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Samantha es una joven de 16 años la cual lleva una constante carga de estrés y depresión desde que su padre se alejo de su vida a los 14 años, siempre sintió como las demás personas la arrastraban a un abismo por lo que se volvió solitaria y antipática, hasta conocer a Alexandra, una chica un año menor la cual esta adaptándose a un tipo de vida distinto y dejando atrás un pasado el cual la persigue hasta le día de hoy. Ambas deberán aprender a apoyarse mutuamente.
"Mi vida es un bosque... un gran bosque oscuro lleno de depredadores... donde debo sobrevivir y salir adelante... hasta encontrar una luz que me guie hasta la salida"
La luz del sol entro en su habitación en un dia Lunes, tenía que ir a clases y se había quedado dormida, su cuarto era realmente un desorden y se quedo hasta tarde adelantando tarea, por lo que su cama estaba llena de libros desparramados por doquier, con algunas hojas sueltas y por el suelo, realmente le costaba levantarse, no recuerda haber escuchado la alarma, ni recuerda haberse acostado a dormir, pero bueno... hoy será otro día, otro día en el que por suerte había logrado terminar su tarea a tiempo, eso la relajaba un poco.
Su nombre era Samantha, tenía solo 16 años, ella era la chica solitaria del colegio, pero que cumplía sus obligaciones, siempre entregaba la tarea a tiempo y tenia las notas adecuadas, no eran perfectas pero jamás había desaprobado, si se esforzara un poco mas de seguro podía postular a una beca, pero no tenía necesidad de hacerlo, ella veía el colegio como un bosque en el que debía de sobrevivir, cada examen era un depredador el cual superar, podía cazarlo y sacar recursos para facilitar su trabajo o solo sobrevivir, se conformaba con lo segundo.
Antes no era así, era alguien con metas, con un gran fanatismo por el arte y el dibujo, pero poco a poco eso se fue apagando por su familia, el divorcio de sus padres la afecto cuando tenía solo 14 años, lo que causo un gran distanciamiento de ambos.
El era un idiota, en definitiva, tenía una amante y se notaba como la relación llevaba muerta mucho tiempo, pero uno al ser joven no se da cuenta esos detalles hasta que detonan, explotan y siguen su curso. Durante los primeros meses el no mostraba interés en verla, es como si esa familia fuese un peso que necesitaba quitarse de encima, no le costó aceptarlo, pero aceptar y resistir son dos cosas muy distintas, una mitad simplemente lo dejo ir y la otra lo odiaba por sus decisiones, pensaba si realmente el la quiso alguna vez o simplemente fingía el quererla, jamás la llamo ni le mando un mensaje, cuando tenía 15 decidió intentar descubrir que ha sido de su vida, ahí fue cuando supo que la realidad puede doler mucho más que el secreto, pues ya tenía otra familia, otra mujer con un hijastro al cual le daba más interés.
Con su corta edad, su madre empezó a tratarla como alguien más madura, no dio muchas vueltas con la situación de su padre, le conto toda la verdad sin ocultarle nada, se notaba el odio acumulado de años y años de una relación la cual poco a poco estaba en camino a la autodestrucción, ese primer año fue el que más altero su forma de ser, alejándose de todos, hundiéndose en su propia fantasía y evadiendo la realidad, sus notas fueron siendo más regulares y se notaba en su interior como se apagaba, pero lograba una dualidad perfecta, jamás quebró en público, jamás demostró ese hueco que tenía en su alma y jamás dejo entrar a alguien a ella.
A los 15 años su madre conoció a otro hombre, el cual no tardo ni un mes en meter a vivir a su casa, su vida dio un giro terrible en ese momento, se sintió totalmente invadida al ver una persona desconocida que de un momento a otro convivía con ella, una persona que quería claramente tomar un lugar que no le pertenecía, el no era su padre pero imponía una autoridad paterna la cual no le correspondía y ella no dejaba darle.
El tipo se llamaba Mark, un idiota con todas las letras, el típico "macho" que trabaja en un taller durante el dia y al llegar a la casa quería la comida servida en la mesa, su madre siempre mantuvo ese rol, habían buenos momentos, también malos, el aspecto de Samantha era de molestarle mucho, ella siempre usaba el pelo corto hasta el cuello y ropa masculina, jamás ayudaba en la casa y tampoco estaba, ella siempre pasaba tiempo sola en el muelle, un lugar abandonado donde podía grafitear y fumar sin que nadie le molestara, este era su lugar propio, nadie iba, nadie le molestaba... era feliz.
Los primeros meses Mark no se pasaba de la raya, pero era alguien que bebía y mucho, tomar lleva a hacer estupideces, era alguien idiota pero no era violento ni malo, simplemente era un adulto el cual fue criado en otra época y no acepta los tiempos modernos, el mundo cambia pero él rechaza cambiar, su madre simplemente le da el okei a todo, pero esas cosas comenzaron a causar peleas constante, lo que hizo que cada vez quiera estar menos en su casa, escuchaba discusiones por la noche, empezaba el circulo vicioso de separaciones seguidas de reconciliaciones, un circulo eterno a tal punto de acostumbrarse a vivir con eso, al saber que un día lo echa de la casa pero a los dos o tres nada paso y vuelve la rutina, el no quiere cambiar, ella tampoco.
Y así fue como ella entro en este bosque, donde su día a día es sobrevivir esperando encontrar la salida.
En el colegio, es un fantasma, nadie se mete con ella y ella no se mete con nadie, muy pocas personas han llegado a cabrearla, pero así de calmada también puede ser agresiva, cuando los depredadores vienen sabe que tiene que luchar, su aspecto delgado guarda una gran agresividad acumulada, una vez una de las chicas del colegio llamada Alicia se metió con ella, la razón fue una tontería que escalo demasiado y termino en una situación un tanto violenta, la golpeo tanto que los profesores tuvieron que quitársela de encima, se llamaron a los padres, fue un completo caos, jamás había estado en una situación como esa y la única persona la cual podía confiar en dicho momento era su madre, pero esta demostró total enojo, a pesar de nunca haber tenido una sola detención y realmente, si se le conociera bien a Samantha, habría que llevarla a los limites para reaccionar de tal manera, mas sabiendo que Alicia era alguien a quien le gustaba sacar de quicio a la gente, su madre solo la sermoneo como si hubiera cometido un homicidio, ni hablar de Mark, con palabras como "las mujeres no deben pelear" y cuanto comentario machista pasaba por su boca, ella solo acumulo mas y mas rabia la cual en cualquier momento iba a terminar por colapsar.
Así fue, Alice claramente quedaba resentida, empezó a molestarla de formas más intensas, se volvió una enemistad y ella no iba a dejarla salirse con la suya, poco a poco su personalidad más rebelde y hostil comenzó a salir, el lugar el cual era su escape se volvió otro oscuro bosque y el único lugar que quedaba era ese viejo muelle el cual tenía paz.
Y así llegamos a este día, donde tras estudiar hasta dormirse pudo llegar al colegio con la tarea al día, pero el estrés que acumulo durante este último año estaba al borde, solo necesitaba una última gota para derramar el vaso.
Entrego sus trabajos como eran debido, pero a pesar de estar todo al día, fue todo a último momento, lo que la profesora empezó a hacer preguntas sobre su estado actual, antes estaba al día e iba en tan buen avance que postulaba a una beca, ahora con suerte llega a entregar los últimos trabajos a último momento, ella se siente invadida por las preguntas que recibe, un tanto asfixiada y se notaba la incomodidad, por lo que la profesora deja de tocar el tema, pero da pie a que Alice de un comentario el cual dio esa gota final
-Que pasa, ¿problemas en tu casa?-
Se noto como físicamente colapso, sus manos comenzaron a temblar mientras mordía sus labios, ella tomo su carpeta y camino hasta su mesa, sin responderle le da un golpe con tanta fuerza que la sangre de su compañera cayó sobre el pupitre, todos quedaron en silencio total mientras Alice quedo tirada en el suelo, al bajar la adrenalina de su cuerpo sabe que se viene el caos, por lo que sin decir más sale del salón, la profesora claramente la intenta detener pero ella está en shock, jamás tuvo una descarga de furia tan intensa como esta, por lo que solo el queda ir al único lugar donde podía estar sola en ese momento, el baño, sabía que irían a buscarla dentro de poco pero le daba igual, entro a ese lugar y solo se sentó en el suelo contra la pared, cubriendo su cara con sus brazos mientras lloraba, intentaba ser silenciosa pero esa acumulación de emociones la supero por completo, lloro como no había llorado desde hace más de un año, sintió que el bosque la había consumido por completo, hasta que una de las puertas se abre, no proceso el sonido, solo sintió una mano tocando su hombro y una voz suave hablándole
-Oye... ¿Estás bien?-
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