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La vida da muchas vueltas y de eso es testigo Marcela una chica a quien de la noche a la mañana la vida le cambia. Nos muestra que tarde o temprano las cosas vuelven a su lugar. Cuando estas en medio de una guerra de poder entre dos hombres fuertes y con recursos ilimitados, dispuestos a todo con tal de cumplir sus objetivos. A medida que pasa el tiempo se dará cuenta que ella es mucho más importante de lo que pensaba. Se le abrirán las puertas a un futuro que ni en sus más locos sueños, llego a imaginar.
Corro y corro por las calles de Buenos Aires llevando a mi hijo de apenas unos meses, intentando protegerlo de la lluvia.
Estoy empapada, pero sigo corriendo sin detenerme, con la esperanza de poder escapar y que él bebe este seco, lo único que alcance a hacer fue envolverlo en mi campera.
Corro sin rumbo, solamente pensando en proteger a este pequeño de todo, especialmente de quién creo, es su padre.
No sabía cómo me habían encontrado, pero lo cierto es que lo hicieron de nuevo. En los últimos meses me volví una experta en desaparecer sin dejar rastro, pero cuando di a luz, bajé la guardia. Estaba demasiado débil, dar a luz sola, en la mitad de un edificio abandonado, no era la mejor opción, pero no tenia de otra. Aprendí de la peor forma a no confiar en nadie.
Durante los meses anteriores estuve informándome sobre el parto, que debía hacer y cómo hacerlo. Hablé con algunos doctores en hospitales públicos, y me chequeé en varias oportunidades. Aunque no planeé traer un niño al mundo, este pequeño es mío, mi responsabilidad y estoy dispuesta a protegerlo.
Aunque sabía que muchas cosas podían salir mal al dar a luz sola, no tenia de otra, corrí con mucha suerte y lo había conseguido, traer a un niño, sano y fuerte, ambos estábamos bien. Hice que nos revisaran en un hospital, donde un doctor que me brindó su ayuda desde que todo esto empezó, corroboró que tanto Josh como yo estuviéramos en perfectas condiciones.
Ahora, corriendo por nuestras vidas nuevamente, buscaba donde me podía esconder, mis fuerzas estaban agotándose. En ese momento recordé, un edificio lujoso, no muy lejos de donde estaba, tenía una puerta oculta, la cual había descubierto por casualidad, unos meses atrás.
Me dirijo para allá sin dudarlo, eso sí, asegurándome de que nadie me siga, por suerte la lluvia torrencial que cae, me ayuda.
Llegué y rápidamente me metí dentro. Era un pequeño cuarto escondido, en el cual solo había un escritorio viejo, un catre con una colchoneta y otra puerta que es un mini baño.
Saqué al bebé de la campera que escurría agua, pero por suerte, mi pequeño bebé estaba plácidamente dormido y seco, lo dejé con cuidado en el catre y por fin, solté la mochila que siempre tenía lista, por si debía salir corriendo con lo necesario.
Me quité toda la ropa y saqué una nueva muda seca.
Aprendí a ser muy precavida y todo lo tenía guardado en bolsas plásticas, limpié un poco el escritorio, coloqué la ropa a secar, con un poco de suerte, mañana la podría guardar.
Miré a mi pequeño Josh, quién duerme profundamente como si no acabáramos de correr bajo la lluvia, por no sé cuántas calles, inevitablemente sonrió, me doy cuenta, que por ese pequeño soy capaz de cualquier cosa.
Por ahora me siento segura, no creo que me encuentren acá, por lo menos no esta noche.
Sentada junto a Josh en el catre, miro el celular que compré antes de entrar en labor de parto. Algunos meses atrás, cometí el estúpido error de utilizar un celular, por el que casi me atrapan. Razón por lo que lo destruí y no volví a utilizar uno durante todos estos meses, hasta ahora solo he utilizado computadoras en bibliotecas públicas para ir reuniendo información.
Al intentar encenderlo, me doy cuenta de que no tiene batería, empiezo a buscar un tomacorriente y, junto a la puerta del baño, encuentro uno y un pequeño interruptor. Todo el tiempo he alumbrado con una pequeña linterna que llevo junto a una manopla y navaja en el bolsillo, hacen parte de mi kit de supervivencia.
Al encender la luz, me fijo que la pared tiene un mapa de la cuidad y de los subterráneos. Los empiezo a estudiar, hasta que Josh se despierta. Escucho como balbucea, lo miro y me estira las manitas, se exactamente lo que quiere.
Lo levanto y, me dispongo a darle pecho, como produzco suficiente leche y me he estado alimentando bien, me informé que era lo mejor.
Ya limpio y alimentado, paseo con él por la habitación, hasta que cae dormido nuevamente. Lo tapo bien y lo coloco de nuevo en el centro del catre. En ese momento, me suena el estómago y caigo en cuenta que no comí nada, con la huida de mi escondite no había como hacerlo. Saco algunas frutas, que tenía en caso de emergencia, como ahora y literalmente, las devoro con ansias.
Me recuesto junto a Josh y sin darme cuenta, me quedo dormida. Pasan varias horas cuando él bebé se despierta, le doy pecho rápidamente y llevo a cabo su rutina hasta que vuelve a dormir, veo la hora y son las tres de la mañana.
Tomo fotos de los mapas con el celular, no se sabe cuándo los puedo necesitar.
Me coloco un buso, apago la luz y me vuelvo a acostar. Necesito recuperar fuerzas, no sé qué tendré que hacer mañana.
La vida cambio de la noche a la mañana de ser una persona normal del montón descubrí que mi destino estaba mas allá de mis sueños y dependían muchos de el
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
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