Mi pequeña Alice

Alice, alice despierta se hace tarde para ir a la escuela levante.

Alice: estaba durmiendo tan plácidamente hasta que escuché a mis primas Celeste y Celia gritar mi nombre, pero aún no me quería parar no me gusta pararme temprano, así que me paré de mala gana ya que ellas son capaces de hacer lo que sea para pararme—ya, ya me levanté no tienen por qué gritar, ¿ustedes no duermen o que?

Celia: claro que dormimos pero tú ya te pasas, rápido levante.

Alice: me levante de la cama y me dirigí al cuarto de baño, me di una ducha de agua fría para terminar de despertarme, salí del cuarto de baño con una toalla envuelta en mi cuerpo y otra para secarme el cabello, cuando salí vi a mi nona que había venido atraerme mi uniforme. Mi nona a trabajado con mis padres por muchos años hasta antes de que yo naciera siempre ha cuidado de mi, la quiero como si fuese mi madre, siempre me cuenta cosas de mi madre dice que parezco mucho a ella la única diferencia es el color de ojos, mi madre era de piel blanca ojos color miel y cabellos negros, yo soy igual solo que con ojos azules, creo que por eso mi padre casi no está con nosotras ya que mis primas también son parecidas a mi tía y yo a mi madre lo que hace que las recuerde, cada vez que viene a cenar o desayunar con nosotras siempre tiene una sonrisa pero con una mirada triste y siempre que me ve me abraza como si fuese el ultimo abrazo, a pesar de estar muy ocupado siempre esta al pendiente de nosotras y nos de muestra lo mucho que nos adora.

— Ya estaba lista, siempre me demoro cepillando mi cabello ya que lo tengo largo más abajo de mis caderas, salí de mi habitación iba caminando por los pasillos hasta llegar a las escaleras para bajar a la sala, entrando al comedor ya me estaban esperando Celia y Celeste para desayunar.

Celeste:¡Oh! Hasta que llegas bella durmiente vamos siéntate a desayunar que vamos a llegar tarde.

— Me senté a lado de celeste riéndome de como me llamo siempre tiene un apodo uno para mi

Alice: ya tranquila estás igual a Celia gemelas tuvieron que ser aunque

Celia: te equivocas cariño, aunque seamos idénticas físicamente somos muy distintas en otros aspectos.

Alice: como digas, ya termine vamos.

——Salimos de la mansión, y ya estaba Taylor nuestro chofer esperándonos fuera del auto,

Sonaron tres voces: buenos días Taylor

Taylor: buenos días señoritas ya están todas listas,

—si

—bien vamos

—nos subimos al auto, pasaron unos 15 minutos cuando se detuvo,

—ya llegamos

—gracias Taylor

— salimos del auto y nos dirigimos a nuestro salón ya que estábamos en el mismo grado. Luego llego la hora de irnos a casa ya Taylor nos estaba esperando, nos subimos al auto estábamos en completo silencio hasta que celeste habló.

Celeste:hey que pareces si vamos al centro comercial y luego pasamos al cine.

Alice:No me gusta salir mucho pero ya teníamos tiempo que no salíamos a divertirnos,—me parece bien tenemos mucho tiempo que no salimos.

Celias: No no, no le hemos pedido permiso a mi tío.

Alice: tranquila Celia ya le envíe a papá y nos dio permiso así que ya no hay excusa,

Celia aceptó y le dije a Taylor que se dirigiera hacia en centro comercial, estando en centro comercial compré unas cosas para mi habitación y algunos productos para el cabellos y cuidado de la piel, entramos a una tienda muy lujosa, a celeste se le abrieron los ojos cuando bien un hermoso vestido lo agarró y fue a los vestidores, a mi también me gustó un vestido era en color azul claro así como el color de mis ojos fui a los vestidores y me quedó hermoso se ajustaba muy bien a mi cuerpo me quedaba a medio muslo, así que lo compré junto a otras cosas celeste y yo fuimos la que compramos más cosas, Celia solo compro dos cosas, yo me quedé en la tienda pagando mientras Celia y Celeste estaban afuera , cuando termine de pagar iba saliendo cuando choque contra el pecho de alguien fue tan fuerte el choque que caí sobre mis nalgas tirando también las bolsas de las cosas que había comprado, me disculpe con el tipo pero el muy imbecil ni siquiera me respondió cuando iba alzar mi mirada el Idiota paso por mi lado como si nada, estaba tan furiosa que mis mejillas se pusieron rojas de la rabia agarre mis bolsas y salí de la tienda.