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Lost in you

Lost in you

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¿Alguna vez se han enamorado de ese típico amigo guapo, sexy, más grande que tú, con sonrisa Colgate, con los ojos más hermosos jamás vistos y que además es amigo de tu hermano? ¿No? ¿Sí? Pues Shaleen sí, bueno no...más bien sí pero nada es como parece, todo le salió al revés. Ese amigo guapo y sexy en realidad no eran tan guapo, su sonrisa no llegaba a ser de Colgate y mucho menos tenía hermosos ojos...él usaba anteojos extraños. Oh y en lugar de ser amigo de su hermano, era amigo de su hermana. Pero eso no es todo, todos sus compañeros de escuela se vuelven en su contra, hasta su propia hermana. Pero un chico mayor nunca se fijaría en una chica como Shaleen, ¿o sí? Y por si fuera poco llega otro chico y le complica más la vida...sí, la vida puede ser un desastre.

Capítulo 1 Prólogo

Shaleen POV

¿Por qué la secundaria tiene que ser tan aburrida y pesada?

Pero hay algo bueno de todo esto, estoy por graduarme y por fin saldré de mi cárcel; aunque tengo muchos trámites por hacer, trabajos que entregar, exámenes que hacer....sí, esto es un completo asco.

-Tierra llamando a Shaleen- la voz de Avril, mi mejor amiga, me sacó de mis locos pero acertados pensamientos.

-Lo siento, me fui a mi mundo- contesté sonriendo en modo de disculpa.

-¿No? ¿En serio?- dice sarcásticamente.

Torcí los ojos.- Ya, ¿qué decías?

-Que serás una artista, ¿sabes lo que significará ser una amiga de una artista?- chilla emocionada.

-Avril, es sólo un estúpido concurso de secundaria, no es "the voice" o algo parecido. Además déjame volver a decir que estoy en contra de mi voluntad.

-Si ya sé, yo te obligué de la mejor manera- su sonrisa malvada se hace presente provocando calosfríos en mis brazos.

La forma en que me obligo a inscribirme en ese estúpido concurso fue secuestrando a uno de mis pequeños y más preciados amores....un libro. Así es señores, la muy repudiada lo secuestro y amenazó con destruirlo; pensé que no sería capaz de hacerle nada y de primero no le había hecho caso, después me mandó una imagen de una de las páginas de mi libro manchadas con salsa de tomate.

Finalmente resultó ser Photoshop....claro, yo supe eso después de haber puesto mi nombre en la hojita de inscripciones.

-Bueno es mejor que empieces a ensayar desde hoy, el concurso es en dos semanas.

-Lo que diga coronela- hice una seña militar pero Avril me vio muy feo.- Está bien, mi padre ya sabe y él me ayudará ¿contenta?

-Claro, tu padre canta genial. Nos vemos mañana nena- nos despedimos, Avril se subió al carro de su madre y yo me fui caminando a casa, por suerte quedaba a menos de 5 minutos de la escuela, de todas maneras hacía un calor de los mil demonios.

-Ya llegué- grité entrando a casa, pasé por el pasillo que llegaba hasta la sala y cuando llegué a ésta me quedé congelada en mi lugar.

-No tenías que gritar Shaleen- me riñó Kristie, mi hermana. En la sala estaban dos chicos y 2 chicas más, supongo que eran amigos de mi hermana porque todos llevaban puesto el mismo uniforme del instituto.

-Lo siento, es la costumbre.

-Bueno ellos son mis amigos- dice Kristie.- Ella es Bonnie, ella Penny, él es Axel y él es Ed- miré a cada uno de sus amigos, todos me sonrieron, observé más a uno en específico, algo tenía.

-¿Dices el nombre completo de todos y el mío lo dices a medias, cariño?- dice él, ese chico de gafas extrañas, delgado y con una sonrisa un poco linda.- Soy Edison, pero puedes decirme Ed- lo dice viéndome.

-Umm, claro- dije titubeante.

-¡Aleja tus sucias manos de mi hermanita, Edison!- dice Kristie medio en broma y medio en serio.

-¿Y ahora qué hice? Sólo me presenté mujer, no por eso quiera decir que me casaré con tu hermanita- dice él levantando las manos inocentemente. No sé por qué pero su comentario me llegó como un gancho al hígado.

-Bueno...yo tengo que alimentarme- dije rápidamente y corrí a la seguridad de la cocina.

-La han asustado, idiotas- dijo una voz de chica, supongo que una amiga de mi hermana.

-No es cierto, mi hermana así es de rara.

-Te puedo oír, garrapata- grité más enojada de lo que pretendía, escuché sus risas. Me hice un sándwich y tome una botella de agua, con eso debía sobrevivir hasta que ellos se fueran a la escuela.

*****

Al día siguiente cuando regresé de la escuela, otra vez estaban los amigos de mi hermana.

-¿Ellos por qué siguen viniendo?- le pregunté a Kristie en la cocina.

-Tenemos un proyecto que hacer, quizás vengan toda la semana- se encogió de hombros y se fue a la sala con todo el proyectil de comida que llevaba.

El hambre que tenía se borró de inmediato, un peso cayó en mi estómago. No me gustaba la idea de que sus amigos vinieran toda la semana, bueno no tenía nada en contra de sus amigos, sólo de uno...de Edison. Y sólo era porque con sólo verlo me ponía colorada y no entiendo por qué sucede eso.

Le conté a mi amiga lo que había pasado ayer, ella dice que me he enamorado, pff patrañas. No me pude enamorar, apenas lo vi y casi ni crucé palabra con él, sólo unas cuantas miradas cuando mi madre y yo fuimos a llevarlos al instituto. Como mi hambre había disminuido un poco, decidí comer unos pequeños pastelitos que había comprado mamá para mí, eran mis favoritos.

Abrí la alacena pero no pude alcanzar mis pasteles, estaban encima de una caja y cabe mencionar que soy una enana, que digo enana, ¡¡soy un trol!! Me paré con las puntas de mis pies, coloqué una mano en la encimera para empujarme hacia arriba y con el otro brazo lo estiré lo más que pude....aun así no los alcanzaba.

-Creo que necesitas ayuda- dice una voz a mis espaldas, miré hacia arriba y vi un brazo tomando los pastelitos y bajándolos por mí.- Aquí tienes, cariño- dice Ed sonriendo.

-Umm....gracias.

-No hay de qué- nos quedamos viendo por unos minutos, él con una sonrisa en el rostro y yo con casi un tic en el ojo.

-Umm...-aclaré mi garganta.- ¿Buscabas algo en especial?

-Oh sí, a Kristie se le olvidaron las bebidas.

-Vale yo te las doy- dejé mis pastelitos en la encimera y fui directo al refrigerador, que gracias a Dios si está a mi alcance.

-Tu hermana me dijo que estás por graduarte- dijo él.

-Aja, en un mes es la graduación- me concentré en mi tarea de buscar las dichosas bebidas, si lo miraba de nuevo me pondría roja....si no es que ya estaba así.

-¿Y en qué instituto vas a entrar?- dijo apareciendo a un lado mío, demasiado cerca de mí.

-¿No te lo ha dicho ella?- murmuré nerviosa.

-No que yo recuerde.

-En el mismo que ustedes- tomé las sodas y me hice para atrás para poder cerrar la puerta del refrigerador.- Aquí tienes.

-Wow, que bien- dice entusiasta.- Entonces te veré ahí- sonrió completamente mostrándome sus colmillos...como si de un vampiro tratara.

Creo que debo dejar de leer sobre vampiros, comienzo a traumarme.

-Sí...amm supongo que sí.

-Te ves linda sonrojada- dice de repente haciendo que me sonroje más, sentí un revoltijo gigantesco en mi estómago.

-¡¡EDISON MÁS TE VALE QUE NO ESTÉS DE TANGAFÁCIL CON MI HERMANA!!- gritó Kristie desde la sala.

-Tu hermana es una exagerada- dice guiñándome un ojo y saliendo de la cocina con los refrescos.

Bueno, creo que es hora de encerrarme en un manicomio y empezar a crear historias locas.

*****

Hoy no tendríamos que ir a la escuela ni mi hermana ni yo y mi padre tampoco trabajaría; esto significaba que todo el día, o la mayor parte de él, ensayaría con mi papá.

-¿Estás lista?- me pregunta y yo asiento. Él empieza a tocar la guitarra y me dice ejercicios de vocalización antes de que comience a cantar la canción que elegí para el concurso. Poco después iniciamos con la canción.

-¿Qué tal?

-Pues no está nada mal para ser la primera vez, cántala de nuevo y te diré en donde le puedes modificar para que se escuche mejor hija- dice mi papá sonriendo.

Cuando apenas iba a empezar a cantar sonó el timbre de la casa.

-Yo abro- grita Kristie. Mi papá asiente dándome la señal para que inicie de nuevo a cantar, y lo hago. Cierro mis ojos tratando de concentrarme todo lo posible, creo que no es necesario decir que en estos días mi mente ha estado en otro lado, o más bien con alguien.

Al abrir mis ojos veo a 4 pares de ojos viéndome sorprendidos, uno de ellos sonríe como siempre. Ahí están los amigos de mi hermana, incluyendo obviamente a Edison que es el que sonríe. Termino la canción y los 4 aplauden.

-Wow no sabíamos que cantabas Shaleen- dice Bonnie.

-Kristie nunca nos dijo- concordó Penny.- Cantas hermoso, más que tu hermana.

-Oye- dice jugando Kristie simulando estar ofendida.- Mejor dejémoslos ensayar, ella tiene un concurso por ganar- mi hermana me manda un beso y los 5 se van a la habitación de Kristie.

Luego de 2 eternas horas mi papá acabó con el ensayo.

-En un momento regresamos tu mamá y yo, cualquier cosa nos hablan al celular.

-Si pa, vayan con cuidado- dije acostándome en el sillón.

Me quedé sola en la sala y tomé mi celular, tenía que hablar con Avril y decirle el "avance" que tuve con la canción, sino esa chica era capaz de venir a mi casa y hablar con papá.

-"Ya terminé de ensayar"- envié el mensaje, Avril no tardó en contestar.

-"¿Cómo te fue? ¿Lista para ganar un Grammy?"

-"¿Un Grammy? Claro que no, serán 5 Grammys"

-Cantas genial- dijo una voz en algún lado de la sala, el celular cayó directamente en mi cara, ya había identificado esa voz.

-¡¡Maldición!!- murmuré quitando el celular de mi cara y sobándome mi nariz.

-Eso debió doler- dijo Edison, me tendió la mano ayudando a levantarme, cuando lo toqué sentí un toque, realmente lo sentí, no fue imaginario.- Auch, traemos mucha electricidad.

-Tal parece- mi nariz dolía y la verdad no podía hacer otra cosa que sobarla.

-Perdón por eso- dice señalando mi cara.- No te quise espantar.

-No te preocupes, es mi culpa por tener el celular de esa manera- cuando lo miré ahí estaba él otra vez sonriendo, parecía como si su sonrisa estuviera siempre pegada de esa forma, ¿qué acaso no le dolerán sus mejillas?

Lo observé mejor, muy detenidamente, sus gafas eran muy grandes y redondas, sus ojos café obscuro eran pequeños, su nariz era del tamaño justo, su labio inferior era un poco más grande que el superior y su sonrisa era linda; si bien no era una sonrisa del millón de dólares pero en él quedaba muy bien.

-Y... ¿se te ofrece algo?- dije jugando con mi celular en las manos.

-Sólo vengo por comida y bebidas para todos, y de paso quería ver si seguías ensayando.

-Uh ¿para que querías ver si seguía ensayando?- dije con más interés del que pretendía pero no podía controlarme. Era como si a un lado de él mi cordura se fue volando lejos de mí. Sí ya sé, eso era ridículo.

-Cantas muy lindo, ahora soy tu fan número 1- se levantó del sillón y antes de irse puso su mano sobre la mía.- Sólo que no se entere tu hermana o me mata.

Sonrío lentamente, mi corazón errático me pide salir corriendo por toda la casa y que baile y grite y vuelva a bailar. Pero luego recuerdo quien soy y toda esa energía disminuye rápido. Simplemente soy una escuincla de secundaria, bajita, delgada y con lentes...él no se fijaría en mí. Y no porque él sea el mejor monumento de la ciudad, sólo porque él es mayor que yo y puedo apostar todos mis ahorros a que tiene a varias chicas detrás de él.

Porque a pesar de que no es guapo, aunque tampoco es feo digamos que es pasable, tiene algo que te hace querer estar cerca de él, querer conocerlo y de un momento a otro te gustará y suspirarás como idiota enamorada al recordar su nombre o su sonrisa.

Comienzo a creer que él me está afectando más de lo que debería en tan poco tiempo.

*****

-¿Entonces dices que se te cayó el celular en la cara?- dijo Avril apretando sus labios fuertemente.

-Sí- su risa estalló por toda la escuela logrando que varias personas que estaban a nuestro alrededor nos vieran como loca, claro, ella se ríe como hiena fumadora con enfisema pulmonar y yo soy la que recibe todas las miradas feas.- Deja de reírte así, todos nos miran como si nos hubieran salido 3 cabezas.

Avril tomó una respiración profunda para calmarse, luego me miró y su risa volvió a estallar más fuerte que la primera. Ésta vez tomé mi mochila y me levanté para irme, ya sabía que había hecho el ridículo enfrente de Ed, ella no tenía que recordármelo con su risa.

-Shaleen, ya, lo siento- dijo corriendo detrás de mí para alcanzarme. Me tomó del hombro y me detuvo.- Lo siento, sólo que te imaginé y eso me dio mucha risa, siempre se te cae el celular en la cara y es lo más gracioso que puede haber en el mundo.

-Claro, como tú no sientes el dolor del fregazo.

-¿Me perdonas?- dijo haciendo pucheros.

-Está bien- contesté con una sonrisa, nunca podía estar mucho tiempo enojada con Avril.

-Bueno, cuéntame que pasó después.

-Me dijo que ya era mi fan número 1- recordé la forma en que lo dijo e inevitablemente sonrío de oreja a oreja.

-Estás enamorada- dijo Avril.- O al menos, te estás enamorando- dijo velozmente al ver mi mirada espantada.- Préstame tu celular.

Así lo hice, ya ni tenía caso llevarle la contraria en lo que dijera, ni yo misma sabía qué era lo que me pasaba respecto a Ed, ayer antes de dormir hasta llegué a pensar que me había pegado una enfermedad y por eso tenía delirios, mis manos sudaban, mi estómago se retorcía cada vez que lo veía y también esa dichosa enfermedad explicaba mis mejillas sonrosadas.

-Listo- dijo Avril dándome el celular.

-¿Listo qué? ¿Qué has hecho?

-Mira tu celular- cuando regresé la mirada a la página que continuaba abierta en mi celular pegué un grito.

-¿Qué demonios has hecho?

-Tranquila vieja, sólo le mandé solicitud a su facebook.

-¡¡Yo no quería eso!! Ahorita mismo la elimino- cuando estaba a punto de quitar la solicitud me llegó una notificación y un mensaje; abrí primero el mensaje.

"Me ganaste, apenas estaba buscando tu facebook para agregarte, cariño"- era Edison. Abrí la notificación y leí "Edison Ross y tú ahora son amigos".

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