, quien fue impulsado con todo en él para recuperar su tierra y tomar la tierra de Mombana también. Les tomó cinco años antes de que tendieran una emboscada y atacaran a Mombana. Mataron al príncipe Cone y lo reclamaron todo. Mientras gritaban su victoria, los hombres de Lucien encontraron e inmovilizaron a la orgullosa princesa de Mombana, Danika, la hija del príncipe Cone. Mientras Lucien la miraba con los ojos más fríos que alguien pueda poseer, sintió la victoria por primera vez. Caminó hacia la princesa con el collar de esclavo que había fabricado durante diez años y con un movimiento rápido, la sujetó del cuello. Luego, inclinó su barbilla hacia arriba, mirando a los ojos más azules y el rostro más hermoso jamás creado, le dio una sonrisa fría. "Eres mi adquisición. Mi esclava. Mi esclava sexual. Mi propiedad. Te pagaré con creces todo lo que tú y tu padre me hicieron a mí y a mi gente", dijo él secamente. El odio puro, la frialdad y la victoria era la única emoción en su rostro.
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Casandra Herrera brilla con éxito, dinero y libertad. Pero un oscuro pasado la acosa, desafiándola con su peor pesadilla. La desconfianza la gobierna hasta que conoce a Fabio Andrade, un abogado ambicioso y atractivo, al que ella hace una oferta laboral irresistible: un contrato que lo catapultaría como socio de su bufete. Para Fabio, esta oportunidad podría ser su liberación de las presiones familiares, pero también lo enfrenta a un dilema amoroso. Ama a Susana, su amiga de toda la vida, desde que Una tragedia los unió, y luego los distanció. Ahora, él no sabe si esperar o rendirse, mientras Casandra se pregunta por qué este hombre la descontrola. La necesidad tiene muchos rostros y solo una petición… Quédate.