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Kamelia es una joven que ha aprendido a no creer en el amor ni en la bondad. Para ella, los finales felices son solo cuentos lejanos. De noche, deslumbra como bailarina en un mundo lleno de luces y sombras, mientras que de día lleva una vida universitaria donde oculta su verdadera esencia. Vive atrapada entre dos realidades, convencida de que nada ni nadie podrá cambiar su visión del mundo. Todo cambia cuando conoce a Dorian, un chico decidido a demostrarle que el amor verdadero sí existe. Dorian hará lo imposible para ganarse su corazón, enfrentándose no solo a las barreras que ella ha levantado, sino también a los secretos oscuros que ambos cargan. El pasado de sus familias, repleto de mentiras y traiciones, amenaza con separarlos, pero el vínculo que han creado será puesto a prueba. Kamelia y Dorian descubrirán que, aunque el amor puede ser complicado, es también lo único capaz de sanar las heridas más profundas y superar incluso las verdades más dolorosas.
Dorian
El día comenzó con un sol radiante, pero el frío era tan intenso que se colaba en los huesos. El reloj marcaba las nueve de la noche y, como era de esperarse, Darieth aún no aparecía. Cuidar de ella me está agotando, pero qué más puedo hacer. Mamá cree que está conmigo, y la verdad prefiero que siga pensando eso a que descubra lo contrario.
Pronto cumpliremos 18 años, y aunque debería sentir algo de emoción, no puedo dejar de anticipar el discurso de siempre de Darieth: "Ya pronto seré mayor, haré lo que quiera." Testaruda como es, lo dice cada año, como si fuera un mantra que la liberará de todo. Somos gemelos, nacidos el mismo día, pero somos tan diferentes. Mientras yo heredo la calma y el cabello castaño de papá, Darieth es todo fuego. Su cabello rubio y su temperamento la convierten en una versión más joven y caótica de nuestra abuela, según mamá. Y aunque somos tan opuestos, siempre siento cuando algo anda mal con ella.
Mi teléfono vibra, sacándome de mis pensamientos. La pantalla muestra el rostro de Kendra Contesto, y lo primero que escucho es un bullicio infernal al otro lado de la línea.
-Amor, tú hermana está peleando con una chica en la discoteca. Ven rápido.
Mis manos se tensan automáticamente. -Maldita sea... Esta niñata se las verá conmigo. -Cuelgo sin esperar más detalles y acelero mi Renualt a toda velocidad.
Conduzco con los dientes apretados, imaginándome la escena. Seguramente es por Luis su supuesto novio, el idiota que no merece ni una palabra amable. Llegando a la disco, aparco sin cuidado, tiro los seguros y entro. El ambiente es un caos: música ensordecedora, gente bebiendo, gritos, risas. Mis ojos recorren el lugar hasta encontrarla junto a Kendra.
Camino hacia ellas con la furia a punto de desbordarse. -¿Qué mierda te pasa, Darieth? Peleando en un lugar como este.
Ella levanta la mirada. Sus ojos están llenos de lágrimas, y antes de que pueda decir algo más, se lanza a mis brazos y rompe a llorar.
-Quiero irme de aquí, vámonos -me dice entre sollozos, jalándome de la mano.
Pero yo no estoy para calmarlas, no todavía. Mis ojos buscan al culpable, a Luis y ahí está: en un rincón, besándose descaradamente con otra chica.
-No nos vamos hasta que esto quede claro -gruño, soltándome del agarre de Darieth y Kendra.
Mis pasos me llevan hacia él con decisión. La chica con la que está se aparta en cuanto me acerco. Luis intenta decir algo, pero no le doy tiempo. Mi puño conecta con su cara y lo derriba. No me detengo; lo golpeo una y otra vez, descargando toda la furia acumulada.
-¡Ya déjalo, no vale la pena! -La voz de Darieth me detiene, sus manos frágiles sujetan mi cintura.
Me levanto, respirando con dificultad, y le doy una última advertencia a Luis.-Si te vuelves a acercar a mi hermana, te aseguro que no tendrás hijos para contarlo.
Salimos del lugar. Subo a Darieth al auto sin darle opción de protesta, pero su silencio me molesta más que cualquier palabra.
-¿Espero que hayas abierto los ojos al verlo con otra? -repliqué mientras conduzco.
-Pero yo lo amo, Dorian. No sé cómo dejarlo.
-¿Lo amas? ¡Por Dios, Darieth! Ese imbécil no vale nada.
Golpeo el volante con frustración. Aparco en una avenida oscura y salgo del coche, incapaz de quedarme quieto. Camino en círculos, tratando de calmarme. Desde lejos, una chica llama mi atención. Es provocativa, con ropa ajustada, tatuajes y un aire burlón. Sus ojos se cruzan con los míos, y cuando me doy cuenta, estoy embobado como un idiota. Sus ojos son de un verde amarillento.
-¡Dorian! -La voz de Darieth me trae de vuelta.
Subo al coche, resoplando.
-Vamos ya me quiero ir a casa, tengo hambre- murmura recostando la cabeza en el respaldar del asiento. Beso su cabeza y mano a toda prisa.
Ya era el 2 de enero, el día de nuestro cumpleaños número 18.
La casa está llena de música, risas y gente. Papá y mamá han organizado una fiesta para celebrar. Mientras camino por el salón, encuentro a mamá y la abrazo.
-Eres la mujer más hermosa del mundo, ¿lo sabías? -le digo.
Ella sonríe con esa calidez que siempre tiene. -Mi niños han crecido tan rápido... Recuerdo el día en que nacieron como si fuera ayer.
-Gracias mamá, eres única y especial.
Mi madre sonrió y luego fue a saludar a los demás.
La noche transcurre entre risas y momentos familiares. Pero mi mente sigue dividida: una parte está aquí, con mi familia, y la otra... Bueno, no puedo dejar de pensar en esa chica desconocida del puente esa hermosa gatita.
Camino hacia el jardín, dejando atrás el bullicio de la casa. El cielo, despejado y estrellado, se extiende como un lienzo infinito, iluminando la oscuridad de la noche. Me dejo caer en la mecedora de madera, el crujido bajo mi peso rompe el silencio. Cierro los ojos por un instante, intentando apagar el ruido en mi cabeza. Pero es inútil. Su rostro aparece de nuevo, nítido, inconfundible. Aliana... Desde aquel día, su recuerdo no ha dejado de perseguirme.
De repente, unas manos cálidas tocan mi hombro. Abro los ojos y me encuentro con la mirada inquisitiva de Kendra, quien se ha sentado a mi lado.
-¿Estás cansado o es que piensas en alguien? -pregunta sin rodeos, con esos ojos oscuros clavados en mí como si pudieran leer mi alma.
Sus palabras son como un dardo que impacta directo al centro de mi confusión. -Es momento de poner fin a esto -pienso. A esta relación que nunca debió empezar. Tomo aire y, con decisión, la miro fijamente.
-Kendra, tal vez lo nuestro nunca debió ser -digo, dejando que las palabras fluyan con una frialdad que no pretendía, pero que resulta inevitable-. Es mejor terminar con esto. No te amo. Lo he intentado, pero no puedo.
Puedo ver cómo sus ojos se llenan de lágrimas que aún no caen, pero que ya empañan el brillo que siempre ha tenido cuando me mira.
-¿Acaso sigues amando al fantasma de Ailana? ¿O es que hay otra? -su voz tiembla, una mezcla de rabia y dolor.
Frustración. Esa palabra define todo lo que siento en este instante. ¿Por qué siempre tiene que traer a Ailana a la conversación?
-No es eso. Y si lo fuera, Kendra no debería importarte -respondo, sintiendo cómo mi tono se endurece-. Lo único que sé es que esto no funciona, y es mejor dejarlo ahora antes de que nos hagamos más daño.
-¡Te vas a arrepentir! -me grita, poniéndose de pie de golpe, con la furia reflejada en su rostro.
Me encojo de hombros, cerrando los ojos de nuevo, buscando algo de paz en medio del caos que acabo de desatar. Escucho sus pasos alejarse, rápidos, casi frenéticos, hasta que el silencio regresa, pesado y cortante.
Ailana Siempre Ailana. Ella es el epicentro de todo, aunque ya no esté. Han pasado dos años desde que murió, pero su ausencia sigue pesando como una losa sobre mi pecho. Éramos unos adolescentes de 16 años cuando la vida me la arrebató. Fue la única que logró llegar a lo más profundo de mí, la única que tuvo mi corazón por completo. Y ahora, todo lo demás, todo lo que he intentado construir después, parece una imitación barata de lo que alguna vez fue real.
Xavier Devereaux, un Ceo y magnate multimillonario y dueño de una de las farmacéuticas más importantes del mundo, es conocido por su rectitud, elegancia y carácter amable. Sin embargo, una traición de las personas más cercanas a él hará que su vida cambie de la peor manera. En una noche que debía ser de celebración, Xavier es drogado y engañado por su prometida y su propio hermano, quienes lo manipulan para que crea que ha estado con su prometida en la intimidad. Pero algo no cuadra. La mujer que estuvo en su cama esa noche no era quien decía ser. Fingiendo ignorancia, Xavier decide investigar. Sus indagaciones lo llevan a descubrir a Aitiana, una joven de origen humilde, contratada para ser parte del engaño. Lo que comienza como una búsqueda de respuestas se complica cuando descubre que Aitiana está embarazada de él. Furioso y decidido a controlar la situación, Xavier la lleva a su mansión, convirtiéndola en su prisionera, pero también en el centro de su obsesión. En medio de la desconfianza y los secretos, Aitiana deberá enfrentarse no solo al poder de Xavier, sino también a sus propios sentimientos. Lo que comenzó como un engaño terminará poniendo en juego sus corazones y desenterrando verdades que cambiarán sus vidas para siempre.
Naira una joven de piel morena y cabellos oscuros como la medianoche, es entregada como moneda de cambio por una deuda que jamás fue suya, sus ojos grises revelan una fortaleza inquebrantable, una luz que aún no ha sido apagada por la oscuridad que la rodea. La transacción fue simple: un padrastro corrupto, una deuda imposible, y un hombre tan letal como el poder que ostenta. Karl un millonario mafioso cuya crueldad no conoce límites, la ha comprado. No como esposa, ni siquiera como amante, sino como un juguete, una posesión que existe solo para satisfacer sus deseos más oscuros y caprichosos. Karl no ama, no siente. Para él, las personas no son más que piezas descartables en un juego de poder. El arrepentimiento y la compasión no tienen lugar en su corazón de piedra. Pero cuando Naira es arrojada a su mundo de lujos y sombras, se encuentra luchando por mantener su dignidad, resistiendo la brutalidad de un hombre que la ve solo como una propiedad. Él cree que la ha roto. Ella, sin embargo, guarda una fuerza que podría cambiarlo todo... o perderse, convirtiéndose en otra alma consumida por la oscuridad de Karl. La oscuridad en mí no busca redención, pero si te atreves a intentar cambiarla, tal vez descubras que algunos monstruos prefieren las cadenas al perdón.
Yo era apenas una joven sin rumbo, perdida entre las sombras y el frío de las calles. Mis días eran una sucesión de hambre y miseria, hasta que él apareció... dándole mucho dinero a la única persona quien pense me protegeria. Ese hombre mayor, con ojos que parecían conocer todos mis secretos y promesas que me hablaban de una vida distinta. Me llevó a su inmensa casa, un lugar que para mí era impensable, lleno de riquezas que jamás había visto, pero que, de algún modo, siempre se sentían ajenas. Con el tiempo, fui su esposa, su joya, pero también su prisionera. Los muros de aquella casa eran tanto un refugio como una cárcel, y en cada rincón sentía las miradas de sus antiguos amores, sus secretos inconfesables. Él me amaba, o eso decía, pero su amor era posesivo, oscuro, una red que me atrapaba y consumía lentamente. Ahora, me encuentro sola en esa misma casa, siendo la viuda de un hombre que dejó tanto poder como sombras. Y mientras su ausencia crece, yo también me transformo, en alguien distinta, alguien que él jamás pudo prever y empezando a luchar contra ese hombre que fue mi primer amor y ahora mi enemigo.
Arthur Zaens, multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.
Cassandra Morretti siempre ha vivido al filo, sumergiéndose en un estilo de vida desenfrenado donde el placer y el poder son sus únicas brújulas. Para ella, el dinero es solo un medio para conseguir lo que quiere, pero no es la llave de la felicidad. Con una actitud fría y calculadora, Atiende a manejar a los demás como si fueran piezas en un tablero de Aljedrez, segura de que todo en su entorno es una ilusión. Sin embargo, detrás de su fachada impenetrable, se oculta un deseo urgente. Recuperar la otra mitad de la herencia que le robó su propio padre. Para ello, necesita encontrar un marido, un hombre que esté dispuesto a entrar en su juego, aunque solo sea para cumplir con las formalidades. En el otro extremo de la ciudad, Elian Navarro, lleva una existencia humilde y agobiada. Sus días están marcados por largas horas de trabajo, luchando por proveer para su hermana menor, que nació con una discapacidad que requiere cuidados constantes. Elian ha renunciado a sus propios sueños, enfocado únicamente en asegurar que su hermana tenga una vida digna. Pero con las cuentas acumulándose y las opciones agotándose, el dinero se convierte en una necesidad apremiante, una carga que lo aplasta cada día un poco más. Cassandra necesita un esposo. Elian necesita dinero. Dos vidas que aparentemente nunca se cruzarían, pero que el destino, con su irónica sabiduría, está a punto de entrelazar de manera inesperada. ¿Qué sucederá cuando sus caminos se crucen? ¿Será este un pacto puramente transaccional o se esconderá algo más bajo la superficie?
No llegue a imaginar que la vida sería tan difícil de sobre llevar, sin embargo, veo que a muchas personas la va bien y a mí me va como si no era mi destino pertenecer en la tierra de los humanos. Primero debo soportar la mirada lasciva de los hombres, segundo batallar con lo que me acompleja a diario y tercero soportar estar junto a esa mujer del cual debo estar agradecida a pesar de la vida tan miserable que llevo viviendo junto a ella. Pero no todo es tan malo no después de a ver conocido a ese Hombre que, a pesar de parecer malo, odioso y cretino, es un ángel que necesitaba para lograr sentir que por lo menos puedo sonreír con sinceridad y agradecer a Dios por mandarme a la tierra a pesar de haber sido abandonada como un pobre cachorro sin hogar. Mi nombre es Bella. Puedo calificarme como una persona sencilla, y humilde. He pasado por circunstancias muy duras en la vida, pero sigo aquí intentando sobrevivir y ganar la batalla de la dura vida que llevo desde que tengo memoria.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Su vida era perfecta hasta que conoció al hermano mayor de su novio. Había una regla en la manada Night Shade: si el Alfa rechazaba a su pareja, perdería su posición. Y la vida de Sophia estaba relacionada con esa ley, pues era una Omega que salía con el hermano menor del Alfa. Bryan Morrison, el Alfa actual, no solo era un hombre de sangre fría, sino también un encantador hombre de negocios. De hecho, su nombre era suficiente para poner a temblar a las demás manadas, pues era conocido por ser muy despiadado. ¿Y si por un giro del destino su camino se entralazaba con el del Sophia?