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Quisiera pensar que la relación que tengo con mi hermanastro no será mal vista, pero sería tonto de mi parte. Él lo es todo para mí, pero nuestro amor parece destinado a fracasar.
Quisiera pensar que la relación que tengo con mi hermanastro no será mal vista, pero sería tonto de mi parte. Él lo es todo para mí, pero nuestro amor parece destinado a fracasar. Él fue mi primer hombre, y no creo que logre encontrar a alguien más. No quiero siquiera intentarlo, y por eso, la idea de abandonar el país e irme lejos ronda mi cabeza.
Quizás debería empezar por el principio, pues toda historia lo tiene, aunque la mayoría de ustedes quisiera que empezara por describir cómo pasó lo que pasó.
Lo sé... pero calma, ya llegaremos ahí. Mientras estoy aquí bajo la lluvia, esperando que regrese conmigo, pienso en nuestra vida juntos. En las cosas que vivimos juntos y no me arrepiento de ninguna de mis decisiones. Siempre vivimos como si cada día fuese el último que teníamos juntos.
Ahora me encuentro en nuestro lugar secreto, lejos de todos los que nos conocen. En el lugar en el que éramos simplemente nosotros. Y la vida se encargó de que estuviésemos juntos, las muchas situaciones que me llevaron a su familia fueron un regalo, uno que me puso en sus manos.
Y poco a poco mi amor de hermana pequeña evolucionó a algo más, algo tan intenso que temí que aquello arruinara todo; mis sentimientos podían romper a nuestra familia y si al final él solo me quería como a una hermana, buscaría la forma de irme. Amarlo, aprender a amarlo como más que a un hermano no fue complicado.
En cada momento difícil mientras crecía, él estaba ahí para mí. Me hacía sentir que no importaba cuán arduo pareciera lo que tenía que enfrentar, podía lograrlo, y cuando no era más que una niña pequeña, si caía, su mano estaba ahí para ayudarme a seguir.
Mi nombre es Lia Mathews y tengo 28 años. Soy editora en jefe en la editorial Brown&Brown, perteneciente a mi padrastro, Thomas Brown. No es que esa fuese mi elección inicial de carrera, pues iba a ser doctora y ese era mi sueño; sin embargo, una lesión en mis manos cambió mi destino.
Desde los 21 hasta acabar la carrera viví sola en un pequeño apartamento en un barrio nada agradable, pero no podía pedir gustos. Pagar media beca de la Universidad consumía lo que ganaba en mi empleo nocturno en la cantina de Moe.
Llegar a donde estoy ahora, con un buen sueldo y sin pasar hambre... llegar al momento en que estoy, ha sido duro. La forma en que empieza mi historia ha sido difícil. Porque para mí, lo que ha sucedido hasta el día de hoy es parte de un pasado que me he esforzado por dejar atrás.
Marian, mi madre, fue una experta en cambiar de marido. Tuvo seis y con ninguno tuvo hijos, pues ya me tenía a mí. Y existo porque mi padre la forzó a no abortar. O eso me dijo siempre.
El verano que cumplí doce, se casó con Thomas Brown; este tenía dos hijos, los gemelos Alec y Alex, quienes eran 10 años mayores que yo. Al inicio quise a Alex como a un hermano -muy al inicio y no por mucho tiempo, claro está- aunque ya estaba mayor como para necesitar un hermano. Me había hecho a mí misma, forjada en hierro.
La primera vez que lo vi, llevaba en mi mejilla un moretón; Alex me miró y sentí pena, así que bajé el rostro, sin embargo, la mano de mamá en mi hombro y los dedos hundiéndose en mi piel fueron suficientes para que mi timidez quedase de lado y mirara a mis nuevos hermanos.
Sin embargo, lejos de encontrar burla en los ojos de Alex, le miré y estaba molesto. Sus ojos estaban clavados en la mano de mi madre. Lo que resultaba curioso era que, de alguna forma mística, mágica y milagrosa, mamá nunca engañó a Alex, por eso siempre trataba de mantenerme lejos de ella o cuando podía al menos, pues Alex estaba en la universidad y llegaba poco a casa.
Con el paso del tiempo, mis sentimientos cambiaron, Alex parecía dispuesto a salvarme de situaciones incómodas siempre. Podría decir que a los 18 uno es ya capaz de defenderse, pero mamá siempre me agredió; sus fracasos con los varios maridos que tuvo me los achacaba a mí, así que en mi espalda, pechos y estómago estaban las evidencias de años de abusos -e ignoraba que faltaban varias agresiones más, una de ellas la responsable de acabar con mis sueños.
Por Alec, hasta la fecha, solo tengo sentimientos de hermana menor, nada más. Todo el asunto de ver a Alex como algo más que a un hermanastro empezó poco antes de mis 19 y cuando mamá me descubrió, me castigó de forma brutal.
Me alejé de él, dejé de buscarlo para charlar y durante el siguiente año, actué como una perra odiosa. Sin embargo, mis esfuerzos se vinieron abajo cuando casi cumplí 20, pues lo vi desnudo.
Fue accidental, entré a su habitación y lo miré tocarse mientras susurraba mi nombre. Salí sin hacer ruido y empecé a pensar en él, la imagen de Alex tocándose fue perturbadora, me movió todo.
Una noche me acerqué a él y este abrió los ojos con sorpresa, pero no se cubrió. Siguió con lo que estaba, así que siendo valiente di un paso cerca de él, coloqué mi mano sobre su miembro y le di placer. Alex no pudo soportarlo y me atrajo a sus brazos. Nos besamos con ardor, nos frotamos uno contra el otro.
Alex se puso de pie y se dirigió a su puerta. Pensé que la abriría para que me fuese, pero le puso seguro. Eran las dos de la madrugada y nuestros padres dormían. Me desnudó con calma, estaba oscuro. Su mirada era la de un cazador...
-¿Seré tu primero?
-Sí
-Sí, te deseo, Alex.
-¿Te tocas pensando en mí? Hago lo mismo, Lia, y hoy finalmente serás mía.
Y entonces desperté, como cada noche que soñaba con él debía darme un desahogo, lo que no esperé fue que Alex estuviese a mi lado en la cama.
-Dulce Lia. Sueñas conmigo, murmuras mi nombre.
-No es correcto, Alex.
-A la mierda con lo que es correcto.
-Vete, por favor.
-Dime que no me deseas y me iré.
Alex colocó mi mano sobre su miembro, era realmente grande y estaba duro por mí. Pero a pesar de que anhelaba su contacto, las marcas en mi espalda eran un recordatorio de que ningún hombre debía verme.
-𝑉𝑒𝑡𝑒, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟.
-𝐿𝑜 ℎ𝑎𝑟𝑒́, 𝐿𝑖𝑎, 𝑦 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑡𝑒 𝑏𝑢𝑠𝑐𝑎𝑟𝑒́. 𝑆𝑖 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑖𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑑𝑖𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑐𝑡𝑎, 𝑎𝑑𝑒𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒. 𝑀𝑒 𝑣𝑎𝑙𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑖𝑒𝑟𝑑𝑎, 𝑝𝑜𝑙𝑣𝑜𝑠 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜... 𝑚𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑎𝑛. 𝑈𝑛𝑎 𝑡𝑜𝑛𝑡𝑎 𝑣𝑖𝑟𝑔𝑒𝑛 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑣𝑎 𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑟𝑜𝑔𝑎𝑟.
Alex podía decir lo que quisiera, pero sabía que anhelaba mi toque. Nos deseábamos, pero me mantuve fuerte; no era correcto.
Algunas noches después, entró de nuevo en mi habitación, pero por una razón totalmente distinta. Había sido alertado por el personal de la casa y al llegar, me encontró inconsciente en el suelo.
-Lia... Lia, cariño, despierta.
Alec estaba ahí también.
-Mira sus manos. Vamos al hospital.
-Tú conduces, ¿y Marian?
-Ya han llamado a la policía, se la llevarán de aquí. Papá descubrió que es la responsable de los desfalcos.
Recuerdo poco de aquella vez; todo había iniciado horas antes cuando mi madre entró a verme, aprovechando que Thomas y sus hijos no estaban.
-Zorra, te he visto mirar a Alex.
-No sé de qué hablas.
-No me mientas, Lia.
Mamá traía el cinturón; me golpeó salvajemente en las manos. Sabía que no podía gritar porque eso alargaría la agonía. Me hizo levantarme, puso mis manos en la puerta y la cerró varias veces; sentí los huesos romperse y entonces, sin importarme lo que sucediese después, grité.
Los empleados de Thomas corrieron, vieron mis manos llenas de sangre y llamaron a su jefe. Recuerdo haber caminado un poco y luego nada.
Abrí los ojos horas después; mis manos estaban vendadas. Thomas estaba a mi lado; también, sus hijos estaban ahí y me miraban con pena. Thomas se acercó a mí.
-Cariño, el médico nos ha hablado sobre las marcas en tu cuerpo. Tendrías que haberme pedido ayuda.
-Sentía vergüenza...
Alex estaba furioso y salió azotando la puerta. Mis manos habían resultado severamente dañadas, así que el médico, de forma amable, me dejó saber que cualquier carrera como cirujana estaba descartada.
Regresé a casa con Alec; mi madre había sido puesta en la cárcel, acusada no solo de abusos físicos sino de desfalco. Y yo cargué con la vergüenza y la culpa, dejando de sentirme cómoda con los Brown. Por eso, una noche me acerqué al hombre al que aprendí a ver como a un padre.
-Hola Thomas.
-Cariño, ¿cómo estás?
-Quiero agradecerte todo; me has cuidado cuando soy solo la hija de Marian.
-Tú eres mi hija; te crié desde los 12. Mis sentimientos no los puedo evitar; eres tan mía como los gemelos.
-No me puedo quedar en esta casa, Thomas.
-¿De qué vas a vivir?
-Algo encontraré.
-¿Piensas que te dejaré ir a empezar a ver cómo subsistir?
-Soy mayor de edad, Thomas.
-Lo sé, pero déjame al menos darte algo de dinero para unos meses. Ve a la universidad, dile al rector quién eres. La carrera que escojas estará pagada.
-No puedo aceptarlo, Thomas. No solo no es correcto, sino que no sé qué hacer; mi futuro giraba en torno a la cirugía, ahora con estas manos...
-Hazlo por mí, por favor. Sé que nada podrá compensar lo que has perdido, pero piénsalo con calma.
-Gracias...
-Cuando llegues allá, te daré una mensualidad para gastos.
-No, con gusto acepto la ayuda con la carrera, pero solo eso. Por favor.
-Eres buena negociando.
-Te quiero, Thomas; eres mi padre de corazón.
-Amas a Alex.
-Sí, no debería, pero lo hago.
-Contrario a lo que piensas, si a futuro algo entre ustedes sucede, no me opondré.
-Thomas...
-Cuando mi esposa murió, Alec canalizó su dolor en la escuela, empezó a sobresalir. Alex fue lo contrario; fumaba, bebía. Lo expulsaron de tres colegios distintos, pero cuando está contigo, sus demonios se alejan. No creas que te veo como alguien a quien usar, pero si pudiera pedir a alguien bueno para mi hijo, esa eres tú. Sé que te gusta leer, que amas hacerlo. La universidad tiene una buena carrera de literatura. Prepárate y regresa a mi editorial.
-Gracias Thomas.
Debido a todo lo sufrido por su familia, Gabriel Dracul se mantenía un poco alejado de todos. Porque lo único en lo que debía concentrarse, era en cuidar a su compañera. Desde las sombras. Christie tenía una misión importante, debía ayudar a la familia Sackville para que la profecía de los cazadores pudiera cumplirse. Pero todo aquello tenía un precio y por eso, Gabe tuvo que reunir a sus hermanos y explicarles todo. Evidentemente, llegaron los cuestionamientos, sin embargo, sus hermanos no lo defraudaron y le ofrecieron toda la ayuda que necesitara. Y mientras su compañera iba superando cada día con éxito, los Dracul observaron a Gabe, sorprendiéndose al ver que aquel al que solo consideraban un erudito, era capaz de niveles impresionantes de violencia y poder. Comprendían que tener una compañera y no vincularse era difícil, pero no acababan de acostumbrarse a este nuevo Gabe. De lo que estaban seguros era de que necesitaban cuidar de Christie, porque si algo le sucedía, Gabe acabaría con los responsables, aunque eso significara matar indiscriminadamente.
La leyenda cuenta que los primeros lobos llegaron a la Tierra desde las estrellas, escapando de la destrucción de su planeta natal, Lycanthros. Solo unos pocos afortunados lograron sobrevivir y establecerse en nuestro mundo. A lo largo de los siglos, estos lobos inmortales se mezclaron con los humanos, transformándolos en seres como ellos para preservar su especie. Fundaron clanes poderosos en cada rincón del planeta, gobernando en silencio y sin problemas durante milenios. Sin embargo, la historia dio un giro cuando Antón, el nieto de dos de los lobos de las estrellas, ascendió al trono como el alfa absoluto. Gobernaba con mano firme pero amable, manteniendo la paz y la armonía entre todos los lobos de la Tierra. Pero cuando su compañera, una loba poderosa como pocas, apareció en su vida, todo cambió. Descubrió que estaban unidos por lazos que no podían romperse fácilmente. Antón, que había sido un líder compasivo, se vio enfrentado a un dilema. La seguridad y felicidad de su compañera eran su prioridad, y si eso significaba convertirse en un alfa brutal para protegerla, entonces así sería.
Alec es un vampiro engreido que rompió el corazón de Emly muchos años atrás. Justo el día en que ella va a casarse, reaparece diciéndole que le pertenece y que no le permtirá unirse a otro hombre. Emily, lejos de considerarlo un gesto romántico, estilo novelas de héroes, parece capaz de golpearlo con lo que tiene a mano. ¿Alec de verdad pensó que regresaría y ella saltaría con emoción a sus brazos?
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
"No va a funcionar entre nosotros, Terence". "No me importa, Carla. Te quiero a ti sólo a ti". Nunca sabrían lo que podría suceder si él no se topara con ella o si ella no hubiera decidido acogerlo esa noche. A partir de esa mágica noche, todo había cambiado. Todo parecía diferente de la noche a la mañana. Carla estaba lista para enfrentar lo desconocido en el momento en que decidió tomar la mano de Terence. Pese a los siete mil millones de personas en el mundo, ellos lograron encontrarse el uno al otro penetrando en sus respectivas vidas. Incluso cuando todos le decían que Terence se había ido, ella no podía creer ni una sola palabra, porque Terence era un hombre de palabra y él se lo había prometido para siempre. La gente solían decir que algún día conocerías a alguien al que estarías dispuesto a dedicarle tu vida. Carla sabía que eso era verdad, porque así era cómo amaba a Terence. La Chica de Mi Vida es una novela extraordinaria que te hará reír y llorar, donde descubrirás que, a veces, el amor no está lejos de cada uno de nosotros.
Eda Calloway y Christopher Davenport, se han unido en matrimonio por acuerdos familiares, claro que ninguno de los involucrados alberga sentimientos hacía el otro, es más Christopher siempre estuvo enamorado de su primer amor, Patricia Grenville, pero el amor no era más fuerte que los Imperios y los intereses familiares, aquello obliga a Christopher a tomar distancia de su gran amor. Patricia viaja a los Estados Unidos mientras que los Davenport cortan todo lazo y toda conexión de los enamorados, es así que Christopher empieza a sumergirse cada vez más en el mundo Empresarial hasta coronarse como uno de Empresarios más influyentes de Inglaterra, Escocia entre otros Países, hasta que sus familiares encuentran la candidata perfecta para su esposa.Eda Calloway, es el epítome de la dulzura y la fragilidad, una joven que irradia pureza y encanto con cada paso que da. Su inocencia, reflejada en su mirada clara y su disposición amable, es lo que la hace destacar en un mundo lleno de ambición y máscaras. Como heredera de la prestigiosa familia Calloway, Eda combina elegancia natural con una humildad que desarma incluso al más frío de los corazones.Los Davenport la han elegido como esposa del Gran CEO, Christopher Davenport, no solo por sus impecables conexiones familiares, sino porque Eda posee un aura especial, capaz de atravesar las murallas que Christopher ha construido a lo largo de los años. Su dulzura contrasta con el carácter frío y calculador del CEO, convirtiéndola en la pieza que equilibra y complementa su personalidad.Para la poderosa familia Davenport, Eda representa no solo una alianza estratégica entre dos linajes prominentes, sino también una esperanza de que su calor y bondad puedan suavizar el alma endurecida de Christopher, despertando en él emociones que ha mantenido enterradas durante años. Su capacidad de ver lo mejor en los demás y su inquebrantable optimismo la convierten en una figura única, destinada a marcar una diferencia en la vida del gran Davenport.
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
Una joven novicia, obligada por su madrastra, se prepara para ser monja, mientras su hermanastra, busca casarse con un hombre rico, incentivada por su madre, para recuperar la vida de lujos que antes llevaban. Un hombre, rico y poderoso, enamorado de una mujer casada, obligado por su familia, busca una esposa, que sirva para recibir su herencia, mientras sigue con la mujer que ama.
Nada es lo que tu esperas, todo puede ir perfecto en tu vida y luego da un giro de siento ochenta grados haciendo que tu pequeño e insignificante mundo mejore o empeore No supe que hacer cuando caí en la cuenta que perdia lentamente la cordura por esos seis hermanos; ignorando de su existencia y sus vidas siendo los mas populares de Ntaibo y a pesar de su incansable mencion en cada recóndito del mundo, su apellido tenia un gran peso y reconocimiento ¿y yo?, yo los ignoraba por completo... Pero esa mañana, todo cambio para mi... Jamas paso por mi mente que todo cambiaria cuando conocí poco a poco a tres de los Hilxmam, pero el que me termino llevando hasta a ellos, Hatson Hilxman; luego de eso todo cambio en mi vida, nada fue igual y menos cando conocí a los otros cinco Pedantes, engreídos, creyéndose que todos tienen que estar a sus pies solo por su apellido, pero a la vez... Tiernos, cariñosos, los únicos capaces de hacerme ver las estrellas y tocar la luna llena sin llevarme al espacio Ellos me llevaron al cielo, me hicieron ver las estrellas y colocaron la luna en mis manos, y de la misma manera me bajaron al infierno y me dejaron arder en el... Es extraño ver como tu vida da tantas vueltas y llegas al punto de no querer continuar, pero hay algo bueno cuando por fin tocas fondo; ya no puedes hundirte mas y solo se te presentan dos opciones -Morir en ese asqueroso hoyo en el que caíste o escalar hasta llegar nuevamente a la superficie y segir escalando a la cima... Y yo decidi subir luego de todo lo que habia pasado Estaba harta de ser yo la unica afectada en todo esto y que ellos siguieran con sus pedantes vidas como si nada * Borrador, con algunas incoerencias, errores ortograficos y demas. portada echa por mi